BOMBAZO: El hallazgo de un diario podría cambiar la narrativa histórica Cubana


El hallazgo de un diario, 130 años después, podría cambiar la narrativa histórica Española sobre lo que pasó en Cuba en 1898. Y es que al cabo de tantos años la gente se sigue preguntando como fue posible que 18 mil marines hayan derrotado a un ejercito que ese año tenía en Cuba 180 mil efectivos, más 40 mil voluntarios cubanos, estos últimos conocedores de un terreno que podía haberse convertido en una trampa mortal para los invasores de cara a las fiebres.

Pues resulta que ha aparecido un libro, más bien una especie de diario, que fue escrito por el ministro de la marina Española de aquel año, que podría cambiar de un plumazo lo que hoy conocíamos acerca de lo que en realidad sucedió allí, y que los historiadores suelen llamar "El Desastre de 1898". Vamos por parte porque aquí señores, "hay tomate".

Hasta ahora habían cinco libros que fueron escritos por protagonistas de aquellos hechos, en primer lugar las notas del almirante Pascual Cervera y Topete por supuesto, el jefe de la armada española, las de Víctor María Concas, jefe de su estado mayor y capitán del crucero "Infanta María Teresa", las del Rodriguez Ardenius, un alférez del destructor "Furor", otro del capitán del puerto de Santiago de Cuba José Muller Tejeiro y los tomos 9 y 10 de "Crónicas de Santiago de Cuba" de Pablo sin embargo, existe un sexto que en su momento no fue autorizado a publicarse, por algo sería, que fue escrito como notas de un diario por el entonces titular de la Marina, y capitán de navío de primera clase, Ramón Auñón y Villalón.

La obra de este brigadier, que consta de casi mil folios y que ha permanecido inédita durante casi medio siglo, demoró tanto en terminarse que las ultimas páginas, que se calcula fueron redactadas alrededor de 1909, se hicieron a maquina de escribir y que no existía cuando se escribieron los anteriores cinco que, dicho sea de paso, le habían servido a millones de personas para conocer "la historia oficial" de los últimos estertores Españoles en el territorio de ultramar Cubano, al menos hasta ahora.

Entrecomillamos historia oficial, porque si todo lo que narró este señor fue cierto, no estaríamos ante el desastre de 1898, más bien habría que llamarlo a partir de ahora "la traición de 1898". Esta versión, aunque resultó peligrosa para el gobierno, tuvo tal trascendencia que al parecer se vieron obligados a conservarla aunque fuera en un lugar oculto. Y si las notas del almirante Pascual Cervera ha sido consideradas como "información de primera mano", pues imagínese entonces la de este señor que era el ministro en Madrid.

Según el criterio de los investigadores, entre ellos el ingeniero nuclear Jose María Balmisa, quien encontró los diarios mientras realizaba otra investigación, el coronel de artillería José María Manrique y el empresario Enrique Rovira, esta obra, «Luz sobre la guerra de 1898», creen que lo que motivó a ministro Auñón fueron dos cosas, primero su apego a la verdad por dura que fuera, y segundo "para curarse en salud", osea evitar que terminaran inculpándolo de alguno de aquellos errores. 

"Después, cuando las viudas y los huérfanos preguntaron el porqué de aquella carnicería estúpida, todos miraron hacia otra parte o plantearon vagos lugares comunes sobre la patria, la honra y la bandera". Pérez Reverte.

Recordemos que varios de aquellos militares, incluyendo al propio Cervera, fueron sometidos a consejos de guerra de los cuales salieron airosos por los pelos. En su caso no, aunque sí dimitió en 1899. Resulta curioso que a este libro le faltara el epílogo, que al parecer le fue arrancado por algún motivo, ahora evidente. Sin embargo a su favor hay que añadir que no se le puede achacar ningún tipo de vendetta política con esta obra, ya que como liberal que era fue uno de los hombres del propio presidente Práxedes Mateo Sagasta.

En el diario, el militar analiza los disímiles errores cometidos por la Armada española, desde la tardía salida de Cervera de Canarias, del que aseguró que no cumplía sus ordenes, hasta las mentiras que le dijo al asegurarle que la artillería no tenía problemas, cuando en realidad no hicieron apenas blancos a la hora buena. De la extraña perdida de los destructores en alta mar, o la supuesta negación de carbonear en la isla de Martinica antes de seguir para Cuba.

Que el almirante pudo salir de Santiago el día 20 de mayo para el puerto de Cienfuegos que estaba conectado por tren con el super artillado de la Habana, y no esperar a que la bocana se convirtiera en una ratonera. Es que nadie esperaba que la invasión se produjera por Santiago de Cuba, que había mandado ya sus cañones para la Habana previendo que fuera por allí. Grave error, porque era en Oriente donde estaban los mambises.

En fin que este ministro "tiró al medio" los graves errores que se cometieron, y que hasta ahora no eran del conocimiento de casi nadie. Al punto de que el supuesto telegrama que envía Cervera a Madrid con la noticia del bloqueo de la bahía el día 24 no fue cierto, ya que según Auñón los primero buques estadounidenses llegaron a la bocana cinco días después.

Este hallazgo motivó a que otros investigadores "entraran al trapo". Como ha sido el caso del capitán de marina Federico Miguel Santaella, licenciado en geografía e historia y autor del libro "1898: crónica de una derrota pactada". Este militar reservista asegura, entre otras cosas, que hubieron tres intentos de compra de la isla por parte de los Estados Unidos, el primero desde muchos años antes. Que el tercero fue pactado con el presidente de Estados Unidos William McKinley supuestamente por 300 millones de dólares, con un millón para cada ministro español en calidad de comisión. 

