CUBA: Un caso sui géneris jurídicamente hablando.

Supuestos colaboradores del régimen de Fulgencio Batista detenidos por las fuerzas rebeldes de Fidel Castro.

En agosto de 1945, Gran Bretaña, Francia, la Unión Soviética y Estados Unidos firmaron el Acuerdo y Carta de Londres, un documento conocido también como la Carta de Nuremberg. En la Carta se estableció un Tribunal Militar Internacional en la ciudad de Nuremberg, Alemania, para juzgar a los principales criminales de guerra alemanes.

El escritor ruso, y reportero de guerra en la era Soviética, Boris Polevoy, escribió un libro titulado "A fin de cuentas", en el cual se narra todo este proceso jurídico llevado a cabo contra los jefes nazis capturados durante la debacle alemana en la segunda guerra mundial, y donde se enjuiciaron los horrores conocidos como holocausto. Por solo citar un dato, le diremos que alrededor de 1,1 millones de prisioneros murieron en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau solamente.

Se manejan cifras totales por encima de los 17 millones de asesinados o más bien exterminados, ocho de ellos judíos, sin embargo no toda la totalidad de aquellos militares procesados, pagaron con su vida tan brutales delitos. Por ejemplo, Rudolf Hess, Erich Raeder y Walter Funk, fueron condenados a cadena perpetua; el jefe de las juventudes del partido nazi, Baldur von Schirach, así como el ministro de armamento hitleriano, Albert Speer, a veinte años de prisión. Es más, Hjalmar Schacht, Franz Von Papen y Hans Fritzche resultaron absueltos.

Ninguno de ellos, amen de la pena dictada, mostró el menor signo de arrepentimiento, lo que llama aún más la atención teniendo en cuenta lo reciente de aquellas matanzas. No solo eso, la mayoría de los perpetradores que no fueron ejecutados fueron puestos en libertad durante la década de 1950 y principio de los 60´s. Por otro lado, ahí están los casos de los más brutales y sanguinarios asesinos en serie.

Desde los norteamericanos Ted Bundy, Ed Gaine, John Wayne Gacy, pasando por el ruso Andrei Chikatilo, hasta llegar al colombiano Luis Alfredo Garavito. Todos recibieron sus respectivas condenas a muerte luego de agotar - durante años - todas sus beneficios jurídicos, y en el caso de este ultimo, que sigue preso en una cárcel de Colombia, tiene la posibilidad real de recuperar su libertad.

En la Cuba del 1959 no fue así, por el contrario. Mientras el pueblo celebraba la caída del dictador Fulgencio Batista, en el campo de tiro del valle de San Juan, en la provincia de Santiago de Cuba, corría la sangre a borbotones con total impunidad y ausencia de la ley, bueno sí, la de Fidel y su hermano Raul Castro.

Tiro de gracia a un fusilado en Cuba

El 11 de enero se desató la masacre. En un inicio un “tribunal revolucionario” de esa ciudad condenó a muerte a cuatro reos un juicio sumario de solo cuatro horas, y aun así fue demasiado tiempo para Raúl Castro que, de inmediato, ordenó la ejecución de 68 más, declarando que “si uno era culpable, todos eran también culpables.”

¡Ni uno solo de aquellos 72 hombres mereció ser condenado a prisión aunque fuera sumariamente, todos sin distinción, fueron ajusticiados sin la menor garantía procesal. El 15 de enero, la agencia de prensa UPI publicó un artículo desde Santiago de Cuba citando a Raúl Castro; éste sostenía que ya habían ejecutado a 106 “criminales de guerra” en la provincia de Oriente y prometía más ejecuciones. Raúl también declaraba que el régimen de Batista había asesinado a 10.000, incluidos 6.000 en la provincia de Oriente.

Esta masacre fue respaldada por decenas de castristas que, con los años, fueron represaliados. E incluso, terminaron sus días milagrosamente exiliados y aun más triste, por aquel enajenado pueblo que aún está pagando las consecuencias. Se dijo incluso que las fortísimas lluvias ocurridas en esa provincia en 1963 al paso del huracán Flora, desenterraron los cuerpos de la zanja tumba común donde habían sido enterrados en la Loma de San Juan, de manera que el régimen se vio obligado a colocarlos en huacales de cemento y arrojados en la fosa de Bartlett.

