Valor o la vida, esa es la cuestión


Hoy se cumplen 6 años que el joven Ignacio Echeverría, cayera muerto en el atentado terrorista de Londres que se saldó con la vida de 8 personas y 48 que resultaron heridas.

Entre los fallecidos estuvo este chico deportista y amante al monopatín que tuvo la fatalidad de encontrarse, como se suele decir, en el momento y lugar equivocado, donde un terrorista islámico le provocó la muerte. Hoy se le recuerda como un héroe por lo que hizo, que sin duda lo fue, de hecho recibió el título póstumo de la medalla de San Jorge concedida por la reina de Inglaterra, pero ¿valió la pena tanto sacrificio?. 

Ignacio, de 39 años, se encontraba en el mercado de Borough con unos amigos, cuando presenció el ataque islamista. Sin pensarlo dos veces corrió hacia los terroristas, usando su monopatín como arma improvisada, e intentó golpearlos para impedir con ello, que continuaran apuñalando a más personas. Al final fue él quien cayó mortalmente herido. 

Ignacio, 24 horas antes de su muerte.

¿Un héroe?, sin ninguna duda que lo fue, pero resulta que el cementerio está lleno de gente como Ignacio. Y aunque dicen que así hablan los cobardes, vivos por cierto, ante una disyuntiva así, lo mejor hubiera sido calcular nuestras posibilidades reales de éxito antes de precipitarnos. Claro, habría que haber estado ahí y no delante de un teclado.

Pienso que lo que hizo grande a Ignacio fue que supo dar su vida por gente que ni siquiera conocía, pero no es menos cierto que pagó un precio demasiado alto y también dejó rota a su familia y sus mejores amigos. Sí, no hay dudas, se trata de un tema bien complejo que ya no tiene remedio, y lo menos que podemos hacer hoy es recordarlo como se merece. 

Maldita Hemeroteca 
Articulo Anterior Articulo Siguiente