LA PENTARQUÍA


En septiembre de 1933, los disturbios en la imagen política de Cuba volvieron a su punto álgido. 

Insatisfechos, tanto con una reducción propuesta en el pago como con una orden que restringía sus promociones, los niveles inferiores del ejército, liderados por el sargento-taquígrafo Fulgencio Batista, invitaron al Directorio a reunirse con ellos en el Campamento Columbia, en La Habana, el 4 de septiembre. 

El contacto de Batista con los líderes del Directorio se remonta a la lucha contra Machado, cuando había servido como taquígrafo durante algunos de los juicios de los estudiantes. Cuando los estudiantes llegaron a Columbia, la disciplina del ejército se había derrumbado. 

Los sargentos estaban al mando y habían arrestado a numerosos oficiales del ejército. Después de consultar con Batista y el ejército, el Directorio acordó derrocar al presidente provisional Carlos M. Céspedes y nombró a cinco hombres para formar una pentarquía (comisión ejecutiva civil de cinco miembros) para encabezar un gobierno provisional*. 

Esa misma noche, Céspedes entregó la presidencia a la Comisión de cinco miembros que tomó posesión formalmente del palacio presidencial.

El 4 de septiembre de 1933 fue un punto de inflexión en la historia de Cuba. Marcó la entrada del ejército como una fuerza organizada en la dirección del gobierno y el surgimiento de Batista como autodenominado jefe de las fuerzas armadas y el árbitro del destino de Cuba en los años venideros. 

En esa fecha, los estudiantes y los militares, dos grupos armados acostumbrados a la violencia, se unieron para gobernar Cuba. El “matrimonio”, sin embargo, fue de corta duración. Pronto comenzó una rivalidad entre estudiantes y militares por la supremacía. Muy pocos esperaban que los estudiantes ganaran.

La incapacidad de la Pentarquía para gobernar el país se hizo evidente de inmediato. 

El grupo carecía no solo del apoyo de los diversos partidos y grupos políticos, sino también de los Estados Unidos. El gobierno de Franklin D. Roosevelt, sorprendido y confundido por los acontecimientos en la isla, se negó a reconocer al gobierno de cinco hombres y apresuró a los buques de guerra a las aguas cubanas. 

Cuando un miembro de la Pentarquía promovió al sargento Batista al rango de coronel sin la aprobación requerida de los otros cuatro, otro miembro renunció y el régimen colapsó. En una reunión con Batista y el ejército el 10 de septiembre de 1933, el Directorio, con el consentimiento de Batista, designó al Dr. Ramón Grau San Martín como presidente provisional.

* Los miembros fueron Ramón Grau San Martín, Sergio Carbó, Porfirio Franca, Guillermo Portela y José Miguel Irisarri.

Fuente: Jaime Suchlicki es Director del Instituto de Estudios Cubanos. // https://cubanstudiesinstitute.us/
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