GOLPE EN CUBA: A propósito de una fecha.

Presidente Ramón Grau San Martín segundo sentado de izquierda a derecha y demás miembros de la pentarquía en Septiembre de 1933.

Hoy cuatro de septiembre se cumplen 91 años de la "revolución de los sargentos", levantamiento que dio al traste con el gobierno interino de Carlos Manuel de Céspedes hijo y regresaba - una vez más -  la inestabilidad política a nuestra convulsa republica Cubana.

Unos meses antes, el 26 de julio de ese año 1933, el presidente cubano Gerardo Machado y Morales, ex mayor general de la guerra de independencia en 1895, había otorgado una amnistía y restablecido las garantías constitucionales en el país. De ese capítulo, dentro de la historia política republicana cubana. Como ya dijimos, han pasado ya 91 largos y agitados años.

El presidente Machado, que en su primer mandato había llegado a la presidencia enarbolando el slogan de «Agua, Carreteras y Escuelas» y que resultó materializado en un gran programa de obras públicas, no fue lo mismo en su segundo periodo. Y aunque consiguió ser reelegido en 1928, sobre todo gracias al decidido apoyo de los principales partidos políticos que habían aprobado una enmienda constitucional para abrir la posibilidad de reelección, se vio envuelto en las dificultades económicas derivadas de la gran depresión mundial.

Por otro lado, el carácter intransigente y dictatorial que iba adquiriendo su gobierno ante la reacción interna le convirtió en un político extremadamente impopular. En consecuencia comenzaron a proliferar los movimientos de protesta, y por tanto se acrecentó la represión. En 1933 se produjo una huelga general y es cuando entra en la escena política y bajo la llamada «Revolución de los Sargentos», un señor llamado Fulgencio Batista y Zaldívar que a la postre le obligó a abandonar el poder y exiliarse, primero en las Bahamas, y luego en los Estados Unidos. 

Machado

A pesar de los delitos políticos cometidos, incluyendo asesinatos, Machado dejó un país de tres millones de habitantes con una amnistía firmada para delitos de rebelión, e incluso el Partido Comunista legalizado. En lo social, ahí están las obras como testigos y de gran beneficio para el país, como la carretera central, el capitolio nacional, los tranvías de La Habana, Camagüey y Santiago de Cuba, la escalinata universitaria, el hospital de maternidad “América Arias”, el teatro Auditórium del Vedado, entre muchas otras. 

Tras un breve periodo del presidente interino, el hijo del padre de la patria, Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, el 4 de septiembre de 1933 Batista organizó una junta de gobierno conocida como "La Pentarquía", quien posteriormente eligió como presidente a Ramón Grau San Martín, que hasta 1934 había sido un reconocido y prestigioso médico, así como un gran activista en la lucha contra Machado.

Dicen que antes de abandonar Cuba, Machado dijo en la escalera del avión lo siguiente: "Después de mí, el caos". Y oiga amigo, tras breves y contados periodos de cierta estabilidad de meses a lo sumo, la política Cubana empezó a convulsionar constantemente, al punto que desde el 1934 al 1940 que es elegido Fulgencio Batista por 4 años en las urnas, no hubo ni un minuto de jodida paz. Ni el mismo Nostradamus hubiera podido visionar mejor al futuro de nuestra isla.

Jorge García
Maldita Hemeroteca 
Articulo Anterior Articulo Siguiente