ISABEL PANTOJA: Se acabó el querer


Nadie quiere a nadie, se acabó el querer. Así decía un tema que se popularizo en Cuba por los años 90 e incluso, así tituló una de sus pinturas la artista la mexicana Alida Cervantes en 1972.

La relación entre Isabel y Julián comenzó en 2003 y se extendió por seis intensos años, en los que ambos compartieron no solo el amor, sino también los peores momentos de sus vidas: los procesos judiciales que los llevaron a prisión. En 2006, Muñoz era detenido por varios casos de corrupción, la "Operación Malaya" le llamaron, y como resultado fue condenado a 20 años de cárcel.

Según dijo el ya ausente una vez sobre el monto del dinero que él calcula le dio a la tonadillera, "Entre unas cosas y otras, 80 0 90 millones de pesetas, yo le daba a ella dinero todos los meses y no preguntaba por los gastos nunca", dijo y agregó: "El estudio de grabación que le monté costó 60 millones.

Se quedó con todo, una ganadería de caballos de pura raza español, los fundió, tenía mi coche, lo fundió, se llevó hasta mi 'Range Rover' que yo tenía. Se quedó con el dinero, con todo mi dinero, no tenía nada cuando salí de la cárcel ya se había pulido todo. Incluso 'La Pera', (finca) yo no me he llevado ni una peseta de ahí, ni un solo mueble, ni el estudio de grabación, solo mi ropa. En que cojones estaría yo pensando".

A partir de ahí, lo que fue una vez amor quedó marcado por el escándalo, las televisiones y, finalmente, el silencio. Según Agustín Pantoja, su hermano, quien se ha convertido en el puente de la cantante con el exterior, su reacción ha sido clara y concisa: «le da igual, no quiere saber nada». 

Desde su liberación, que ya había sido por problemas de salud, Muñoz fue desmejorando físicamente cada vez más hasta su fallecimiento. Su causa fue una de las tramas de corrupción más grandes en la historia de España, centrada en la especulación urbanística en la ciudad de Marbella mientras fue su alcalde.

Isabel Pantoja, Julián Muñoz y Mayte Zaldívar, caminando por Marbella.

Perdió el rumbo de su vida cuando en junio de 1991, el entonces político Jesús Gil fue investido alcalde y él pasó a ocupar el número 6 del partido Grupo Independiente Liberal, el apellido de GIL. De esta manera, empezaba una época en la que el descontrol financiero y los capotazos a las auditorías y fiscalizaciones, eran lo más habitual del mundo.

El "primer palo" lo dio en 1991, cuando siendo ya teniente alcalde aprobó una licencia de obras en una zona verde. También fue su primera condena, un año de prisión y ocho de inhabilitación, en el marco del caso "Proinsa" pero como en España, si no hay antecedentes penales y la condena no supera los dos años, se evita tener que ir a la cárcel.

Gil, entonces presidente del club de futbol Atlético de Madrid, desvió 450 millones de pesetas del consistorio para el club, y eso le costó su dimisión en 2002 y una condenada de 28 años de inhabilitación. Julián pasó a ser alcalde en funciones y, en mayo de ese mismo año, fue elegido por mayoría absoluta como edil de Marbella.

Entonces le montó a su mujer, Mayte Zaldívar, un negocio de representación de artistas, y entre medias contrató a Isabel Pantoja como imagen de Marbella. Esa fue su otra perdición. La tonadillera olió la sangre como los tiburones, y el 19 de marzo del 2003, tras exhibiciones y comidillas de cotarros televisivos, empezó oficialmente la relación tras la ruptura de ella con el empresario Diego Gómez, en tanto que Mayte, furiosa y despechada, iba contando sus desgracias por todas las televisiones a cambio de suculentos cheques. 

Su mandato duró poco, un par de meses, pues una moción de censura lo echó del ayuntamiento. Y aquí fue cuando explotó la bomba. Zaldívar, celosa y muy furiosa, lo tiró todo al medio. Contó a toda España en uno de esos programas, que el dinero que entraba en su casa por concepto de comisiones era tanto, que había que "meterlo en bolsas de basura". Y aquí ya estamos hablando de euros, no de pesetas.

Aquellas palabras, por las que a saber lo que había cobrado, le llevaron tres años a la cárcel el 27 de octubre de 2014, mientras que a su vez destapaba una investigación - Caso Malaya - que se saldó con una condena a su ex marido de 20 años de prisión por malversación de caudales públicos y cohecho continuado, que fue a cumplir igualmente al modulo de hombres de la prisión de Alhaurín de la Torre, en Málaga.

Isabel Pantoja cogió lo suyo, porque el 21 de noviembre de 2014, los titulares de los periódicos en España se vieron dominados por una noticia que sorprendió a la nación, su ingreso en la prisión de Alcalá de Guadaíra de Sevilla, para cumplir una condena de dos años por blanqueo de capitales, los mismos delitos que a su "rival en amores", más el pago de una multa de casi un millón, 147 mil euros. 

Tras uno de sus permisos penitenciarios

En diciembre del 2015 se le permitió disfrutar de algunas salidas, siempre y cuando regresara para dormir en prisión un número determinado de noches por semana, hasta que por buena conducta salió con la condicional. Entonces se centró en su nuevo disco "Hasta que se acabe el sol', escrito, compuesto y producido por su gran amigo mexicano Juan Gabriel, fallecido en agosto del mismo año.

En agosto de ese mimos año 2015, Julián Muñoz conseguía también el tercer grado que posteriormente anuló la Audiencia de Málaga. Ya comenzaban sus problemas de salud con su cáncer de pulmón, que a la larga finalizó con su muerte el pasado martes 24. Aún pesaban siete condenas firmes por un total de 22 años de prisión. Dicen que el Tribunal de Cuentas aún rastrea más de 46 millones de euros que desaparecieron de las arcas públicas, y que siguen sin aparecer.

Y es que esta nueva boda con Mayte, 17 años después y luego de haber terminado todo como terminó, es lo que está llamando la atención porque en España señores, hasta después de muerto los famosos siguen produciendo dinero. En fin, que le sobrevive doña Mayte Zaldívar, con su pensión de viudez incluida, más sus dos hijas, una de ellas de otro matrimonio.
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