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| Sanctispiritus en el siglo XIX. Intercepción de las calles Máximo Gómez y Antonio Maceo |
Se nos pasó esta fecha, 27 de mayo, pero la rescatamos de todas formas. En fin, que es muy probable que mucha gente en Cuba desconozca que las entonces villas de Sanctispiritus y Campo Florido alcanzaron mejoras sociopolíticas bastante sustanciales ese año, y todo gracias a una reina española que utilizaba mucho su alcoba, y no para dormir precisamente.
Isabel de Borbón y Borbón ascendió al trono de España el 29 de septiembre de 1833 tras la muerte de su padre, sin haber cumplido todavía los tres años de edad, motivo por el cual fue necesario nombrar a su madre, María Cristina de Borbón Dos Sicilias, como regente del reino. Así fue hasta que el 8 de noviembre de 1843, Isabel II fue declarada mayor de edad por 193 votos a favor y 16 en contra y, dos días después, juró la Constitución ante las Cortes españolas.
Tenga en cuenta que para 1840, la villa espirituana contaba apenas con un área de 10 caballerías, en las cuales existían 68 calles, 133 manzanas, 16 casas de alto y 1 150 de una planta, 100 de techo de guano, así como dos hospitales, una cárcel, un teatro un cementerio y cuatro puentes.
El 27 de Mayo de 1867, así lo recoge los archivos españoles, la reina Isabel II le comunicó al gobernador civil, Ramón Portal, la buena noticia de que la villa de Sancti Spíritus, en el centro de la isla, sería merecedora del título de «ciudad». Hay cierta imprecisión con esta fecha, ya que algunos historiadores señalan que la villa del Yayabo, como también se le conoce, fue declarada el día 12 y otros el 24. Nosotros, como no podía ser de otra forma, damos crédito a la primera.
Sin embargo 20 años después, que para entonces era gobernada por Jacobo de la Pezuela, había crecido sustancialmente y contaba con un periódico local llamado "El Fénix". Su plan de reordenamiento urbano fue mucho mas ambicioso, al punto de que allí vivían el 33% de toda la población Cubana y le hacía merecedora de tal distinción.
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| Campo Florido en las afueras de la ciudad de la Habana |
Un año después, y casualmente el mismo día, la monarca dio luz verde a la creación del poblado de San José de la Granja, el que hoy se conoce como Campo Florido, situado en el este de la capital, en los límites de Jaruco y Santa Cruz del Norte. Allí se asentaba el caserío que dio nombre a la popular playa de Guanabo.
Isabel, la que llamaban Reina Castiza, reinó entre los años 1833 y 1868; y de ella se cuenta que era adicta al sexo. Para colmo de males se casó, obligada por su madre, con un primo Borbón llamado Fernando de Asís, supuestamente homosexual. De aquella noche de bodas con "Paquito Natillas" como ella le llamaba, comentó una vez:
«¿Qué podía esperar de un hombre que en la noche de bodas llevaba más encajes que yo?».
De ella se han escrito horrores sexualmente hablando, aunque no todo ha sido cierto. Como eso de que hacía el amor con caballos y demás aberraciones. De hecho no pocos historiadores han señalado este ataque como propaganda de sus detractores anti monarcas, afirmación con mucho sentido la verdad, pero lo que si es cierto es que la reina tuvo muchos amantes, algunos desconocidos, según reza la historiografía española.
Un ejemplo de estos ataques, fueron unas pinturas satíricas bastante pornográficas, incluso a día de hoy, pues imagine entonces para aquella época. Dicen que fueron hechas por el célebre poeta sevillano Gustavo Adolfo Becquer y su hermano, y excelente pintor Valeriano. Ambos eran republicanos y anti clericales, y cuando se supo que eran ellos, a mucha gente se le cayó la imagen que tenían de estos prestigiosos artistas sevillanos.
