El azote destructor de la naturaleza

Fortaleza del Morro en la Habana 

Ya estamos en el mes de octubre, mes de los ciclones, y es hora de echar un repaso a algunas de las tormentas más destructivas que han azotado a Cuba, y el área del Caribe. 

La historia de Cuba recoge la tormenta de San Rafael, como la primera registrada en la isla que se tenga noticias. Ocurrió supuestamente en octubre del 1692, y como es lógico por el año que ocurre, apenas existen datos que la describan.

Sin embargo en las dos ocurridas en el siglo XIX si se tiene conocimientos de que fueron bien demoledoras. La primera ocurrida el 5 de octubre de 1844, conocida como "Tormenta de San Francisco de Asís", ocasionó 100 muertos e incontables heridos. Además derrumbó 2 mil 546 casas.

El otro vendaval ocurrió el 11 de octubre de 1846. En este caso se trataba de la "San Francisco de Borja", que para muchos especialistas sigue siendo considerada como la más terrible que se recuerde en La Habana. Sus vientos huracanados se sintieron hasta en los límites de las provincias más orientales. 

Este fortísimo sistema clasificó dentro de los contados casos de huracanes categoría 5 que han pasado sobre territorio cubano, o lo que es lo mismo, vientos que superan los 250 kilómetros por hora en la escala Saffir-Simpson. A su paso por la capital, se registró un valor mínimo de presión atmosférica de 916 hectopascales, el más bajo reportado en la mayor de las Antillas hasta la fecha. Esta tormenta solo es comparable a las ocurridas posteriormente durante los años 1926 y 1944.

Huracán del 1926 // La Habana

Aunque el siglo XX se inicia con el huracán del 18 de octubre de 1906, más otro el 11 de octubre de 1909, ambos muy fuertes, pero cuando se hable de pérdidas materiales estaríamos hablando entonces del ocurrido en el 1910. Este huracán, de categoría 4, azotó caprichosamente la isla durante varios días, y se asegura que su entrada fue el día 14 de octubre y no abandonó la isla hasta el 19.

Lo peor de este evento fue que, luego de arrasar la provincia de Pinar de Río, efectuó un giro inesperado y volvió a arremeter contra las costas occidentales. Lógicamente, en ese tiempo la meteorología no contaba con los medios como para comprender que se trataba del mismo y no de uno nuevo. El rotativo norteamericano "The New York Times" lo calificó como "El de los 5 días y el que más daños materiales había generado en la historia”.

Cuando los cubanos se estaban recuperando apenas del peor ciclón que se recuerde en la isla ocurrido el 19 de octubre de 1924, que fue un huracán sin precedentes que arremetió con inusual fuerza la parte oeste de Pinar del Río, solo dos años después, el 20 de octubre de 1926, tocaba tierra otro de similares dimensiones y proporciones destructivas.

Este voraz el meteoro entró muy cerca de la playa del Cajío, en el sur de Güira de Melena, y de ahí pasó por Quivicán volviendo al mar cerca de la playa de Guanabo. El famoso "Ciclón del 26", fue el segundo más fuertes que han azotado Cuba. (El otro fue el 18 de octubre de 1944). 

Los más mortíferos del área

Aquí una relación de los más mortíferos de América Latina y el Caribe. 

La presión mínima "del 26" registrada en el radar de Casablanca fue de 951 hecto-pascales, mientras que las rachas de vientos alcanzaban una fuerza de 230 km/h. En el Surgidero de Batabanó, una viga de pino atravesó una palma real y la revista Carteles registró el hecho en un célebre fotorreportaje. Las lluvias fueron torrenciales. En el pueblo de Batabanó el agua alcanzó una altura de tres metros. 

