Rectificando la historia: Joaquín Agüero y Agüero

Inauguración de un monumento en el lugar donde fueron fusilados. Fecha desconocida. // 

¿Sabía usted que 17 años antes de que el abogado Carlos Manuel de Céspedes se apropiara del liderazgo del levantamiento de Bayamo en 1868, hubo un camagüeyano que se rebeló en armas contra España? Claro que sí lo sabe

Por tanto, y sin entrar en comparaciones, cuando le pregunten quien fue el verdadero precursor, responda sin temor que fue don Joaquín Agüero y Agüero, un rico hacendado de aquella zona del Camagüey, que en 1851 tuvo los arrestos de retar la autoridad colonial española mediante el uso de las armas.

No por gusto la escuela donde daba clases como profesor, fue la elegida por los mambises del 68 para firmar, y aprobar un año después, la primera carta magna cubana como una nación libre e independiente, osea la constitución de Guáimaro.

También es cierto que Céspedes tuvo dos arrestos en 1852, pero aun así, desde 1843 que Agüero decide darle la libertad a sus esclavos, es cuando se disparan las alarmas de la rebeldía, tanto de las autoridades españolas como del resto de los hacendados Cubanos, que vieron en ese gesto algo tan preocupante que llegaron a ilegalizárselo.

De hecho se tuvo que marchar a los Estados Unidos temiendo una represalia, regresando a la isla tan solo tres meses después para proseguir con sus ideas. Fue en 1849 cuando empezó de lleno con sus trajines libertarios fundando la Sociedad Libertadora de Puerto Príncipe, con el objetivo en mente de levantarse en armas.

Algunos textos apuntan a que, en Julio de 1851, junto con 60 hombres mal armados, se levantó precipitadamente en armas en apoyo a la expedición del venezolano Narciso López en un lugar conocido como "El Palenque", acción fallida, como lo fue también su posterior intento de tomar la ciudad de las Tunas. 

Hotel Camagüey

Estando escondido esperando embarcarse rumbo a Estados Unidos, fue víctima de una delación y capturado junto a sus colegas de armas Fernando de Zayas, Tomás Betancourt y Miguel Benavides, encerrados en el cuartel de caballería que años después se convirtió en el "Hotel Camagüey", que si se fija bien en esa foto, seguía teniendo más tipo de cuartel que otra cosa.

Todos fueron condenados a muerte. Y como pasó con el hijo de Céspedes, el general español José Lémery e Ibarrola le ofreció el perdón a cambio de renunciar a sus ideas, a lo que se negó rotundo. "... Se que la vida me va en ello, pero no me haré traición a mi mismo, siempre he sido fiel a mis principios de honradez y no recuerdo haber hecho nada en el transcurso de mi vida que pueda avergonzarme". 

¡Increíble!. Hombres así ya no existen.

Iba a ser agarrotado el 12 de agosto de 1857, pero "alguien" se encargó de envenenar al verdugo de apellido Callejas, por lo que tuvieron que fusilarlos en la villa de Santa María de Puerto Príncipe. Solo se salvaron Adolfo Pierra y Miguel Castellanos, al ser menores de edad. Agüero murió con tan solo 34 años, dejando viuda a doña Ana Josefa Agüero y Perdomo y huérfanos a sus hijos Joaquín Mariano Agüero; Adelle Agüero; Guillermo Agüero y Eloisa María Agüero.

Maldita Hemeroteca. 

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