Su casa en sí era un tesoro descomunal donde se asegura habían más de treinta y tres mil obras de arte, provenientes de todo el mundo. Situada en el No 502 de la calle 17, en el Vedado Habanero, fue convertida con el castrismo en el museo de artes decorativas. Pero antes, cuando ese proyecto era un idea en desarrollo, sucedió el hallazgo.
Entre las obras de remodelación y adecuación al museo efectuadas en 1964, se llegó al sótano y allí, en una de sus "falsas paredes, se encontraban ocultas decenas de obras de arte de incalculable valor envueltas en terciopelo y en perfectas condiciones.
En su partida hacia España, la condesa dejó piezas de arte chino, japonés, francés, inglés, español, esculturas en bronce y mármol, tallas en madera, mamparas orientales, delicada platería, herrería, destacando una inmensa alfombra persa, un viejo reloj del rey Luis XIV y un secreter que perteneció a María Antonieta, la reina consorte de Navarra, guillotinada por los franceses en 1793.
El espíritu de su tiempo fue captado por Alejo Carpentier en su novela "La consagración de la primavera" de 1978. Hay dos retratos al óleo de la condesa. Uno pintado en 1945 por José Moreno Villa, en el que capta su rostro moreno, sus ojos negros, su cabellera azabache y sus labios carmesí, mientras que la otra foto es de 1942, acompañada del crítico y coleccionista de arte matancero José Gómez-Sicre.
Tambien cuenta con una cámara mortuoria donde se velaron los restos de la Lala Falla y que, a juzgar por el pintor y crítico de arte espirituano Antonio J. Molina, "en el ataúd la fallecida se encontraba con los brazos cruzados sobre el pecho y la sobrina de la condesa, al ver el cadáver con los brazos por fuera le dijo a su tía: "Qué buena idea tía, el día que mueras te dejaré lo más bello afuera, tus tetas”.
Entre las piezas valiosas que existen en aquella casa se encuentra la colección de 94 abanicos de nácar, marfil o madera propiedad de la poetiza Dulce María Loynaz. También hay juegos de tocador de plata, marfil y porcelana, cristal de Bohemia, Val Saint Lambert, Bacarrat y Moser, incluso los bordes de la taza del inodoro son de oro puro.
En esta imagen, de "Vintage Cuba", se aprecia al Duque de Windsor, acompañado de doña Marita Mederos, esposa de Jose Ignacio Rivero Hernández, el ultimo director y dueño del Diario de La Marina, a continuación doña Tina Sarrá de Sánchez y Marie Teresa (Nena) Velasco Sarrá de González Gordon, la dueña del Palacio Velasco - Sarrá, el impresionante edificio donde se encuentra hoy la embajada de España en la Habana, mientras que en el extremo derecho - conversando - la condesa de Revilla de Camargo, doña María Luisa Gómez Vila.
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