"Te ñamabas"

Presidio de la Mola, (Isabel II) en islas Baleares, España
Lugar donde estuvo recluido el general Quintín Banderas. 

No tuvo instrucción, fue indisciplinado, tomó decisiones equivocadas, se dejó llevar por mentes más sutiles y perversas que la suya, pero así y todo José Quintino Banderas y Betancourt, sigue siendo uno de los favoritos en el top ten de los valientes soldados del ejercito libertador Cubano.

Fíjate que lo de bruto hasta tienes sus matices, porque fue de los pocos que supo reconocer que la lucha de los españoles era lógica y comprensible para ellos. De hecho, no se lo pensó dos veces para salir a despedir a las derrotadas tropas ibéricas envuelto en una bandera Española. "Los entiendo, había que defenderla, porque nadie hubiera querido perder semejante ganga", dijo Quintín ese día.

Dicen los historiadores, que solía tomársela más a pecho con un "negro cubano guerrillero o voluntario" que con un soldado Español, a los que en ocasiones los dejaba libres. ¿A los Cubanos que peleaban junto a España?. ¿Cómo te ñamas?, "Te ñamabas" ¡y zas!, el cuello cortado. Pero también tuvo muchos enemigos internos, "amigos" muy poderosos como el general Calixto García.

La guerra terminó para él degradado, sin dinero, el pastel se lo repartieron otros, y tocado en su amor propio se dejó arrastrar por el liberalismo de José Miguel Gómez, "Chucho" Monteagudo; Demetrio Castillo, Carlos García Vélez, Manuel Lazo o Juan Gualberto Gómez, entre otros. Y a pesar de que se alzó en Marianao contra el presidente Tomás Estrada Palma, su muerte no dejó de ser una contrariedad para muchos en la isla.

Aquel gobierno sabía - mejor que nadie - que un ejemplo como ese, equivocado o no, debía ser cortado de raíz. Se trataba de un mambí que estuvo presente en las tres guerras, las que no estuvo el general Antonio Maceo, por citar un ejemplo. Que encima fue desterrado seis años a la Fortaleza de Isabel II en las Islas Baleares en 1880, donde a pesar de todo aprendió a leer a los cincuenta años y regresó seis años después casado con la mahonesa Francesca Orfila.

También regresaron casados Víctor Durán, nacido en Cienfuegos con la señora María Amorós, quien muere antes de que le diera el indulto al cubano, otro de los que se tiene noticia encontró el amor allí fue José Valeriano Herrezuelo, que se casó con Margarita Preto Victori, mientras que el hijo de Mariana Grajales con Fructuoso Regüeiferos, el primogénito Felipe, regresó del brazo de Angela Bejena Montero. Se calcula que el numero de Cubanos presos en la Mola superaba los 150.

En fin, que la teoría del negro Cubano dócil fue un mito. Se rebelaron siempre, contra esclavistas, incluso hay registros donde redujeron a las tripulaciones de aquellos barcos negreros. A veces preferían tirarse al mar en medio del océano. Luego, ya en Cuba, se alzaban en el monte, había que ir a buscarlos con perros y ni así. Liberaron Haití, se apoderaron de República Dominicana, y dominaron por años.

Es que si te pones a ver, la mayoría de los cuatreros más famosos en aquella Cuba del siglo XIX eran blancos. En el ejercito, más del 80 % de los mambises rasos eran negros, e incluso, en 1912, murieron más de tres mil defendiendo sus ideas en contra de su antiguo jefe José Miguel Gómez. Por otro lado, es cierto que hubo mucho negro y mestizo a favor de España.

Según las afirmaciones del historiador Fernando Padilla, se calcula que de los 60 mil voluntarios que había en la isla, 32 mil eran de la raza negra, pardos o morenos, como le llamaba la prensa de entonces. Más increíble aún si se quiere, los 30 bomberos que formaban la guardia personal del capitán general Valeriano Weyler, eran de esta raza, lo que no quiere decir que no los despreciara socialmente. Tampoco lo sabemos.

En definitiva, son verdades incomodas y que duelen, pero no podrían ser analizadas tampoco desde un contexto actual. Ya sea por una u otra razón, por las venas de los negros y mestizos cubanos corre sangre española. Es que si nos remontamos en el tiempo, vemos que los nacidos en la isla tenían su ciudadanía española por defecto, sin importar el color de la piel. Así fue hasta 1940.

Pero también sabemos que como un su día apoyaron en masa a Fulgencio Batista; después se plegaron a Fidel Castro de la misma manera. Pensaron, al igual que muchos paisanos, que la revolución venía para mejorarlos a todos. Así se lo creyeron negros muy listos y que vivían en libertad como Malcom X, por ejemplo. Pero en cambio aquello fue más de lo mismo, el negro siguió desplazado como siempre, solo hay que echarle un vistazo a aquel circulo más cercano. Uno solo, Juan Almeida, el único comandante negro del "top ten" y comodín de su jugada.

Hoy ya no esta Fidel, y su hermano a punto de partir por suerte, el que está es un insustancial esbirro que los tiene, no solo a los negros, a todos los cubanos en general, "comiendo la soga" que nunca antes habían comido. Pese a todo, hay negros que aun persisten en creer en aquello que ni se sabe ya lo que realmente es, otros ni se inmutan, sienten miedo y nadie les culpa, pero varios estuvieron dando la cara en el barrio de San Isidro con el movimiento que lleva ese nombre, como Mikel Osorbo, su líder Luis Manuel Otero, el rapero Funky, etc. 

Para el régimen, mayoritariamente de raza blanca, se trataban de negros marginales, desagradecidos, mercenarios y contra revolucionarios. Incluso recordemos como Mariela Castro, la hija del dictador Raúl, les tildó de chabacanes mientras que de cultura, Abel Prieto, iba un paso más allá con "delincuentes". "Al régimen castrista le jode que seis negros cantemos pidiendo libertad", decía en España el rapero Yotuel Romero, ex integrante del grupo Orishas.

Pero en cambio están los peores, los que abogan por más dictadura con el descaro de hacerlo con la barriga llena, como esos artistas, cantantes y reguetoneros, residentes en Miami, que regresan al redil del que nunca debieron salir. Oiga, si aquel testarudo, terco y valiente negro, el enfumbe de la tumba olvidada, llegara a agarrar alguno de estos pusilánimes negritos, tenga la seguridad de que ninguno harían el cuento. "Te ñamabas".

Maldita Hemeroteca.

Fuentes: Revistas "Ejército" y "El Correo Militar". // "Volunteers of the Spanish Empire (1855-1898)" Fernando J. Padilla. //Artículo de Francesc Portella del Diari Menorca. "El General Quintín Bandera y otros deportados cubanos en La Mola".

Articulo Anterior Articulo Siguiente