ARTURO MONTENEGRO: El Rocha de los años ´60

Fidel Castro en Sierra Maestra.

La manipulación que hizo Fidel Castro de la historia cubana no se la imagina nadie. Fue tan brutal, que hasta los 4 tiritos de la sierra maestra terminaron por eclipsar 30 años de lucha insurreccional mambisa. Pero no vamos a entrar en ese tema, tampoco en el de las  famosas mentiras... "No soy Comunista", "No habrá expropiaciones o "Esta revolución es tan verde como las palmas" no, fueron "cambios de opiniones" según el contexto. 

Hoy veremos un capítulo, un tanto oscuro y muy poco conocido, de la política norteamericana que le resultaron claves a Fidel Castro para llegar al poder en 1959. Hubo una época en que Fulgencio Batista fue el vecino más importante que tuvo el pueblo de Daytona Beach en la Florida. De hecho, allí se conservan las 150 obras de arte que él, y su esposa Marta Fernández, donaron en 1957 al museo del pueblo, el MOAS. Y esto es solo una parte de su patrimonio cultural, del resto no se sabe donde fue a parar aunque sí fácil suponerlo.

Cuando Batista termina su mandato en 1944, decidió irse a vivir a Daytona, se casó con Marta, y fijaron su residencia en la 134 North y la avenida Halifax. Tuvieron cinco hijos, de ellos Roberto nació en 1947 en la ciudad de New York, con lo cual era ciudadano norteamericano por naturalidad. (Rectificado). Además que el vecindario se sentía muy a gusto con una familia tan rica como los Batista-Fernández.

Por tanto, se suponía que aquella ciudad era como su segunda casa, un refugio seguro, de hecho eligió Daytona porque quería seguir teniendo contacto con Cuba pero no viviendo en el riesgoso Miami. Sin embargo, usted nunca se ha preguntado por qué no regresó a Daytona cuando fue derrocado en 1959, y en cambio se tuvo que marchar a un antro dominicano como el de Rafael Leónidas Trujillo, donde le maltrataron y extorsionaron de lo lindo. 

Buena pregunta... 

Respuesta: Estados Unidos no se lo permitió, ni siquiera en agradecimiento por la plata que soltó para la campaña vice presidencial de Richard Nixon. En la documentación que se conserva en la "Cuban Heritage Collection" de la Universidad de Miami, hay cartas y escritos que demuestran la rotura de Estados Unidos con Batista, y el maridaje que establecieron con los alzados de la Sierra Maestra.

Y quizás para usted que es un estudioso del tema sea una respuesta obvia, pero no para los que como yo nos hemos enterado de todas esas cosas en el exilio. Es que en internet nos hemos enterado de más secretos que los de nuestra propia familia. Acaso no nos decían que Batista le había entregado el país a los americanos como un cortijo, entonces ¿cómo se puede masticar esto?.

Puede que aquella negativa tenga un nombre, William Arthur Wieland, o Guillermo Arturo Montenegro Wieland, un cubano nacido en EEUU de preferencia política "comunista agazapado", y que según se comentó le había resultado muy atractivo sexualmente al embajador en la Habana Benjamín Summer Welles. De hecho, la preferencia sexual de este señor fue un escándalo de tal magnitud, que terminó por acabar con su carrera. 
En septiembre de 1943 el secretario de Estado Cordell Hull, puso en alerta al FBI de que Welles tenía encuentros sexuales con jóvenes de la raza negra. 
Todo parece indicar que cuando Welles fue a intermediar durante la crisis del presidente Gerardo Machado, conoció a Montenegro y coincidieron tanto políticamente que decidió llevárselo de regreso a los Estados Unidos, lo que en cierta manera demostró que al menos no estuvieron mal infundadas aquellas sospechas del senador Joseph McCarthy. Pero la preferencia sexual de Welles es lo de menos, solo es un paréntesis para entender mejor como fue que él llegó a relacionarse con tan altas esferas en Washington. 

Batista y su esposa Marta y el alcalde Frank Morrison
saludando a los pobladores de Daytona Beach.

Existe muchísima teoría conspiranoica que da como cierto que este señor - en realidad - fuera el artífice de que Fidel Castro consiguiera derrocar al régimen de Fulgencio Batista. Desde un principio el gobierno de Estados Unidos no comulgó con el golpe de estado del diez de marzo de 1952, Batista había hecho trizas la democracia y se sospechaba que a la larga esto traería inestabilidad al país. 

