MALECONAZO: Se cumplen treinta años de la crisis de los balseros

Tras la desaparición de la Unión Soviética y bloque comunista, Cuba se quedó sin su principal sostén económico y cayó en una profunda crisis que el gobierno de Fidel Castro denominó Periodo Especial. La situación se volvió insostenible en 1994 y el 5 de agosto varias personas trataron de secuestrar una embarcación en el puerto de La Habana para escapar de la isla.

Un policía murió en el intento, y las fuerzas de seguridad reprimieron a los cubanos que se congregaron en la zona. Los ánimos se caldearon y el choque se produjo en el Malecón de La Habana, de ahí lo del ‘Maleconazo’. Un pueblo cansado de pasar hambre y un régimen que no cedía en sus posiciones, hizo que el sufrimiento se convirtiera en una rabia que desembocó inmediatamente en una crisis aún más grande, la de los balseros.

Más de 30.000 cubanos emigraron a Estados Unidos jugándose la vida en el mar. Y aunque la salida de los cubanos era ya un hecho escandaloso, no fue hasta el día 13 de agosto que el dictador Fidel Castro, convencido de que ya no podía detenerlo y mucho menos ocultarlo, anunció que serían retirados los guardas fronteras y que permitiría la salida de cualquier persona que así lo quisiera, provocando así la mayor crisis de balseros conocida en la historia de este continente.

Ante esta situación de emergencia, la administración del Presidente Bill Clinton ordenó, el 19 de agosto, la intercepción de los refugiados cubanos en alta mar y el traslado de los mismos a un llamado “refugio seguro” en la Base Naval que los Estados Unidos tienen en la bahía de Guantánamo, al sur de Cuba. El presidente americano declaró que no permitiría que el gobierno Castrista se aprovechara de la tradicional política de “puertas abiertas”, para exportar a su oposición, con la ya tradicional válvula de escape ante la crisis severa por la que atravesaba el país.

En el período comprendido entre agosto y septiembre de 1994, cumpliendo con el mandato del Presidente Clinton, un total de 32,362 ciudadanos cubanos fueron interceptados en alta mar y trasladados para Guantánamo por los barcos del Servicio de Guardacostas de los EE.UU. durante la operación “Vigilia Capaz” (Able Vigil). Con la presencia de los cubanos, el total de la población de refugiados en la base aumentó de forma alarmante a cerca de 50,000. Varios miles de los refugiados cubanos fueron trasladados posteriormente a una base en Panamá.