BREVE HISTORIA DE MARIANAO: Primera Parte

Iglesia San francisco Javier de los Quemados

Según el libro del historiador Fernando Inclán Lavastida, "Historia del Marianao", la fundación del pueblo de "Los Quemados" prosiguió al incendio del caserío "Curazao" en 1726. Se llegó a conocer por un hallazgo encontrado en la parroquia San francisco Javier de los Quemados.

Pero antes nos gustaría destacar algo sobre este autor. Y es que además de sus vastos conocimientos de la zona, para la primera edición de su libro que fue publicado en 1943, (la segunda fue en 1952) el profesor Lavastida contó además con una valiosísima fuente de información procedente de personas que habían vivido en ese municipio, incluso en el siglo XIX.

También se auxilió de varios ex propietario de importantes empresas del barrio, como el señor Manuel Aspuru por ejemplo, último dueño del central "Toledo" que el Castrismo rebautizó después como "Manuel Martínez Prieto". Igual le apoyaron los ex alcaldes del municipio, Ortelio Alpizar e Isidro Viera, entre otras personalidades. De ahí lo extremadamente valiosa de esta obra. 

Además fue administrador y profesor de historia del instituto privado "American Academy", situado en la calle General Lee, numero 5114, entre Calzada Real y Santa Catalina (114 e/ 51 y 59) pero ojo, no confundirla con otra academia privada situada también en General Lee, en este caso entre las avenidas Steinhart y Rosendo Collazo (114 e/45 y 47), la academia "FIAT LUX", colindante con lo que un día fue la "Fabrica de Carteras". 

El altar y pared citados.

Pues don Lavastida nos cuenta que hacia el 1735, ya en el nuevo "Quemados" existían algunas casas de emigrantes así como una primitiva Iglesia, la que fue remodelada primero en 1747, y luego por segunda ocasión en 1927. Fue en esa ultima reparación donde se encontró una vieja pared con la inscripción fechada en 1747, la misma donde se encuentra colocado el altar principal de esa parroquia. 

Que el lunes 12 de Junio de 1812 arribó al puerto de La Habana, procedente de Cádiz, la goleta de guerra española "Cantabria" al mando del Teniente de Fragata José Várela, que era portador de una Real Orden de la corte que disponía la reorganización del régimen territorial sobre la base de la creación de Ayuntamientos Constitucionales; y uno de los que surgieron en esa "repartición" fue el San Francisco Xavier de Los Quemados, al que le fueron asignados los mismos limites regionales que tenía entonces. 

Como primer Alcalde fue nombrado San Francisco Xavier de Los Quemados, auxiliado por don José Ramón Acevedo desde los cargos de Secretario y como Sindico por don Salvador González y don Rafael de la Cruz. Que para el 1846 en el barrio de los Quemados habían cincuenta casas de mampostería, veinte de tablas, veintidós de guano y trescientos catorce habitantes. 

Entonces Marianao contaba con una sola calle: San Francisco Javier que después se rebautizó como Calzada Real o Avenida “Máximo Gómez” (Hoy ave 51). 

En 1878, al constituirse el Municipio de Marianao, "Los Quemados” pasó a ser uno de sus barrios bases que, con los años, aglutinó los repartos "Panorama", "La Isabela", "Los Hornos", "Buen Retiro", "La Serafina", "Loma Llaves", "Clarisa", "Conchita", "Nogueira", "Alturas de La Salle" y "Oriental".

En el año 1875 la administración de Correos fue trasladada de Puentes Grandes a Marianao y el 7 de abril de 1877 se constituyó la Sociedad "El Recreo", en la que se dieron cita los más ilustres y encopetados personajes de la sociedad colonial, quienes llegaron a construir casi un centenar de quintas vacacionales o de descanso, alineadas en ambos lados de la conocida "Calzada de La Habana a Guanajay", rodeadas de jardines y árboles frutales. En la foto de abajo se aprecia una de esas Quintas.

Tras años de gestiones y súplicas, el 1ro de enero de 1879 el Ayuntamiento de Marianao se constituyó como municipio, y a principios de 1883 se comenzaron las obras del ramal del Ferrocarril a la Playa, bajo la dirección de Don José López Trigo, obra que se inauguró el 22 de marzo y con la cual dio Marianao otro gran paso en dirección al progreso.

TOLEDO

El Central Toledo fue fabricado en los terrenos del antiguo trapiche "San Andrés", una finca que en 1762 compró doña Juana de Sotolongo al director del coro eclesiástico, don Diego Franco de Castro. Allí la señora Sotolongo fundó lo que fue primero el Ingenio “Nuestra Señora del Carmen”, y que luego vendió a José María Martínez de Campos y de la Vega, el famoso conde de Santovenia y pasando en 1856 a Don Francisco Durañona, el dueño de la famosa "Quinta Durañona". (118 y 51)

El señor Durañona le cambió el nombre por "Toledo", ya que era su lugar de nacimiento en España. En 1909 fue adquirido por Don  Juan Aspuru e Isasi y luego pasó a sus herederos que fueron los que construyeron en el estadio de beisbol en el batey. Esta familia lo tuvo en propiedad hasta el ultimo momento, que fue nacionalizado en 1959.

A finales de la guerra de independencia, en "La Quinta Durañona" se instaló un hospital militar, mientras que Manuel de Ciria y Vinent, Marqués de Cervera, era designado por el entonces capitán general y comandante de las fuerzas españolas en Cuba, general Valeriano Weyler, alcalde en comisión y comandante militar de los Quemados. Hoy radica allí el centro "Prodanza", ni la sombra de lo que un día fue.

