miércoles, 30 de agosto de 2023

La deuda con los hermanos Gutiérrez Menoyo

Magnifica foto, donde se aprecia a Eloy con barba y a su izquierda el comandante norteamericano William Morgan. Entonces no imaginaban el futuro que les aguardaba

Había una vez un comandante llamado Eloy Gutiérrez Menoyo, que pasó 22 años en la cárcel cubanas por rebelarse contra la dictadura de Fidel Castro. Y aunque al igual que el tirano se alzó en los montes contra el entonces régimen imperante del golpista Fulgencio Batista, no pertenecía al mismo grupo Fidelista llamado "26 de Julio". 

Este madrileño de nacimiento, que eligió morir en Cuba en calidad de disidente pacífico, pertenecía al directorio revolucionario, y su hermano Carlos fue el hombre que dirigió el otro movimiento en rebeldía que llevó a cabo el 13 de Marzo de 1957 la operación mas intrépida contra el régimen batistiano, el asalto al palacio presidencial con el objetivo de ajusticiarlo.

Solicitando los permisos para radicarse en Cuba. Eloy fue muy criticado por una buena parte del exilio que no vio con buenos ojos este paso "pacífico" ante la dictadura.

Nacidos en Madrid, Carlos en el 1924 y diez años después Eloy, fueron hijos de una familia de republicanos que emigró a Cuba tras la guerra civil. Ambos pertenecían al socialismo y, como podrá usted imaginar, tuvieron que escapar hacia la perla del caribe ante el triunfo del bando nacionalista encabezado por el general Francisco Franco. 

Aunque con apenas 23 años Eloy se alzó en armas contra la dictadura de Batista antes, cuando su hermano murió en aquella operación, era un simple pero exitoso empresario, dueño de un bar en la Habana llamado el "Eloy´s Club". Precisamente la muerte de su hermano fue el detonante para que él tomara el rumbo de la revolución definitivamente, pero eso sí, jamás quiso relacionarse con el futuro tirano barbudo. 

Aún así, en el mes de diciembre de 1958 Castro le envió a su genízaro favorito, el argentino Ernesto Guevara, para que el directorio comandado por Eloy se "acoplara" al 26 de julio como la única fuerza libertadora en la isla. Menoyo, aunque se pasó por la bragueta de su uniforme la presencia de intimidante asesino y tras dejar bien claro la posición del directorio en aquellos montes, por el bien de Cuba accedió a la unidad. 

Otra cosa eran los planes que tenía en su cabeza Castro y los que rápidamente Menoyo se percató como una deriva comunista de aquel proceso y, por el honor de su hermano y de él mismo, se opuso abiertamente a la mal llamada "revolución de Fidel Castro". No solo él, también uno de sus mas fieles comandantes en la toma de Cienfuegos, el norteamericano William Morgan, fusilado por Castro en 1961, se opusieron tenazmente. 

Con suerte Eloy escapó hacia Miami en una lancha. 

Allí, en la capital del exilio Cubano, Menoyo fundó el movimiento "Alfa 66", el grupo anticastrista que más atentados y sabotajes realizó en aquellos años y, no solo eso, el 28 de diciembre de 1964 consiguió desembarcar en la playa de Baracoa en la Habana. Allí permaneció escondido hasta que los chivatos, unidos a las fuerzas represivas que ya para entonces eran muy eficientes, le detuvieron un mes después mientras esperaba el momento propicio para alzarse de nuevo. 

A su regreso a Cuba en 1993

Esta acción le trajo como consecuencia 30 años de cárcel de los que solo cumplió 22, y la casi pérdida de un ojo por un "amable bayonetazo que le regaló" un guardia. No, y sepa que se pudo dar por dichoso que aquel sicario de la pampa, el mismo al que en diciembre de 1958 le gritó en su cara, "¡¡Si tu firmas Che yo firmo Gallego y pal carajo!!" no le cobró sus acostumbradas cuentas pendientes. 

Por gestiones del presidente  español Felipe González, Menoyo pudo salir de la cárcel rumbo a España, y de ahí hacia Miami de nuevo. En 1993 intentó - por las buenas - hacer entender a Castro la necesidad de democratizar la isla a través de métodos pacíficos o mediante el diálogo político, liderando esta vez su nuevo grupo que llamó "Cambio Cubano". 

Incluso Castro le dispensó -de cara a la galería- unos minutos de audiencia, quizás para congraciarse con Madrid. Fue entonces que Menoyo aprovechó para hacerle una propuesta y cito su posterior declaración a la prensa: 

“Si yo me hubiera dejado llevar por el revanchismo le habría reprochado que él me jodió la vida, y probablemente me habría respondido justificándose con el pasado. Pero no. ‘No vamos a hablar del pasado, no tiene sentido; hablemos del futuro’, le dijo. 

ILUSO. 

Por supuesto, Fidel Castro jamás le respondió y allí, en la Habana, Menoyo murió un 26 de octubre de 2012 esperando una respuesta. Eso sí, se negó a marchar de Cuba y nadie pudo impedírselo y ese fue, quizás, su único triunfo contra aquella dictadura que lleva ya 64 años "jodiéndole la vida" a todos los cubanos.

Maldita Hemeroteca

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