Queremos decir con esto, que más allá de las acciones cometidas por estos criminales, así como las emociones y sentimientos de venganza que pudieron generar, en Nuremberg siempre primó el sentido común y sobre todo el peso de la justicia, en cambio en Santiago de Cuba no.


AQUI LA LISTA

  1. Abreu Galván, 
  2. Mario Álvarez, 
  3. Antonio Álvarez Roque 
  4. Andrés Amador 
  5. Oscar Álvarez Díaz 
  6. Fernando Aragón 
  7. Fidel Balboa López
  8. Ángel Luís Barrero Silva 
  9. Antonio Bautinal Bell 
  10. Juan Bello Tamayo 
  11. Efrén Bravo Montalvo 
  12. José Bocaña Callazo 
  13. Rafael Caballero 
  14. Miguel Calá de la Rosa
  15. Leonel Castillo Ramírez 
  16. Pedro Castro Lora 
  17. Víctor M. Cedeño 
  18. Cesar Chacón Santa Cruz 
  19. Emerico Cortes Maldonado 
  20. Benito Coso Pérez 
  21. René Curiet, 
  22. Manuel De la O
  23. Arístides Denis
  24. Justo Despaigne Moret 
  25. Enrique Díaz 
  26. Rodolfo Díaz Rodríguez 
  27. Fernando Díaz Zamora 
  28. Raúl Duarte Anaya 
  29. Raúl Damián Durán Matos 
  30. Facundo Estrus Clavijo 
  31. Arturo Fernández Tirado 
  32. Eloy Fernández Valdés
  33. Ernesto Fernández Valverde
  34. Ernesto Ferrán 
  35. Alonso Fonseca
  36. Mario Gil, Alfredo, 
  37. Raimundo González 
  38. Marino González Guillot
  39. Manuel de Jesús Gutiérrez García 
  40. Juan Gutiérrez Valdés
  41. Antonio Haza Grasso
  42. Bonifacio – dominicano- Hernández Morales 
  43. José Heredia
  44. Ramón Herrera Duque 
  45. Heliodoro (Eliotón) Leiva 
  46. Ángel López Despaigne
  47. Aristonico López Toledano
  48. Arístides Martín Céspedes 
  49. Alberto Morales Carrillo 
  50. Antonio Morfi Castillo
  51. Jose Ramon Montero 
  52. Armando Martín Novas Hernández 
  53. Nicolás Odio 
  54. Israel Arencibia Oliu Cordero 
  55. Federico Oduardo 
  56. Eraclio Olea Gross 
  57. Domingo Olea Gross 
  58. Miguel Ignacio Olivera Azains 
  59. Pedro Ortiz Verdecia 
  60. Armando Peña Martínez
  61. Manuel Portuondo Rodríguez 
  62. Luís A. Prats Cervantes 
  63. Manuel Ramírez Caballero
  64. Antonio Reitor
  65. Antonio Rivera Nordet
  66. Juan A. Roque del Toro
  67. Benigno Rodríguez Pérez
  68. Pedro Saavedra Pinedo
  69. Celso Saavedra Romero 
  70. Francisco Torres del Toro 
  71. Benigno Torres López 
  72. Filiberto Torre Martínez 
  73. Juan José Zenen Jiménez Mas

Maldita Hemeroteca 

Fuente: Capellán Jorge Bez Chabebe, Dios me hizo cura, Miami: Editorial Silueta, 2014; “Pedro Corzo entrevista al Padre Jorge Bez Chabebe sobre los cubanos fusilados por Raúl Castro". U.S. Department of State, Foreign Service Dispatch No. 751, 20 de enero de 1959, p. 4, “Ejecutados en Santiago de Cuba 68 militares y Masferreristas,” Revolución, La Habana, 14 de enero de 1959; “Justicia revolucionaria".
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