LOS COMUNISTAS: Se salieron con la suya

La torre de Manaca. // 

Al partir de Cuba, presionado y destituido por todos sus desmanes y triquiñuelas políticas, el general y presidente Gerardo Machado y Morales dijo una frase que ha quedado para la posteridad: "DESPUÉS DE MÍ EL CAOS".

Y sí, claro que sabemos lo que pasó con Machado, los muertos, el pandillerismo, la anarquía comunista que se había desatado en el país, pero aun así Cuba había sido muy prospera bajo su gobierno que luego sucumbió al crack mundial. Tanto fue el caos, que el instrumento nombrado por los violentos del A.B.C., el señor Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, no duró ni treinta días, el "hijo de papá pintó menos que un manco".

Y hablando del comunismo, un día como hoy, 24 de enero pero de 1950, el señor Ángel Rodriguez, secretario organizador de la FNTA, la entonces federación nacional de trabajadores azucareros de Cuba, denunciaba al periódico "Diario de la Marina" que los comunistas intentaban sabotear la zafra dándole candela a los cañaverales.

Estos hechos, que fueron confirmados por el secretario de esta organización y representante a la cámara Emilio Surí Carrillo, al parecer fueron filtrados de una reunión que celebraron los comunistas el día 19 donde trazaban el plan de atentados supuestamente. Rodriguez lo denunciaba así al ministro de defensa: "¡Si a los comunistas no se les vigila, verán la candela que darán a los cañaverales!".

El central Trinidad, con más de 420 caballerías, estaba situado en el conocido "valle de los ingenios" del poblado de Fomento, muy próximo a Trinidad, en la antigua provincia de las Villas, y garantizaba trabajo a 2000 residentes de la zona, entre azucareros y ganaderos. Lo construyó el industrial norteamericano Henry Havemeyer en 1892 en tierras de la potentada familia "Los Iznaga", y era administrado por el coronel mambí Carlos Ernesto Font Sterling.

Este coronel se había incorporado a las fuerzas del 4to cuerpo de las Villas el 24 de octubre de 1895, como miembro de la 1ra División comandada por los Mayores Generales Serafín Sánchez y el polaco Carlos Roloff. Como perito mercantil, fue nombrado inspector de hacienda en las Villas y desde 1897 integró de la asamblea constituyente de La Yaya. En su corta vida, porque murió a los 48 años, fue redactor del periódico "La Republica", el órgano del ejercito libertador en Remedios, dirigido entonces por el comandante Juan Maspons Franco y que su staff lo integraban el futuro segundo presidente de Cuba, general José Miguel Gómez, Eusebio Hernández y los entonces coroneles Enrique Loynaz del Castillo y Guillermo Fernández Mascaró.

Como si fuera poco, en 1957 el industrial vasco Jesús Azqueta Aranguena había construido allí la papelera "Pulpa Cuba S.A.", otra fuente de empleo que había sido financiada con más de 8 millones por el BANDES, entidad vinculada a Fulgencio Batista, con lo cual no cabría más nada que decir. Ni la comida que esos miles de obreros llevaban a la mesa hizo detener a estos marxistas que, por saberse desplazados en las urnas, apelaban a lo que sabían hacer muy bien para conseguir su objetivo. Por supuesto, en 1959 el Trinidad y su papelera, rebautizada después como "El Vaquerito", resultaron de las primeras propiedades de la zona en ser expropiadas por los barbudos.

Y claro, hoy los tecnócratas de la dictadura Castrista podrían argumentar que aquella FNTA era una organización de espaldas al "sufrimiento de nuestros trabajadores azucareros", o que estaba confabulada con los negocios fraudulentos del gobierno de Carlos Prío Socarrás y toda esa monserga a que nos tienen acostumbrados, sin embargo no podrían, porque de hacerlo olvidarían que fueron ellos mismos los que, en 1959, rebautizaron el expropiado central Trinidad como "FNTA", en honor - precisamente - a esa Federación azucarera Cubana con lo cual muy mala no debió ser.

Con los años los comunistas consiguieron su objetivo, aunque no por la candela de sus atentados. Desgraciadamente el FNTA fue uno de aquellos 90 centrales y 70 mil trabajadores que sucumbieron a la desidia, la ineficacia y la improductividad del sistema creado por "el máximo líder", cerrando sus puertas para siempre en el 2004. No solo eso, sus bateyes se convirtieron en pueblos fantasmas donde sus residentes pasaron a engrosas las filas de parados en lo que un día llegó a ser la mayor, y más poderosa, fuente de empleo en la isla.

Y como la vida es como es, el nieto de este coronel mambí, el señor Carlos Font Boullosa, fue de los buzos que integraron la brigada 2506 que desembarcó en Playa Girón en 1961. Aunque al final - repetimos- habrá que reconocer que los comunistas, se salieron con la suya, si de destruir se trata. 


Maldita Hemeroteca.
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