El feminismo le ha dado el tiro de gracia al deporte olímpico cubano


El boxeo ha sido el deporte que más alegrías le ha dado a Cuba históricamente en los juegos olímpicos, como en los de Barcelona 1992 o los de Tokio 2020 por ejemplo, donde los pugilistas cubanos ganaron siete, y cuatro medallas de oro respectivamente. Sin embargo, en París 2024, ya no será igual.

Solo Erislandy Álvarez consiguió dar la campanada, y nunca mejor dicho, al ganar un oro contra el local Sofiane Oumiha, en la división de los 63 y medio kilogramos. Y al menos ha sido una, porque recordemos que en los juegos de Pekín, la escuadra boxística se quedó sin doradas. De hecho, es muy probable que Cuba regrese con la menor cantidad de medallas en sentido general, desde las otras dos que ganó en Ciudad México en 1968.

Como si fuera poco, en el boxeo estos juegos de París el COI cambió las reglas de juego en post de la paridad de sexos, aumentando la presencia de mujeres y disminuyendo, a su vez, la de los hombres. Eso también afectó - no solo al boxeo - a todo el deporte en la isla que siempre dependía de lo que alcanzara entre las cuatro cuerdas, y más cuando ninguna de las pugilistas pudieron hacer un cupo. 

La cifra de boxeadores se redujo en París a solo 248, la más pequeña desde los juegos de Melbourne en 1956, y para eso la mitad fueron mujeres. Si bien habrá 23 mujeres más peleando en París que en Tokio hace cuatro años, también habrá 63 hombres menos y encima en sólo siete categorías de peso, la menor cantidad de divisiones desde los juegos de Londres en 1908. 

Para que se tenga una idea de la dimensión del problema, entre los 71 kilogramos y los 81 ya no existen divisiones olímpicas, y para eso ninguna categoría de peso en París tuvo más de 22 peleadores. De hecho, el boxeo finalizará su actuación un día antes de la culminación de los juegos, algo que no sucedía en décadas. 

De un total de 250 boxeadores hombres la cifra se ha reducido a la mitad en tan sólo ocho años, con apenas 124 compitiendo y para eso en tres pesos menos que en los juegos de Río 2016. 

Y pensar que en los olímpicos de Seúl, donde Cuba no estuvo por un capricho del dueño de la finca, asistieron 432 boxeadores en las 12 divisiones de peso "como dios manda". Desde entonces se han reducido a 10, luego a 8 y ahora estamos en solo 7 categorías. El tiro de gracia sin ninguna duda. En fin, que ya no son aquellos tiempos felices en que Cuba finalizaba 5to en los juegos de Barcelona 1992 con catorce medallas de oro, - ¡siete de ellas en el boxeo! - seis de plata y once bronces. 

Observe que desde los de Múnich 1972, la isla casi siempre estuvo coqueteando en el top 10 de los medalleros, por encima incluso de países mucho más desarrollados. Un ejemplo de como el deporte en Cuba marcha a la par de la depauperación que está sufriendo el país, lo tenemos que de un octavo puesto en los juegos de Atlanta 1996, un noveno en los de Sídney 2000, y onceno en los de Atenas 2004, se cayó estrepitosamente al lugar 28 en los juegos de Pekín. 

Y aunque se consiguió mejorar algo en Londres 2012 donde alcanzó el puesto 16 con dos oros en el boxeo, el puesto 18 en los de Río de Janeiro 2016 con otros tres y el 14 en los de Tokio 2020 gracias a cuatro doradas, en París 2024, con apenas uno y otro en la lucha, probablemente no pueda ni superar la posición 25. No son buenos los tiempos que corren en Cuba, ni siquiera en el boxeo, pero al menos se podrá decir que a partir de ahora se salvaron las mujeres. Y los trans, si es que aparece alguno. 

Jorge García
Maldita Hemeroteca.
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