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| Imagen: San Juan del Hospital, Valencia. |
Los esclavos africanos, que fueron fundamentalmente Nigerianos, Congos y Bantús, trajeron consigo a la isla las creencias y tradiciones de sus países de origen. Sin embargo, el dominio colonial y religioso en Cuba, les obligó a bautizarse e instruirse en la religión católica.
Estos recién llegados denominados “negros de nación”, se organizaron en los llamados “cabildos de nación” autorizados por la administración, porque además de servir como elementos de solidaridad, ayuda mutua y mantenimiento de su cultura, también servían como instrumento para el control de la población esclava. En fin, una historia que es harto conocida.
En la iglesia de San Juan del Hospital, en Valencia, se encuentra la columna donde se cree fue martirizada, situada en una capilla bajo la santa. Esta reliquia fue traída a Valencia por la emperatriz Constanza Augusta de Grecia, en tanto que en la iglesia de San Jaime de Moncada, también en Valencia, se encuentra una falange de su dedo, en este caso traído desde Roma a este lugar. Sin duda, Santa Bárbara es una de las patronas más populares del mundo.
Sin embargo, más allá de esto, esta Santa es también la patrona de la artillería y de numerosos colectivos en Europa, más que nada por su triste historia. Cuentan que nació en el siglo tercero en Nicomedia, una ciudad de Anatolia cerca del mar de Mármara, aunque actualmente es reconocida como una diosa Griega y también Latina.
Su padre era un tirano llamado Dióscoro, que al enterarse de que se había convertido al cristianismo la encerró en un castillo. Poco después le obligó a casarse, pero ella se opuso diciendo que elegía a Cristo como su esposo. Dióscoro quiso matarla, pero aunque huyó, él la persiguió, la capturó y además la sometió a terribles torturas.
Su martirio fue el mismo que el de san Vicente: atada a un potro, flagelada, desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho de trozos de cerámica cortantes y quemada con hierros candentes. Finalmente, el mismo rey Dióscoro la envió al tribunal, donde el juez dictó la pena capital por decapitación.
Y fue el propio padre quien la decapitó en la cima de una montaña, sin embargo la leyenda cuenta que en el mismo momento que estaba cometiendo este crimen, un rayo lo alcanzó y lo mató redondo. Quizás por eso es que en la religiones africanas, al orisha Shangó lo asocian como una divinidad que es dueño de los rayos, del trueno y del fuego.
Santa Bárbara, patrona de la artillería
Probablemente por este hecho, por los rayos y truenos que hubo en el momento de su muerte, que Bárbara se convirtió en la santa patrona de todos los artilleros europeos y, por extensión, en todas las profesiones que tienen que ver con explosivos y fuego, digamos los mineros, los bomberos, los canteros, los fundidores y electricistas, y de ahí también el famoso refrán que reza:
«Solo te acuerdas de Santa Bárbara cuando truena» y que significa que solo nos acordamos de alguien cuando lo necesitamos para algo, o cuando se deja algo para última hora.
Maldita Hemeroteca