Sus fuertes marejadas en La Habana convirtieron al Parque Maceo en un lago, y al Café Vista Alegre en un pantano. La capital quedó totalmente incomunicada, sin luz, agua ni teléfonos y los caminos interrumpidos. En la bahía muchos barcos quedaron al garete, y luego fueron lanzados sobre la costa. Según cálculos de la época, el aniquilador huracán dejó un total de 600 muertos.

El más destructivo y mortal de todos 

Solo seis años después, en 1932, se produce el más potente y asolador de todos los que han sido registrados en la historia de la meteorología Cubana. Una marea de tormentas con olas de hasta 6 metros de altura, asociadas a un huracán de gran intensidad, azotó el 9 de noviembre de 1932 la región de Santa Cruz del Sur, en la provincia de Camagüey, arrasando con casi toda la población existente. El catastrófico saldo fue de más de 3000 muertos. 

La Habana // Huracán del 1910

Sin embargo, no por que estos eventos sean menos fuerte dejan de ser peligrosos. Tan es así, que el huracán Flora, tormenta que azotó la isla del 4 al 7 de octubre de 1963, sin tener la fuerza huracanada de los primeros su trayectoria, así como las lluvias que traía asociadas, resultaron mortales para la población.

El Flora se movió por toda la zona oriental de Cuba, haciendo un enorme lazo sobre las actuales provincias de Las Tunas, Granma, Holguín y Camagüey, mientras era acompañado de fortísimas lluvias que dejaron un acumulados de 1800 mm en apenas 72 horas. De hecho las inundaciones que provocó le causaron la muerte a mas de 1000 personas. (1050).

El más potente de la región 

No podemos terminar esta relación sin dejar de mencionar al huracán Gilbert, de categoría 4, que azotó la isla el 8 de septiembre de 1988. Este fue uno de los eventos tropicales más intensos, devastadores y mortíferos, de los que habían sido registrados en el océano Atlántico durante el siglo XX. Se le conoció así precisamente, el huracán asesino del siglo XX.

Huracán Irma en 1948 / Universidad de Miami

En este caso su celebridad no la toma por su condición destructiva solo en Cuba, si no por lo extenso del área que abarcó y la cantidad de países del área que afectó. Está considerado como el huracán más intenso del océano Atlántico hasta que el Wilma que lo superó en 2005, pero sí el de mayor extensión de la historia. En un punto de su desarrollo alcanzó un área de 1,250 km y provocando lluvias de hasta 700 milímetros.
---A su paso por las islas Caimán alcanzó la categoría 5, que es la máxima estipulada para este tipo de tormentas. La fuerza de sus vientos superó los 300 km/h. ---
En total provocó 318 muertes: 202 en México, 45 en Jamaica, 30 en Haití, 12 en Guatemala, 5 en Venezuela y la República Dominicana, 3 en Estados Unidos y 2 en Costa Rica y Nicaragua. No se tiene una cifra exacta del daño total causado por Gilbert en 1988, pero se estima que para todos los territorios afectados sería de aproximadamente 5000 millones de dólares. 

El más mortífero de la región caribeña 

El huracán Jeanne, de 2004 ha sido hasta el momento el más devastador de la historia de América Latina y el Caribe, en cuanto a vidas se refiere. Se calcula que en Haití se cobró la vida de hasta 3.000 personas.

El segundo lugar lo ocupó la tormenta tropical Stan, huracán de categoría 1, que en 2005 dejó 803 muertos en diversos países de Centro América. Sin embargo, este dato no parece haber sido muy preciso, puesto que en 1979 el huracán David, de categoría 5 y con vientos máximos de 281 km/h, produjo la muerte de 2000 Dominicanos. 

Afortunadamente en Cuba no ocasionó similar estropicio, ya que llegó a sus costas bastante debilitado con categoría 1. Llegó a la Florida, al área de West Palm Beach, y a Georgia, New York, Canadá e incluso Islas Feroes, ¡¡En Dinamarca!!.

Maldita Hemeroteca 

Fuente: Instituto de Meteorología de Cuba // Revista Bohemia.
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