PANADERÍA "EL ROBLE"

Por otro lado, y en este caso con datos obtenidos en otro libro, "Historia del Distrito Municipal de Marianao", de José F. Rodriguez, la famosa panadería "El Roble" existe en los Quemados desde 1835. Fue fundada por el señor Andrés Amis en el numero nueve de la calle Príncipe Asturias, luego Adolfo del Castillo. (Cruce de 114 y 51). En 1884 pasó en propiedad a un señor de apellido Iglesias, hasta que en 1889 la adquirió el emigrante asturiano Don José Suárez Solís. 

Recuerde que por lo general las calles habaneras cambiaban de nombre constantemente, según el contexto histórico que venía ocurriendo, y claro, con la intervención norteamericana de 1898 lo que era la calle "Domínguez" pasó a llamarse "General Lee". Fue Francisco Orúe, el ultimo alcalde de Marianao, que en 1957 acabó con todos aquellos nombres dotando a las calles solo de números.

Esta panadería "El Roble" fue tan famosa, que la misma esquina pasó a llamarse popularmente así, "la esquina del Roble." Con los años pasó a ser propiedad de los señores Jesús Bóveda Ríos, Francisco Iglesias y Delfín Bóveda, dueños además del bar cafetería "Ampudia" y de la no menos famosa panadería "La Moderna", situada en el No 83 de la Calzada Real (Avenida 51).

Cuando acabó la guerra, el coronel mambí Baldomero Acosta, padre del famoso beisbolista Merito, fue quien asumió la alcaldía por varios años. Baldomero había estado al frente del "Regimiento Goicuría" que operaba en la zona comprendida entre Mariel y Marianao, y fue uno de los jefes que estuvo presentes en la fatídica jornada del 7 de diciembre de 1896 en San Pedro, donde cayera muerto el Lugarteniente y general Antonio Maceo. 

La población fue en aumento, y cuando se realizó el censo de 1943, solo en los Quemados ya habían registrados casi 21 mil (20,823) habitantes. 

Hasta 1908 se aplicó en Marianao, como en el resto de los municipios, el antiguo derecho municipal español para la organización política y administrativa, pero ese año se promulga la ley orgánica de los municipios que separa las funciones ejecutivas y deliberativas entre el alcalde, como jefe de la administración Municipal, y el Ayuntamiento con su presidente al frente.

Al territorio de Marianao se incorporaron entonces los ayuntamientos de El Cano, Wajay y La Ceiba, lo cual elevó el área a 160 km2. Es ahí cuando comienza el proceso de urbanización de la región norte, así como las instalaciones de fluido eléctrico, servicio de suministro de agua, sistema de alcantarillado y pavimentación de las calles.

Las calles de Marianao comenzaron a modernizarse el 2 de diciembre de 1910 cuando la "Huston Contracting Company" obtuvo la concesión para la construcción de las aceras de la "Calzada Real". Luego serían construidas las aceras de las calles "General Lee", "Samá" y "Martí". En el mes de abril de 1913, el Ayuntamiento dispuso la pavimentación con adoquines de granito y base de cemento del tramo de la Calzada Real entre las calles "Santa Lucía y Paseo" y en abril de 1914 la calle "General Lee".

La etapa entre 1914 y 1918 fue tan próspera, que se conoció como la “Danza de los Millones” debido al alza del precio que alcanzó el azúcar como consecuencia de la Primera Guerra Mundial. Entonces se hicieron impresionantes inversiones en obras de urbanización de nuevas áreas, así como la construcción de suntuosas residencias en varias zonas de Marianao.

El 23 de febrero de 1899, la ciudad de Marianao tuvo el honor de recibir la visita del generalísimo Máximo Gómez en persona.

Se edificaron los repartos "La Sierra, Céspedes y Ampliación de Miramar", la segunda ampliación del reparto "Almendares" y la urbanización del reparto "Alturas del Río Almendares". Por otro lado se construyeron los repartos rústicos "Country Club", hoy "Cubanacán", y la "Coronela". A la par de este rediseño, se crearon otras zonas poblacionales mas modestas, como el "Pocito", "Coco Solo", "Buenavista", "Pogolotti" o "La Lisa". 

(En la segunda parte de este post, aparecen pequeñas descripciones del origen de algunos de estos barrios)

En 1945 continuó desarrollándose el movimiento urbanístico en Marianao, con el surgimiento de otros repartos "Alturas de La Salle", "Alturas de Belén", "Alturas de la Lisa", "El Náutico", "Alturas del Bosque", "reparto Flores" y "Santa Felicia", así como los terrenos de "Puente de La Lisa", "Alturas de Marianao", "El Palmar" y "Brisas de Marianao".

En 1954 Marianao y su alcalde, Francisco González Orúe, adoptaron una moderna enumeración de sus calles, casas y solares en todo el territorio. Se implantó una concepción urbanística diseñada para modernizar y racionalizar el sistema de calles y avenidas mediante números, sustituyendo la diversidad de nombres que - según él y los de Correos sobre todo - dificultaba la localización de las direcciones.

Entonces, por citar un ejemplo, el popular anfiteatro de Marianao, el Perucho Figueredo, con una capacidad para tres mil personas, ya no se encontraba en la Calzada Real y la calle Santa Isabel, si no en 51 y 120. Es curioso que a pesar de su nombre, la gente le siguió llamando "Anfiteatro de Marianao" a secas, y así ha perdurado hasta nuestros días.

Por Jorge García. 
Maldita Hemeroteca

Fin de la primera parte.
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