E incluso, los más críticos veían con recelo las "buenas relaciones" que había tenido este con sectores comunistas de la isla. Recordemos las sospechas que habían sobre el  jefe del Servicio de Inteligencia Militar, teniente coronel Antonio Blanco Rico, asesinado por el directorio "Trece de marzo" en el cabaret Montmartre.

El desembarco del yate Granma, la guerrilla en la Sierra, los bombardeos aéreos que generaron decenas de muertos y la represión desatada en las ciudades, terminaron por alarmar a Washington que decidió bloquear la entrega de varios carros blindados y casi 2 mil rifles Garand que el ejercito necesitaba con urgencia, que a pesar de estar pagados, se encontraban retenidos en el puerto de Fort Lauderdale. 

Por otro lado Joseph McCarthy, que podrá ser criticado por su cacería de brujas, su homofobia y todo lo que usted quiera, albergó grandes sospechas de que funcionarios del departamento de estado estaban por la labor de favorecer a Castro. McCarthy había recibido denuncias que habían llegado al subcomité senatorial, de que este William Arthur Wieland, o Arturo Montenegro, que para más detalles dirigía la subsecretaría de estado para Mexico nada menos, podría ser uno de los posibles sospechosos.

Además otras fuentes sugieren que Montenegro fue al artífice de las dos entrevistas vitales que le hicieran a Fidel en la Sierra Maestra. Primero la de 1957 por el "bobo de la yuca útil" del New York Times, Herbert Matthews, o que se hizo el bobo y terminó por lanzar al estrellato a la pandilla de mariguaneros hijos del guajiro Crescencio Pérez, más los "cuatro gatos" de aquella guerrilla.

St George y Fidel Castro en 1957
Spartacus-educational

La segunda, también en el 1957, fue la del fotorreportero húngaro Andrew St. George (Andras R. Szentgyorgyi) que luego publicó en febrero de 1958 en la revista "Look Magazine". Este reportero aseguró que el director de la revista Times, Henry Luce, le había pagado 50 mil dólares para que fuera "su hombre en las lomas Cubanas". 

Este dinero, agregó St. George, fue utilizado en vuelos de abastecimiento y ojo al dato: para pagar los entrenamientos en México que dio el legionario y comunista español nacido en Cuba, Alberto Bayo; y de un agente de la C.I.A. de nombre Patrick, "Gerry" Hemming, que llegó a volar a Cuba en 1958 para entrenar a los barbudos en la mismísima Sierra Maestra.

El destacado hispanista bélico, Hugh Thomas, afirmó que EEUU estuvo de acuerdo hasta con las nacionalizaciones de sus empresas, siempre y cuando se indemnizara a los dueños y que, una vez estuviera el país controlado, se celebraran elecciones libres. Se quedaron esperando, porque Castro no soltó ni un centavo ni escuchó la voz del pueblo en las urnas ni nada por el estilo. ¿Elecciones para que?, fue la respuesta del tirano en 1960. 

Parece que McCarthy estaba más claro que el agua que bebemos. Una investigación iniciada por Washington el 27 de agosto de 1960, llegó a la conclusión de que este Montenegro estuvo "metiendo las manos" como influencer en varios cargos en el Departamento de Estado, sin tener la debida autorización de seguridad y sin estar siquiera capacitado. 

Que mientras Castro intentaba resistir en la sierra, él se encargaba de dibujar una imagen de líder moderado. Algo así como lo que hizo el espía colombiano Manuel Rocha en todos estos años en que estuvo sirviendo de topo. Montenegro estuvo siendo investigado hasta 1962, aunque ya para entonces era demasiado tarde. Fidel no solo se había declarado comunista, ya se había encomendado al Kremlin.

Según lo que testificó este señor en 1962, a Castro lo había conocido en abril de 1959 cuando el mandatario cubano visitó Washington, invitado por la Sociedad Estadounidense de Editores. Sin embargo, el ex coronel del BRAC, Roger Rojas Lavernia, (Buró de represión anti comunista), sugirió un posible encuentro en la isla antes del 1959 por una foto en su poder. (En este link hay una entrevista del canal de televisión miamense 41, donde en muy poco tiempo Lavernia intenta explicarlo en el Show del fallecido Fernando Hidalgo.) 

