ANA DOLORES CASTILLO: La primera en Cuba con un dan en su cinto

La Nipona Seiko Fukuda, de San Francisco en California, se convirtió en la primera mujer en alcanzar el décimo dan en este deporte. // 

En el año 1932, el judo tuvo por primera vez una mujer con clasificación de cinta negra en Ozaki Katsuko, un cinturón que fue confirmado un año después por el máximo maestro de esta disciplina, el mítico sensei Jigoro Kano (1860-1938).

En Cuba ese mérito le correspondió a la judoca Ana Dolores León Castillo, natural del municipio "La Lisa, en la Habana, y que en su caso no solo fue la primera fémina con ese color en su cinto, si no con el plus de un primer dan. De esto se cumplen hoy 40 años, y 44 del primer torneo internacional femenino de esa federación internacional, un evento que fue organizado en la ciudad de New York en 1980. El judo, aunque nació en Japón, por muchos años significó un privilegio exclusivo de los hombres.

El sistema Dan se remonta al siglo XVII, y fue creado porHoninbo Dosak, un experto en el milenario juego de mesa "Go" y el maestro Jigoro Kano lo introdujo en el judo en 1882.

Sería bueno aclarar que en 1926 se organizó en Japón un programa de entrenamiento dedicado a las mujeres, pero su práctica se limitó entonces a la educación física y moral mediante la practica del kata y randori, manteniéndose prohibida toda competencia. En la historia de este deporte jamás existió un dan superior al 10º aunque no existan límites. Hasta el 5º dan el cinturón es de color negro, en cambio los 6º, 7º y 8º son bicolores a cuadros blanco-rojo. Los 9º y 10 dan son de color rojo.

El 10 dan no llevan traje negro y cinturón blanco sino judogi blanco y cinturón rojo, lo que se puede comprobar en el rojo que lleva la madrileña Sacramento Moyano, de 71 años, la única española que ostenta el rango de noveno dan y profesora de la tres veces olímpica Esther San Miguel, quinto lugar en los juegos de Pekín 2008, y bronce en el mundial de Osaka 2003.

Tanto Moyano como María Luisa Iglesias, participaron en aquel primer campeonato mundial celebrado en el neoyorquino Madison Square Garden. Otra cinturón roja es la bilbaína Carmen Solana, diez veces campeona de España y que alcanzó el octavo dan, mientras que la vallisoletana Miriam Blasco, sexto dan, tuvo el mérito de haber sido la primera (creo que única) española campeona olímpica, un lauro alcanzado en los juegos de Barcelona 1992.

Con 98 años la sensei Keiko Fukuda, de Noe Valley en San Francisco, se convirtió en el 2011, dos años antes de morir, en la mujer mejor clasificada del mundo con un décimo dan, y la única estudiante viva en ese momento del mítico profesor, y fundador del judo, Jigoro Kano, quien abrió su primera escuela en 1882.

Entre las judocas cubanas de mejores resultados está Idalys Ortíz Bocourt, de Artemisa, antigua localidad Habanera, hoy provincia, quien fuera la campeona en más de 78 kilos de los Juegos olímpicos de Londres 2012, plata en Rio 2016 y Tokio 2020, además del bronce alcanzado en su primeros juegos de Beijing 2008.

Con esta hazaña, Idalys Ortíz igualó a otra grande de este deporte, Driulus González, en los 63 kilos, las dos alumnas del fallecido profesor Ronaldo Veitia Valdivié, que a su vez era cinta negra y 8vo dan, como lo fue también de estelares del patio como Estela Rodríguez, Legna Verdecia, Amarilis Savón, Daima Beltrán, Odalys Revé y Yurisleidis Lupetey.
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