Aunque su popularidad en los países hispanoamericanos es inmensa, particularmente en países del caribe como Cuba, República Dominicana, Puerto, como también Venezuela, México y Panamá, la realidad es que el dominó surgió hace muchísimos años en China, alrededor del año 1120 durante la dinastía Hui Tsung.
Aunque generalmente se juega en parejas, también se puede en solitario, pero en ese caso carecería de competividad y estrategias, aunque dependiendo del país puede adoptar su propia variante de las reglas y formas de practicarlo. Incluso en España, así como en Puerto Rico y la mayoría de los países hispanoamericanos, las fichas llegan solo hasta el doble seis como máximo, y no al doble nueve como es usual en Cuba. No obstante se dice que hay zonas del oriente Cubano donde sí se juega esta variante del doble seis.
La mayoría de las federaciones, Femundo o FID, tienen adoptada la modalidad del doble seis en sus competencias oficiales, en cambio la FIDO juega con fichas que pueden llegar hasta el 18-12.
Se conoce que en sus inicios los chinos incluían 32 fichas y 11 de ellas duplicadas, mientras que en la forma occidental, también llamado dominó de doble-seis, contiene 28 con sus mismas 21 combinaciones, más 7 en blanco. Por lo general en Cuba no así como ya se dijo, pues la máxima ficha llega hasta el doble 9 dentro de un conjunto de 55 que suman 459 puntos en total. También se conoce un tipo de dominó menos usado, que llega hasta el doble doce y está compuesto de 91 piezas.
A diferencia de España que son las cartas, el dominó está considerado en Cuba como el juego nacional de mesa, es un símbolo de su identidad, y aunque se suele decir que lo inventó un ciego y un sordo, en referencia a lo vital que resulta esconder y no delatar las fichas, probablemente no haya un jugador en todo el mundo más alborotador y escandaloso que el cubano, alcanzando un nivel de emoción que roza el paroxismo y hasta la gresca en algunas ocasiones.
En la modalidad Cubana, la más difundida en la isla y que por lo general no se suele apostar dinero, en cada data o mano se emplean 40 fichas, diez por cada jugador, y las quince restantes permanecen en el tablero boca abajo aunque no se utilicen.El primer jugador que logre deshacerse de todas las fichas grita: "Me pegué" y se declara ganador, en tanto que si la partida de "tranca" o bloquea porque ninguna de las dos parejas tiene conque jugar, el que menos puntos tenga al sumarse las fichas gana, sumando a la vez las que tiene el contrario hasta llegar a 100.
Otro aspecto muy singular y no típico de otros países, es el nombre con el que se suelen los cubanos bautizar a las fichas. Por ejemplo al doble-blanco se dice "La Playa" o "Blanquizal de Jaruco", el uno-blanco, "Lunar de Lola", el tres-blanco, el "Trío Matamoros", el cinco por una cara, "Sin comer no se puede vivir" o el doble nueve - "La gorda", mientras que entremezclar las fichas antes de comenzar a jugar se conoce como "Dar Agua". De hecho cuando un Cubano dice: "dale agua al dominó ese", significa que es mejor dejar el tema a un lado. Es más, en ocasiones una partida de dominó suele ser el motivo perfecto para analizar, e incluso filosofar "a sotto voce", algún tema que está afectando en ese momento.
Nota: En marzo del año 2016, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como parte del cacareado deshielo que terminó por congelarlo todo más de lo que estaba, visitó un popular programa humorístico de la televisión Cubana donde tras una sorpresiva visita, confraternizó con jugadores de dominó como parte del sketch.
Maldita Hemeroteca.
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