Maceo toma Batabanó en una espiral de combates que sacude a la Habana


Veamos estos cablegramas: 

"El día 4 de Enero un mar de llamas rodeaba á Quivicán. Los invasores quemaron unos cinco millones de arrobas de caña, el paradero y los edificios anexos. También se llevaron armas, caballos, monturas y municiones y, antes de retirarse, destruyeron el convoy que había sido llevado el día anterior en tres fragatas." --- Campos.

--"Sigo sacando fuerzas de Santiago, Manzanillo, Sancti Spíritus y las Villas. Enemigo entretiene detrás de las cercas a columnas que no tienen artillería". --- Campos.

---- Día 3: "El enemigo sigue avanzando por las líneas del Norte y del Sur de la Habana. Numerosa fuerza separatista se hallan en San José de las Lajas, pueblo situado a 29 kilómetros de la Habana. 

Vienen destruyéndolo todo. Incendian las estaciones de los ferrocarriles. También hay partidas en Guara. Asimismo hay fuerzas insurrectas en Melena del Sur, no lejos de Batabanó. Llegan a la Habana huyendo numerosas familias de los pueblos inmediatos. El pánico es extraordinario. Nada se teme respecto a esta capital.--- Campos.''

De esta forma describía el general Arsenio Martínez Campos los estragos del ejercito libertador al mando del lugarteniente general Antonio Maceo. El 13 de marzo de 1896 tomaron el poblado habanero de Batabanó, lo que constituyó un importante triunfo de la permanencia de las tropas cubanas en la provincia de La Habana.

Un periódico de Madrid—el Heraldo—hizo estos comentarios: 

 "Lo que sucede es realmente inconcebible. No se comprende como experimentados generales al frente de soldados que hacen marchas nocturnas, generales que conocen además perfectamente el terreno, puedan ser burlados en la forma que lo están siendo. No es ya sorpresa, es asombro, verdadera estupefacción. Ya comprenderá el gobierno que esta situación no puede prolongarse." 

 Y otro periódico, en este caso "El Imparcial", acérrimo enemigo de Cuba y que actuaba de primer estratega en las redacciones políticas, clubs y peñas de Madrid, publicó un sensacional artículo que venía a ser la puntilla para el general. 
Casi al mismo tiempo, el general Beránger, que no lo era de tierra sino de mar, exclamaba, apremiado por los periodistas: " ¡Pero, señor! ¿Qué hacen nuestros generales?" 

Los telegramas del día 7 de enero de 1896 en La Habana, indicaban la presencia de partidas insurrectas entre los poblados de Hoyo Colorado y Caimito y muy cerca de Marianao, así como la llegada de centenares de personas a La Habana que huían de los rebeldes. 

El día anterior, cuando se hallaba en la estación de Salud el tren que iba hacia La Habana, lleno de familias que habían perdido todo por los saqueos de Gabriel, Güira de Melena y otras poblaciones, 50 insurrectos se presentaron, robándoles todo cuanto llevaban.

El 7 de enero Gómez y Maceo se separan en Hoyo Colorado; llevan 2.000 hombres cada uno, y el día 9 Maceo ocupará Cabañas, en la provincia de Pinar del Río. Gómez, para tener ocupado al mayor número posible de tropas españolas, se moverá en rápidas marchas y contramarchas por la provincia de La Habana, aprovechando la mayor movilidad que le dan sus columnas montadas. 

El saqueo que hizo Maceo en Guira de Melena fue épico. Ropa y zapato para 10 mil hombres 10 mil fusiles y abundante parque. Es que Guira de Melena era uno de los pueblos mas ricos de la zona. El Diario de la Mariana pedía a gritos a Cánovas del Castillo el relevo -cuanto antes- de Martínez Campos. 

El día 13 de Marzo Maceo cae sobre el estratégico pueblo de Batabanó, zona portuaria Española hacia el mar Caribe. Ya el general Weyler había tomado el mando de las hostilidades, mientras Martínez Campos partía hacia España con el convencimiento de su fracaso en evitar aquella insurgencia occidental.

No todo fue color de rosa para el Titán de Bronce, de hecho sufrió dos importantes derrotas. En Pozo Hondo le hicieron 82 bajas y en el cerco de Candelaria la ciudad fue defendida hasta por las mujeres. Al final Maceo tuvo que desistir, no sin antes contabilizar 62 muertos y 200 heridos durante las 26 horas que duró el asedio.  

En Batabanó, Maceo - al mando de 600 hombres - mandó incendiar el ingenio y finca Teresa, de los más importantes de la provincia y que servía de concentración y descanso a las columnas enemigas. Dos días después parte para Pinar del Río, y no regresaría a La Habana hasta el cinco de diciembre de 1896. 

Weyler intentó aislarlo en Pinar del Río y para ello dispuso de 180 mil hombres, pero el cerco fracasó y Maceo pasó a Matanzas sin que las tropas Españolas pudieran evitarlo. El gobierno español volvía a quedar en ridículo. Tan es así, que se sucede un hecho del que no se habla mucho... 

Dos tropas españolas, los regimientos de Llerena y San Quintín, combatieron entre sí por error. La nota tragicómica de esto es que mientras los soldados del San Quintín daban loas a su regimiento, los de Llerena pensaban que se trataba de Quintín Banderas. 

Al llegar las lluvias, y con ellas la tregua hasta el mes de Abril, se cuantificaron entre los insurrectos 4.338 muertos de los cuales 63 eran jefes, más 1976 heridos, 564 prisioneros y algo más de 700 presentados voluntariamente; mientras que las fuerzas españolas dieron cuenta de 5.206 bajas mortales, de las cuales 314 eran oficiales. 

Fuente: 
-"El Diario de Cádiz" / "Crónicas de la Guerra" / José Miró Argenter / 1942 -Fernández Almagro / La guerra de Cuba
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