España, primero que nadie, reconoce que las ofertas de compras fueron reiteradas desde 1823 por los presidentes Quincy Adams, James Polk, James Buchanan y Ulysses Grant, y que luego en 1898 la de William MacKinley, en aparente tono de ultimátum, sin embargo Madrid las rechazó todas. 

Que a raíz del inicio de la guerra, en 1870 el efímero presidente catalán Joan Prim había entablado negociaciones secretas sobre una posible emancipación de Cuba, mediante el pago de una indemnización garantizada por los Estados Unidos, pero que por presiones políticas se vio obligado a abandonar la idea Que ya para el año 1898 la campaña Cubana le estaba costando a una arruinada España más de 2 mil 300 millones de pesetas.

Buque insignia Infanta María Teresa

¡FUERTE!. 

Esto nos dirige supuestamente hacia la celebración de una guerra ficticia sin importar las vidas que costaría. De hecho Santaella es de la opinión de que la voladura del acorazado Maine no llevaba por objetivo provocar la guerra entre los dos países, como se ha dicho, si no movilizar la conciencia del pueblo de los Estados Unidos que desde la guerra de secesión no quería saber nada de conflictos bélicos. 

Si no... 

¿Por qué dio la casualidad que la mayoría de los oficiales del Maine estuvieran de fiesta, y que los pobres marinos, de la raza negra muchos de ellos, pagaran las consecuencias?. De aquellos 253 muertos en la explosión, más 7 que murieron después por las heridas sufridas, solo 165 pudieron ser identificados, 102 no. Fueron enterrados en el cementerio de Colón en la Habana, otros al cementerio de Cayo Hueso, hasta que el 28 de diciembre de 1899 los restos fueron trasladados a la sección 24 del cementerio de Arlington.

Que a partir de este suceso, bien trabajado como fue por la prensa norteamericana, dígase William Randolph Hearst y Joseph Pulitzer sobre todo, fueron miles los que solicitaron unirse al ejercito para ir a pelear a Cuba. "¡Remember the Maine!" se convirtió en un poderoso grito de guerra nacional, impulsado por esas muertes. Por cierto, sobre el monumento erigido en memoria de esas victimas en el malecón Habanero, ya sabe como somos los cubanos de incongruentes. ¿El Águila? ¿pá bajo que es yankee!

Por otro lado y siguiendo el obligado trazo de la especulación, se podría poner en duda que el asesinato del presidente Antonio Cánovas del Castillo, ocurrido en 1897 en el balneario de Santa Águeda en Mondragón, haya sido obra del supuesto anarquista italiano Michele Angiolillo, como hasta ahora se ha dicho, cuando en realidad se trataba de un asesino a sueldo.

Que resulta curioso que al morir Cánovas, que era el hombre que aseguraba que por Cuba se daría hasta la ultima peseta y gota de sangre, fuera sustituido por un liberal como Sagasta que, de entrada, lo primero que hizo fue retirar de Cuba al general Valeriano Weyler cuando ya tenía a los mambises arrinconados en Oriente. Que lo primero que su sustituto, el general Ramón Blanco y Erenas, fue enviar al capitan de fragata Emilio Ruiz del Árbol y luego al general Pando a los EEUU para negociar, supuestamente, la venta de la isla o, al menos, conseguir alguna salida decorosa para España en el conflicto. 

¿Qué hacía Pando en la Florida, cuando la armada de Cervera estaba siendo masacrada en Santiago de Cuba?. Es que desde 1890 ese general ya había hecho varios viajes a los Estados Unidos con el fin de reunirse con el entonces candidato a presidente, Mr Grover Cleveland, intentando - dicen -  conseguir un acuerdo que agradara lo mismo a Cuba, a los Estados Unidos como a España.

Misión Peligrosa
Existen preguntas realmente difíciles de contestar, por ejemplo ¿por que este capitán de navío se opuso a que el ingeniero Isaac Peral desarrollara su proyecto del primer submarino del mundo, un arma que con toda seguridad hubiera cambiado la correlación de fuerzas entre los ejércitos?. 

¿Acaso fue sometido a consejo de guerra por desertar a EEUU desde su jefatura en Matanzas o, por el contrario, por ser un espía al servicio Yankee?. No, vivió retirado en Segovia tranquilamente.  A día de hoy, es así es como le consideran muchos historiadores e investigadores. (Misión Peligrosa. Periódico La Dinastía de Barcelona, 20 de julio de 1898).

Como habrá podido ver, se trata de una nueva versión de la historia nada fácil de creer, y que de ser cierta la pondría patas arriba en este sentido, incluso la Cubana misma, porque ya puestos nos gustaría saber si estuvo algún jefe mambí al tanto de esta supuesta venta-negociación?, si acaso la amistad entre  Calixto García y Blanco Erenas tuvo que ver algo con la supuesta pantomima bélica de Santiago. 

Recordemos que durante su deportación a España en 1883, el general holguinero solía visitar frecuentemente sus oficinas en Madrid, cuando Erenas había sido designado director general de Artillería. Y recordemos tambien que fue Calixto, precisamente, quien coordinó el ataque mancomunado entre los marines norteamericanos y los mambises por la playa santiaguera de Daiquirí. 

¿Acaso cambiará a partir de ahora la alta estima que se le tiene en Cuba al almirante Cervera?. En fin, una locura especulativa que no tendría para cuando acabar, incluso por la actualidad que adquiere el tema en torno a lo que está sucediendo en España, según discurso y la narrativa de los panelistas. 

Maldita Hemeroteca

Resaltado en "negritas", les dejamos las fuentes de estos dos vídeos que tienen como podrá imaginar, a las redes con temas históricos prácticamente ardiendo. 
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