LA HABANA Y SUS CALLES: Prado y Neptuno


"Prado y Neptuno" es la confluencia de dos calles de una famosa esquina habanera, donde operaba un famoso salón de bailes que le sirvió al musico Enrique Jorrín para componer su icónico cha-cha-chá, "La engañadora", un sonado hit de los años 50. Pero ¿en quien se inspiró este musico para componerla?. 

Los que le tuvieron un poco de miedo al tema se fueron por la tangente. Que estuvo inspirada en aquellas chicas que se ponían relleno en la ropa interior para aparentar más de lo que tenían, en concreto en una supuesta bailarina que trabajaba en el citado club, sin embargo parece la musa le bajó por otra historia muy distinta, tanto como un travesti muy conocido llamado Manolo Maylan.

Un poco rocambolesca la verdad, pero cuenta que un turista americano se enamoró de este travesti pensando que era una mujer, y totalmente "encoñado" a Miami se lo llevó sin declararle su amor. Llegado al punto, Manolo le tuvo que hacer la difícil confesión y el tipo, no se sabe si por el engaño, se enteró de lo tonto que era, o tocado en su amor propio, lo cierto fue que agarró un revolver e intentó caerle a tiros. Hasta el "Diario de la Marina" se hizo eco de la noticia.

Tal parece que este tipo de sucesos marcó a esta esquina y su famoso "Paseo del Prado". La historia data de cuando se construyó y que tampoco se llamó así, si no "Alameda de extra muros", allá por el 1770 durante el gobierno del marqués de la Torre, el capitán general de la isla don Felipe de Fonsdeviela. Luego, en 1902, pasó a llamarse "Paseo José Martí", nombre que finalmente perdió por "Paseo del Prado" a secas, como el que se encuentra en Madrid que por cierto, es bastante parecido, salvando las diferencias, y que dio nombre al famoso museo.

Fue la primera calle que se asfaltó en la Habana y numerosos negocios florecieron a su alrededor entonces, como el hotel telégrafo en 1899, la agencia de automóviles Packard & Cunnighamm, de José Ulloa, "el salón Atenas", "El gato tuerto", así como la emisora radial de Amado Trinidad Velazco, "RHC Cadena azul", que a pesar de haber sido uno de los riquísimos dueños de la firma cigarrera "Trinidad y Hermanos", cayó arruinado bajo la férrea competencia de los hermanos Mestre de "CMQ TV". Al punto de que el guajiro de Ranchuelo, pueblo que le debe lo que tiene a esa familia, murió ahorcado en su finca de Guanajay en la Habana, en 1954.

Era una Isla que en aquellos años presumía de tener más de 350 cines, dos grandes cervecerías, "Polar y Tropical", 58 periódicos y 126 revistas, más de 200 bares y 250 clubes, 10.000 victrolas, 150 tiendas, 100 emisoras de radio y hasta varios canales de televisión. También donde el mafioso judío Mayer Lansky o el italiano Lucky Luciano habían escogido como cuartel general.

Maldita Hemeroteca.

Fuente: "Las empresas de Cuba. 1958" de Guillermo Jiménez 
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