Y aunque se llegó a decir que Montenegro era un agente entrenado por el judío polaco Fabio Grobart, que hoy sabemos que ese no era su verdadero nombre si no Abraham Simjovitch y que incluso el funcionario de seguridad del State Departament, Otto Otepka, le señaló de ser un peligroso comunista, salió ileso de las investigaciones. 

Cayó en desgracia, eso sí, pero nada se le pudo probar. Lo negó todo e incluso fue defendido por el propio presidente Kennedy. Pero más allá de todas estas especulaciones, existen documentos desclasificados en EEUU que fueron sacados a la luz pública, de la propia viuda de Montenegro incluso, que demuestran que jugó el papel clave que jugó en aquella etapa.

Observe esto y díganos si fue, o no, ayudado por sectores de Washington...

"Un informe confidencial del ejército estadounidense de marzo de 1960, informó que el agente de la CIA Gerry Hemming, había sido visto ese año en una base militar en Pinar del Río. Que tenía la misión de evitar sabotajes en vuelos reclutados y procedentes de Estados Unidos, e incluso interceptarlos, como piloto que era de los "Lockheed Jet-33". Que en los dos años que estuvo sirviendo en Cuba, no llevó insignias militares en su uniforme.

Otros archivos desclasificados del FBI que datan del 16 de julio de 1961, develaron que la propia agencia tenía dentro a un informante al servicio de Fidel Castro. Que su nombre en clave era MM T-1 y que “estuvo relacionado con actividades revolucionarias cubanas durante los últimos tres años”. Más tarde, el seis de enero de 1995, en una entrevista que concediera Hemming al mayor retirado John M. Newman, llegó afirmar que el informante del FBI se llamaba Steve Wilson".

Lo que queremos destacar con esto, es la manera en que Castro ha manipulado y ocultado a su antojo lo ocurrido, sobre todo el papel que interpretó todos esos años haciéndonos creer que los únicos culpables de la miseria era Estados Unidos con su bloqueo. De toda esta supuesta barahúnda de sucesos secretos y turbios manejos del supuesto enemigo, no se ha dicho en Cuba ni una sola palabra.

El día 9 de enero Castro hizo su triunfal entrada en La Habana, y allí pronunció su primer discurso donde demagógicamente le acreditó la victoria al pueblo, haciéndoles creer que eran ellos los que habían derrocado a Batista como verdaderos responsables del triunfo. Y el pueblo se lo creyó, sin embargo lo que no sabía el cubano era que de esa manera les comprometía moralmente, entre otras cosas porque él, mejor que nadie, sabía que ese pueblo era el único capaz de oponerse a los designios totalitarios que ya traía en mente.


Montenegro
Nota: Wieland / Montenegro nació el 17 de noviembre de 1907 en la ciudad de Nueva York, sirvió en la caballería de los EE. UU. desde el 1927 al 1928. Vivió en La Habana de 1933 al 1936, donde fue corresponsal del "American News Service" y más tarde su editor en La Habana y corresponsal de prensa en Estados Unidos desde 1937 hasta 1941.


Por Jorge García
Maldita Hemeroteca.
Fuente: Naples News.

Nota: En 1968 el fotógrafo Andrew St George intentó recuperar, a golpe de jugosos cheques, el diario de su amigo y guerrillero Argentino Ernesto Guevara, escrito en la selva Boliviana. Tanto él, como Juan de Onis, del The New York Times, tuvieron el privilegio de revisar durante varios días los originales del diario en las oficinas del cuartel de Miraflores, con el compromiso verbal de no publicar nada hasta no tener cerrado el negocio. Sin embargo se las agenció para obtener algunas copias, y una de ellas fue la publicada en Cuba en julio de 1968. 

Maldita Hemeroteca

Fuente: "After 50 years, questions about Cuba still hound Wieland". Alfonso Chardy. The New Herald // Articulo sobre Gerry P Hemming y Andrew Sat George, Espartacus Educational 2020. // Ivette Leyva El Nuevo Herald, 5 de septiembre de 2014 // Artsolido.com // Rubotton, Milton y Wieland tres culpables del triunfo castrista en 1959, revista Libre. Álvaro J Álvarez // web page Cambridge.org //Carlos Soria Galvarro, "El Che en Bolivia, documentos y testimonios".
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