Teatro Variedades, donde atentaron contra la vida del general cubano Antonio Maceo en Costa Rica

Antonio Maceo sufriĆ³ 27 heridas en su etapa libertadora, sumando las ocurridas en la guerra de los diez aƱos, una en el atentado de Costa Rica en el que no muriĆ³ gracias al general Loynaz y del Castillo que liquidĆ³ al que venĆ­a a rematarlo, y en la ultima guerra del 1895.
Durante todo ese tiempo fue atendido por varios galenos como el doctor Eusebio HernĆ”ndez PĆ©rez, mĆ©dico de la familia natural de de ColĆ³n, en Matanzas, el doctor FĆ©lix Figueredo DĆ­az, que lo atendiĆ³ cuando lo hirieron 8 veces en Mangos de MejĆ­a en 1877, el doctor Guillermo FernĆ”ndez MascarĆ³, quien se encargĆ³ de sus problemas digestivos y que luego en la repĆŗblica se desempeĆ±Ć³ como director del Instituto de Segunda EnseƱanza de Santiago de Cuba.

A MascarĆ³ le siguiĆ³ el trinitario Hugo Roberts FernĆ”ndez, su gran amigo y que fue quien mĆ”s tiempo pasĆ³ a su lado y que con el triunfo llegĆ³ a ser representante por Las Villas a la Asamblea Constituyente de 1901, terminando sus dĆ­as bajo los cuidados del controvertido mĆ©dico habanero MĆ”ximo Zertucha Ojeda.

Exequias de Maceo en 1899.

Solo acotar que Zertucha no se "presentĆ³" asĆ­ sin mĆ”s como se suele acotar en varias fuentes, decide acogerse al indulto espaƱol impulsado por la profunda depresiĆ³n que dejĆ³ este hecho y a las injustas ofensas recibidas en el campamento mambĆ­, empezando por los generales Pedro DĆ­az y el catalĆ”n JosĆ© MirĆ³ Argenter, ayudante de Maceo, quien lo acusĆ³ incluso de brindar informaciĆ³n al general Valeriano Weyler.

Se sometiĆ³ a juicio con un MĆ”ximo GĆ³mez dolido especialmente por la pĆ©rdida de su hijo Francisco, sin embargo el generalĆ­simo, que no se caracterizaba de flojo para nada, que se la habĆ­a "arrancado" a mĆ”s de uno bajo su responsabilidad, en medio del interrogatorio y las confesiones le hizo una seƱal a Zerucha y dijo: ¡"Basta, que no se hable mĆ”s del asunto"!.

GĆ³mez percibiĆ³ enseguida que el mĆ©dico decĆ­a la verdad al afirmar, y reconocer ademĆ”s, que el abandono de los dos cuerpos habĆ­a sido un acto de cobardĆ­a, pero no de Ć©l solo, de todos los que en ese momento salieron corriendo presa del pĆ”nico, y entonces cuando dijo: "Yo pensĆ© que muerto el General serĆ­a vĆ­ctima de mis envidiosos compaƱeros…!”, GĆ³mez decidiĆ³ poner fin al asunto.


LAS 26 HERIDAS RECIBIDAS EN CAMPAƑA Y UNA EN UN ATENTADO.

1- Combate de MichoacƔn (enero 16-1896)
2- AcciĆ³n del ingenio ArmonĆ­a (mayo 20-1896)
3- Majaguabo Arriba (julio 2-1870)
4- San Rafael (julio 25-1870)
5- Majaguabo Arriba (octubre 2-1870)
6- Nuevo Mundo (diciembre 28-1870)
7 y 8- La Matilde (enero 16-1872)
9- Tiguajabos (enero 24-1872)
10- AcciĆ³n del ingenio Santa Fe (noviembre 2-1872)
11- Combate de Las GuƔsimas (marzo 15-1874)
12 a 19- Combate de MejĆ­as (agosto 7-1977)
20- Vereda La Juba (febrero 8-1878)
21- Combate de Juan Criollo (febrero 12-1878)
22- San JosƩ, Costa Rica (ATENTADO noviembre 10-1894)
23- Combate de RĆ­o Hondo (febrero 7-1896)
24- Combate de Las Lomas de Tapia (junio 23-1896)
25- Combate de San Pedro herida mortal en el hipocondrio en Punta Brava (diciembre 7-1896).


La Ćŗnica de esas heridas que no fue en combate se produjo a la salida del teatro "Variedades", en la capital de Costa Rica, el 10 de noviembre de 1894, organizado por el gallego Isidro Incera, muerto en el atentado. En ese teatro se estrenaba la obra Felipe Derblay, representada por el actor cubano y amigo personal de Maceo, Paulino Delgado.

Este intento de asesinato fue motivado por un candente artĆ­culo del general dominicano Enrique Loynaz del Castillo desde las pĆ”ginas del periĆ³dico "La Prensa Libre", por cierto el mismo que le salvĆ³ la vida a Maceo, al liquidar, certeramente, de un disparo al sicario Incera, cuando este venĆ­a a rematar a Maceo. Esta es su tumba en San JosĆ© de Costa Rica, donde Loynaz tenĆ­a viviendo a un hermano llamado Armando.

Este teatro era catalogado peyorativamente por los crĆ­ticos de "cucarachero", que por cierto, fue el lugar donde por primera vez se proyectĆ³ una pelĆ­cula en Costa Rica, los cinematogrĆ”ficos "Lumiere". En realidad, y como se aprecia en la foto, aquel "teatro" no llegaba a esa categorĆ­a en el sentido estricto de la palabra, incluso aunque tuviera un escenario. Por supuesto con los aƱos fue remodelado varias veces.