Los Padres del futbolista. (Foto época de la Pandemia). // |
Alberto Moleiro (Santa Cruz de Tenerife, 2003) es más que un gran jugador, es el pichichi de Liga con cuatro goles, de la renovada UD Las Palmas de Diego Martínez. Portador del "10" insular en su camiseta –que en estos años nunca le ha pesado-, vive sus triunfos y sus peores días en Gran Canaria, en Tenerife y, cuando se acerca el frío, envía cariñosos saludos a Cuba.
No es cubano, pero su padre Alfredo sí nació allí.
"Mi abuelo, por parte paterna, era un campesino de Garachico, de la zona norte de Tenerife. Emigró a Cuba a principios de siglo XX. Lo hizo junto a mi padre y a sus dos otros hijos, pero yo nací allí, en Cuba, en el año 1959.
ENTREVISTA:
"Sé que él está centrado y feliz en la Unión Deportiva Las Palmas. Tiene contrato con ellos hasta 2026. Esperemos que siga así. Pero ya sabes, la vida es una caja de sorpresas. De momento está trabajando por el equipo y eso es lo más importante", remarca con un discurso ejemplar, agregó.
En Cuba estuve mis primeros 36 años de vida. Estudié, acabé la carrera de médico y ya en 1996 decidí regresar a las tierras de mis ancestros, a las islas Canarias. Aquí conocí a la madre de Alberto, Mary Paz, nos casamos felizmente y tuvimos a nuestro hijo". Alfredo, quien actualmente ejerce como médico en la isla del pico más alto de España, nos habla del chico...
Alberto Moleiro pasó parte de su infancia en Gran Canaria. "Por cuestiones laborales, cuando Alberto tenía cuatro años, dejamos Tenerife y nos trasladamos a la isla vecina", recuerda Alfredo. Durante esos años, el pequeño Alberto vivió su primera experiencia en un estadio. "Fue en el Estadio de Gran Canaria. Después regresamos a Tenerife, pero él siempre iba tanto al Heliodoro Rodríguez López como al Estadio de Gran Canaria. Desde pequeño le fascinaban ambos recintos deportivos", asevera.
Finalmente, fue la Unión Deportiva Las Palmas quien captó al joven talento, un duro revés para el Club Deportivo Tenerife y su política de cantera. "Al final, en 2019, llama la UD Las Palmas y le ficha para el Juvenil C. Y míralo ahora, hasta el día de hoy", dijo el padre. Ese 2019, en una misma semana, debutó de la mano de Juan Manuel Rodríguez con Las Palmas Atlético, y con Pepe Mel en el primer equipo, en un amistoso en Teror.
Alberto Moleiro pasó parte de su infancia en Gran Canaria. "Por cuestiones laborales, cuando Alberto tenía cuatro años, dejamos Tenerife y nos trasladamos a la isla vecina", recuerda Alfredo. Durante esos años, el pequeño Alberto vivió su primera experiencia en un estadio. "Fue en el Estadio de Gran Canaria. Después regresamos a Tenerife, pero él siempre iba tanto al Heliodoro Rodríguez López como al Estadio de Gran Canaria. Desde pequeño le fascinaban ambos recintos deportivos", asevera.
Finalmente, fue la Unión Deportiva Las Palmas quien captó al joven talento, un duro revés para el Club Deportivo Tenerife y su política de cantera. "Al final, en 2019, llama la UD Las Palmas y le ficha para el Juvenil C. Y míralo ahora, hasta el día de hoy", dijo el padre. Ese 2019, en una misma semana, debutó de la mano de Juan Manuel Rodríguez con Las Palmas Atlético, y con Pepe Mel en el primer equipo, en un amistoso en Teror.
Su precocidad inicial más tarde requirió paciencia y maduración en la base, incluso fue testigo del crecimiento de un tal Pedri González.
En 2020, Mole jugó la pretemporada con el primer equipo y ya en la campaña 2021-2022 terminó de explotar, en Segunda División, de la mano del citado Mel. Desde la base sabían que se trataba de un jugador diferente. "Pues fíjate, en Cuba no siempre han hablado de él. Ahora sí, mucho más.
"Le llaman 'el cubanito' aunque no lo sea", explica el padre, sonriente.
Este apodo cobró aún más relevancia después de que Alberto anotara el gol contra el Real Madrid (1-1), el 29 de agosto de esta misma temporada: "Eso fue un boom. Fue al minuto 5' de partido, me acuerdo perfectamente. Cuando marcó, dio la vuelta al mundo. Ya sabes, marcar contra los grandes, es así".
En 2020, Mole jugó la pretemporada con el primer equipo y ya en la campaña 2021-2022 terminó de explotar, en Segunda División, de la mano del citado Mel. Desde la base sabían que se trataba de un jugador diferente. "Pues fíjate, en Cuba no siempre han hablado de él. Ahora sí, mucho más. Le llaman 'el cubanito', aunque no lo sea", explica el padre, sonriente.
Este apodo cobró aún más relevancia después de que Alberto anotara el gol contra el Real Madrid (1-1), el 29 de agosto de esta misma temporada: "Eso fue un boom. Fue al minuto 5' de partido, me acuerdo perfectamente. Cuando marcó, dio la vuelta al mundo. Ya sabes, marcar contra los grandes, es así".
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