Restos del USS Maine en la Bahía Habanera. // |
Últimamente los bulos están de moda. Vaya si lo están, y la globalización de la internet es la culpable. Y eso sería otro bulo por naturaleza, porque lo de las mentiras difundidas no son nada bueno, siempre han existido, son más viejos que el hilo de coser negro.
De hecho se asegura que el incendio de Roma protagonizado por el emperador Nerón, en realidad nunca ocurrió. Como también se pone en duda la existencia de Pelayo en España y sus grandes heroicidades, como el origen de la "gripe Española", que fue en Kansas, EEUU, y hasta la existencia en Francia de un supuesto prepucio de Jesús. Hay de todo.
Pero uno de los más sensacionales lo lanzó en 1835 el periódico New York Sun, cuando llegó a decir que en la Luna habían encontrado vida. Y hablando de la prensa Americana, si nos vamos a Cuba tenemos uno tan, pero tan bulo, que fue capaz de desencadenar una guerra que cambio el curso de nuestra historia. La prensa americana llegó a decir que la explosión del acorazado USS Maine, anclado en el puerto de La Habana, había sido obra de los españoles.
Hoy, aunque sin voluntad de probarlo, quizás por lo trascendente del hecho en sí y la manera burda como se consiguió, se ha llegado a especular que fueron los propios cubanos desesperados por que la ineficacia mambisa se extendiera por diez años más. No se extrañe para nada, cubanos independentistas llegaron a colocarle una bomba al general Valeriano Weyler en el mismo palacio de los capitanes generales. Y eso sí que no fue un bulo.
En cambio, según el historiador británico Lord Hugh Thomas, el mayor fake que se ha divulgado en Cuba fueron las veinte mil muertes que supuestamente generaron los siete años que estuvo en el poder Fulgencio Batista tras el golpe de estado de 1952, y se lo achaca además al ex presidente Ramón Grau San Martín y lanzado en la revista Bohemia en su edición del 11 de enero de 1959.
Y aunque -"por si las moscas"- nadie en esa revista se atrevió a firmarlo, sepa que aunque en dictadura todavía en Cuba existían y funcionaban las leyes, hubo una famosa carta - que muchos señalan de apócrifa - donde el que fuera su director y dueño exculpó sus mentiras antes de rajarse un tiro en Venezuela, señalando al comunista y borracho Enrique de la Osa como el autor de semejante "guayaba".
Se conoce que años más tarde la web "Archivo Cuba" se encargó de contabilizar los muertos por ambas partes a partir de este golpe, y las cifras ni se parecen siquiera a esa barbarie que llegó a superar tres veces los muertos del general mambí Jesús "Chucho" Monteagudo y su eficiente coronel y jefe de estado mayor, Jose Francisco Martí, durante la matanza de negros y mulatos de 1912.
¿Quiere usted más bulo que lo del "bloqueo norteamericano", o por ejemplo que siendo Fidel Castro uno de los hombres más ricos del mundo, todavía existen cuatro tontos que le llaman defensor de los humildes?. No vamos ahora aquí a enumerar lo de la superproducción de naranjas ni la exportación de carne de vaca, pero lo de Fidel Castro fue para enmarcarlo y exponerlo en la sala VIP del museo de los Fakes News.
Uno de los más efectivos los lanzó el que fuera considerado padre de esta técnica, el nazi Joseph Goebbels, cuando Hitler se propuso invadir Polonia. El Tercer Reich dejó un reguero de cadáveres con uniformes nazis en la estación radiofónica de la ciudad polaca de Gliwice, cuando en realidad se trataban de ciudadanos Polacos muertos y disfrazados. Su objetivo era justificar ante la propia Polonia y la comunidad internacional la expansión nazi, y vaya si lo lograron. Hasta un día.
También la pandemia del Coronavirus en 2020 originó una serie de bulos impresionantes, como los supuestos efectos secundarios que producían las vacunas. Los cuatro años que duró la pandemia fueron una verdadera fábrica de noticias falsas que no hacían más que diseminar el miedo entre una población, ya per se bastante aterrorizada. No era para menos, se calcula que en el mundo pudieron haber muerto alrededor de quince millones de personas.
Las razones para que los bulos proliferen son varias, y van desde la vagancia por no reflexionar y hacer un esfuerzo por encontrar la lógica, hasta las motivaciones políticas y de todo tipo. El ultimo, ese tuvo actuación protagonizada por la teatrera Selena Gomez y todo, cuando apareció llorando por los deportados del presidente Donald Trump.
En cambio, cuando el demócrata Barack Obama rompió el record mundial de deportados no dijo ni pío. Fíjese que en el 2018 Obama había deportado a 2,5 millones de inmigrantes, y según información gubernamentales sus totales superaron los de cualquier administración en la historia de EEUU e incluso, ojo al dato, superó igualmente la suma de todos los presidentes americanos del siglo XX.
Maldita Hemeroteca.