LA HABANA: Sórdida, inmoral, tolerante y liberal.


¿Sabías que el pelotero Sungo Carrera o el pianista Bebo Valdés, estuvieron ligados al marginal ambiente habanero?.

Según afirmó en Vanity Fair la periodista y escritora Cubana Rosa Lowinger, autora del libro "Tropicana Night: The Life and Times of the Legendary Cuban Club", obra de obligada referencia si se trata de la vida artistica en Cuba en los años ´50, el famoso actor Marlon Brando era cliente de Sungo Carrera durante sus viajes a la isla. Sungo Carrera era un destacado beisbolista del club Almendares de la pelota profesional Cubana, que como hacía Bebo en sus ratos libres como pianista de Tropicana, hacían de "agentes turísticos" de aquella "Habana prohibida".

Asegura la periodista que en el año 1956 Brando se fue a la Habana de improviso. En el vuelo se topó con Gary Cooper que se dirigía a visitar al escritor Ernest Hemingway en su finca en las afueras. Brando pasaba el rato allí con la estrella del béisbol, que al perecer servía como guardaespaldas y "guía turístico". Nada de extrañar, si nos guiamos por lo que dijo una vez el destacado musico Quincy Jones en una entrevista con los de "Vulture": "En cuestiones de sexo, Brandon era capaz de follarse un buzón". 

Incluso el sitio sensacionalista TMZ, aseguró también que el actor era gay, y que en días de bajón por sus predios pasaron desde Richard Pryor, Marvin Gaye, James Deam o James Baldwin. Cabría añadir que fue también un amante de la percusión Cubana, de hecho hay un excelente vídeo en YouTube que lo demuestra, en donde aparece tocando las tumbadoras como el percusionista Jack Constanzo, alias "Mr Bongó".

Pero regresando a la historia, al parecer Sungo, que ya había trabajado una vez como escolta del mafioso Lucky Luciano, se puso esta vez al servicio del joven actor y, como no podía ser de otra manera, lo llevó a conocer a un famoso "picha larga" que actuaba en el cabaret teatro "Shanghai" en la calle Zanja, entre Campanario y Manrique, en el Barrio Chino, acompañado del escritor ya fallecido Guillermo Cabrera Infante.

Cine teatro Shanghai

En ese club nudista y tolerante, al que se accedía por la calle Manrique, presentaba espectáculos de sexo en vivo y la estrella principal era un tipo conocido como "Superman" - según lo aseguró la escritora Rosa en Vanity Fair - famoso por tener un pene erecto de 18 pulgadas de largo. 

Se le conocía como "Enrique la Reina" y eso, sumado a la conocida bisexualidad de Marlon Brandon, pues imagínese la escena. Incluso se llegó a asegurar que la actriz Ava Gadner, una de las más bellas de todos los tiempos, cayó subyugada ante semejante ejemplar. 

Recordemos que una escena de la segunda parte del "Padrino", de Francis Ford Coppola, se hace referencia a este personaje. Su espectáculo consistía en tener sexo primero con una "actriz", para luego invitar a una de las asistentes del publico. Para evitar males mayores, el tipo se enroscaba una toalla en la base de su miembro para "controlar mejor la penetración", según lo aseguró esta escritora, que agregó además, que aquella noche Brando quiso conocerlo y luego se fue con él.

En realidad parece que Enrique era un gay que vivía en el barrio de los Sitios, e incluso algunos historiadores niegan que haya sido la estrella de ese teatro donde jamás hizo sus presentaciones, que más bien se trataba de un local contratado al efecto y situado en el tolerante barrio de "Pajarito", en los alrededores de la Calle Infante, entre Carlos III y Belascoain, una zona repleta de burdeles en aquellos años.

Por el Shanghai pasaron populares actores como Emilio Ruiz, el famoso Chino Wong, "el negrito" Armando Bringuier o la rumbera María Luisa "Cuquita" Carballo, artistas que llegaron después a trabajar en la televisión en populares programas como "Cabaret Regalías" o en obras del teatro Martí. En fin que como quiera que haya sido, lo que en el Shanghai se ofrecía era en exclusiva para un publico masculino. Por algo sería. 

Con la llegada de los hermanos Castro al poder en 1959, todo ese sub mundo desapareció, practica pero aparentemente, porque en realidad pasó de estar controlado a expandirse como una epidemia por toda Cuba. Nunca más se supo de Superman. Unos dicen que murió en Cuba trabajando como jardinero y otros, en cambio, que terminó sus días en México donde murió a manos de un supuesto amante.

Jorgensen y la china Musmé

Pero no vaya tan lejos, imagine como estaría de liberal aquella Habana, que la primera transexual del mundo, la Danesa Christine Jorgensen, fue contratada por el gran coreógrafo Rodney (Rodérico Neyra) como bailarina del cabaret Tropicana. Como su nombre indica, fue la primera persona que se hizo un cambio de sexo quirúrgico en todo el mundo.

Por otro lado, la española Gladis Palmera, (Alejandra Fierro) dueña de la mayor colección de música Cubana de aquellos años, sitúa al chino Julio Chang, alías Musmé, como uno de los más destacados transformistas de la época, muy conocido en la periferia de La Habana, como en "Las Vegas", el "Rumba Palace", el "Panchín" , "la Campana" o el "Niche" y la "Choricera" de la playa de Marianao, entre otros, y que eran visitados por Brando en sus noches locas. 

Como Superman, Musmé también vivía en el barrio Chino, entre las calles Salud y Escobar, y dicen que además de excelente travesti era un buen cantante, como también los fueron Omar Ferrán, René del Río y Carlos “Bobby” de Castro que luego inspiraron a otros transformistas como Margot, Imperio, Deborah o Zahira.

Salvando las diferencias, aquí en Canarias hay un conocido transformista, en este caso humorista, Juanito Panchín, que se trajo a las islas a esa Cubana decimonónica, estereotipada quizás, pero que igual desde su modestia atiza como nadie a los que desgobiernan nuestra patria, haciendo patente aquello que dicen afirmó nuestro apóstol José Martí...  "El humor es un látigo con cascabeles en la punta".

En cuanto a Rosa Lowinger, se trata de una periodista cubana ganadora de múltiples premios, curadora y conservadora de arte, autora de varios artículos sobre la cultura cubana, el arte moderno y la arquitectura. Se la ha considerado una experta en viajes culturales centrada en la vida nocturna de los años '50 en Cuba. De su cosecha se pueden citar este libro y "Dewel Time: A Memoir of Art, Exile, and Repair", la historia de una familia judía Cubana, su misma procedencia.

Maldita Hemeroteca.

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