Sin ir tan lejos, hace tan solo unos años los actuales monarcas corrieron la misma suerte que su tatarabuela, cuando la revista "El Jueves" mostraba al rey Felipe y la reina Leticia - entonces príncipes - "en trajines de alcoba", lo que originó que el juez de la audiencia nacional ordenara la retirada de los quioscos bajo el delito de "injurias a la corona".
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| Reina Isabel II |
De todas formas algo de cierto habría en esta Reina, desde el momento en que el papa Pío XII dijo de ella lo siguiente: "Sé que es puta, pero es Pía". Lo cierto es que esta reina tuvo 12 partos, de los que 5 de esos hijos pudieron alcanzar la vida adulta. ¿Los padres?... quien sabe.
Se cree que entre sus distintos amantes pudo estar el compositor Emilio Arrieta que le cantaba antes de dormir, Carlos Marfori, el marqués de Bedmar, el comandante José Ruiz de Arana, el teniente de ingenieros Enrique Puig Moltó o el escritor Miguel Tenorio de Castilla.
En 1868, ocurre la llamada revolución gloriosa que mandó a esta familia directa al exilio en Francia. Es aquí donde se publican las ilustraciones sexuales de los hermanos Valeriano y Gustavo Adolfo Becker, bajo las siglas de SEM como seudónimo.
En París, la reina Isabel II vivió 30 años fuera de la política española y no regresó a vivir, ni siquiera en 1864, tras la restauración Borbónica. Falleció el 9 de abril de 1904, víctima de la gripe, en su exilio de París. Se encuentra sepultada en el panteón de los reyes en el Escorial de Madrid.
Solo un par de datos más...
El tal Fernando de Asís, alias "Paquito Natillas", supuesto gay, nunca consumó el matrimonio como era de suponer, y dicen que le exigía una suma de dinero como castigo por cada sesión de cuernos que ella le regalaba y, aunque la reina la pagaba religiosamente, siempre le recordaba: "Cedo como reina, pero no como mujer". El pueblo, por su parte, cantaba entonces rimas como esta: "Isabelona tan frescachona y don Paquito tan mariquito".
Con los años su hija menor, Eulalia de Borbón, de 29 años, visitó la Habana en tránsito hacia los Estados Unidos. Fue en 1893 a raíz de cumplirse el cuarto centenario del descubrimiento de américa, y que la ciudad de Chicago recordaría con una importante exposición. La hermana menor de Alfonso II fue la escogida por el gobierno de España para representarlos, pese a que los intereses socio económicos comenzaban a ser antagónicos entre las dos naciones.
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| Foto de la infanta Eulalia en la capitanía general de Cuba |
Periódicos importantes de la época, como Fígaro o el Diario de la Marina, dieron amplia cobertura a esta visita que se celebró entre los días 8 y 15 de mayo de ese año 1893. Eulalia, infanta culta que llegó a dominar 5 idiomas, se convertía en el primer miembro de la casa real española que visitaba la isla.
La estancia en La Habana de la infanta terminó el 15 de mayo de 1893, cuando a las cuatro de la tarde subía al buque-correo Reina María Cristina, de la Compañía Trasatlántica Española, para seguir viaje hacia Nueva York.
De su estancia, recordaba doña Eulalia,.... “había un calor asfixiante, se me hacían interminable aguardando la noche, en que me extasiaba frente a un cielo magnífico”, y añadía el día de la partida: “Al partir, mi corazón se ha apretado como si nunca más tuviera que volver a pisar esta tierra tan fecunda, este país encantador donde los sentimientos son tan vivaces como las plantas y los árboles…me ha parecido que dejaba detrás de mí algo de mí misma”.
De su estancia, recordaba doña Eulalia,.... “había un calor asfixiante, se me hacían interminable aguardando la noche, en que me extasiaba frente a un cielo magnífico”, y añadía el día de la partida: “Al partir, mi corazón se ha apretado como si nunca más tuviera que volver a pisar esta tierra tan fecunda, este país encantador donde los sentimientos son tan vivaces como las plantas y los árboles…me ha parecido que dejaba detrás de mí algo de mí misma”.
Maldita Hemeroteca
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