PUESTO DE DOLORES: Donde la decoro militar se abrió paso

-- Guardia Civil en Cuba // 

La Guardia Civil se creó en Cuba en 1851, siete años después de su institucionalización en la Península, y en la isla respondía a la mismas funciones: la vigilancia del territorio rural por parte del Gobierno y efectuar el control político del país, para así proteger las instituciones de la monarquía liberal. 

Según recoge en sus apuntes el general Francisco Díaz Valderrama, el nuevo Capitán General de Cuba, José Gutiérrez de la Concha, dicta ese año los reglamentos de la Guardia Civil y escribe uno plagiado del peninsular. En 1853, el siguiente capitán general, Juan Manuel de la Pezuela, destinó a la partida los primeros 258 efectivos.

Y el cuerpo no paró de crecer, sobre todo cuando estalló la primera guerra de independencia (1868-1878), y aún más cuando se acercaba la segunda y definitiva (1895-1898). En 1872, los agentes llegaban a 3.700; en 1881, a 4.800, y en 1890, a 5.280, superando después esa cifra para acabar dando apoyo al ejército en las acciones de combate. Para finales del siglo XIX, 1895, habían desplegados en Cuba un total de 5.280 efectivos. 
Con los años la cantidad de efectivos de la guardia civil en Cuba superaron los de la misma península.
Sin embargo, pese a lo alto número de guardias, se dio el caso de un hecho ocurrido en la localidad de Cienfuegos en 1895, y que bajo el titular de "Un héroe", se publicaron el 19 de noviembre en los periódicos "La correspondencia de España" y en "El País", sendos artículos en los cuales se recogía una curiosa hazaña protagonizada por uno de esos guardias civiles que custodiaba, con apenas once efectivos, un fuerte en la zona conocido como el "Puesto de Dolores", en la entonces villa de Cienfuegos.

Todo comenzó cuando este grupo de soldados, al mando del guardia civil de segunda clase Cándido Santa Eulalia, tuvo que enfrentarse a más de 300 insurrectos comandados por los jefes mambises, capitán José María Rojas Fulero, y Moreno Rojas que intentaban tomar el fortín de esa localidad. Previo al ataque, el capitán cubano le envió al soldado Cándido la siguiente comunicación: 

"Sr. Comandante del Puesto de la Guardia Civil de Dolores:

Muy señor mío, por orden Superior y que bajo ningún pretexto puedo dejar de cumplir tengo que tomar el fuerte que usted ocupa mañana a las nueve sin falta. Yo para no cometer un acto infame y dar muerte "terrible" a ustedes, que serán víctimas de su Gobierno, les advierto esto, para si quieren entregarse sin formar combate y librarse de perecer todos si se oponen al rendimiento. 

Usted, si se entrega y quiere pasar a nuestras filas, obtendrá el grado de Sargento primero, y en buena paz y unión le ofrezco la mayor consideración y hermandad. Y si se oponen será destruido el fuerte por cuatro bombas de dinamita y 300 hombres que, a las nueve próximamente, los tendrán sitiados. La contesta la espero enseguida. Queda de usted con consideración.

El Capitán José María Rojas Falero. Por orden, el ayudante, C. Crespo".

Ante la solicitud de rendición de la guarnición, la respuesta del guardia Santa Eulalia fue desconcertante:

“"Señor don José M. Falero, muy Señor mío:

Enterado de su atenta carta , debo de manifestar que yo soy muy español y sobre todo pertenezco a la Benemérita Guardia Civil, y que habiéndome mis dignos jefes honrado con el mando de este Destacamento prefiero mil veces la muerte que yo ser traidor a mi patria y olvidar el juramento de fidelidad que presté a la gloriosa bandera española en cuya defensa derramar hasta mi última gota de sangre antes de cometer la vileza de entregarme con vida a los enemigos de España y mi Rey. 

El ascenso que me proponen para nada lo necesito pues estoy orgulloso de vestir el uniforme de Guardia Civil y como soldado y mi mayor gloria seria morir con él. Mis jefes también saben premiar a los que saben defender su honra, y así es, que reunido con todos mis dignos compañeros, rechazamos con energía todas vuestras predicaciones y amenazas, y estrechados como buenos hermanos y como defensores de este pedazo de terreno gritamos, pero muy alto, para que ustedes lo oigan: 

¡ Viva España!, ¡ Viva nuestro Rey!, ¡Viva la Guardia Civil ! Aquí estamos dispuestos a morir, vengan cuando gusten a tomar el pueblo, para que lleven su merecido. Dolores, 27 de octubre. 

El Guardia de segunda Cándido Santa Eulalia"”.

La respuesta del cabecilla mambí fue sorprendente...

"Amigo mío:

Me gusta tratar siempre con el hombre valiente y caballero. Yo tengo una orden superior para que hoy sin falta tome el fuerte y cumplir lo mandado contra ustedes, pero al ver hasta dónde llega su educación y valentía, dejo por hoy de cumplir mi deber, y haré además desistir a mis jefes de cometer este acto que es infame porque ustedes nobles españoles, no harán más que cumplir como los héroes de vuestra patria. 

Yo trataré de dar mis excusas y buscar los medios que estén a mi alcance para cuanto pueda en bien de vosotros. Ruego a usted que me dispense, desde hoy, como defensores de una idea seremos enemigos, pero en lo tocante a nuestra personalidad, puede usted contar con un buen amigo y servidor, el capitán José María Rojas Falero y ayudante C. Crespo."

Sería correcto señalar que Cienfuegos no contó casi para nada entre las ciudades del alzamiento simultáneo del 95, de hecho no recibió indicación alguna por parte del partido revolucionario Cubano. Además, era un fuerte bastión español en la isla donde existían, además, importantes intereses económicos norteamericanos. 

De hecho sus aguas estaban fuertemente vigiladas por el batallón de Infantería de Marina de voluntarios, al mando del coronel Luis Armada, frente a la que cayeron derrotados en los Cedros las huestes mambisas del teniente coronel Sixto Roque. Luego los Cubanos sí llegaron a hacerse sentir con la creación de la brigada de Cienfuegos, comandada por el general de división José González Planas y el paso del general Antonio Maceo durante la invasión a occidente.

Con los años el camino que conducía a este fuerte se convirtió en la calzada de Dolores, lo que permitió que Cienfuegos se fuera urbanizando con modestas viviendas que con los años fueran mejorando, hasta que en 1905 lo que entonces era la única entrada y salida de la ciudad fuera rebautizada como "Avenida Máximo Gómez". Y bueno aprovechando la ocasión, publicaremos algunos datos del número de muertes, sus causas y lugares de procedencia de de este cuerpo armado en Cuba, en esta ultima etapa de la guerra.


Nota: 

En la actualidad la Guardia Civil, conocida desde 1929 como la "Benemérita", vela por el control de las armas y explosivos; el resguardo fiscal del estado; el tráfico inter-urbano, salvo en aquellas Comunidades Autónomas que lo tengan asumido; la custodia de las vías de comunicaciones, puertos y aeropuertos y la protección de la naturaleza, caza pesca y medio ambiente. (SEPRONA). Además se encarga de controlar las actividades terroristas, de hecho no pocos agentes de este cuerpo han sacrificado su vida contra de las actividades de la banda ETA. 

Fuente: Episodios de la Guardia Civil. De cuba / Francisco Cabrera. Tomo I.
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