El actual campeón del mundo, el danés Magnus Carlsen, posee el mayor ELO de la historia del ajedrez alcanzado por un humano con 2881 puntos, superando los 2849 puntos anteriores del ruso Garry Kasparov, que lo encabezaba en 2020. El ELO es el sistema de que emplea la federación de ajedrez mundial para calcular los niveles de calidad de sus jugadores, lo que les permite además a los organizadores mejorar sus eventos ya sean los invitados.
El sistema fue creado por el señor Arpad Imre Elo (1903–1992), un profesor de física estadounidense que había nacido en Hungría, y que en vida fue un excelente jugador del llamado "juego ciencia" donde alcanzó la categoría de maestro. En 1959, cuando ya había servido en la USCF durante veinte años, Elo fue designado presidente del comité de puntuación de la USCF y, al año siguiente, la USCF adoptó el nuevo y revolucionario sistema de puntuación que había concebido.
Y aclaramos que estamos hablando del ELO FIDE o real, porque existe uno ficticio que aparece -a criterio- en las páginas online dedicadas a este llamado "deporte". Seguimos. Una década más tarde, en 1970, la federación mundial de ajedrez, más conocida como FIDE, también puso en práctica el sistema para registrar la fuerza de los grandes maestros de todo el mundo.
Como es de suponer, este ELO, baja o sube, en dependencia de los resultados que alcancen los ajedrecistas en los diferentes torneos en que participan, e incluso también dependerá del ELO que posee el rival contra el que nos enfrentamos. Dicho de otra manera, en caso de que ganáramos o empatáramos con un jugador que posee mucho más ELO FIDE que el nuestro, por ende subiremos una mayor cantidad de puntos que si ganamos o empatamos con un jugador que posea el mismo, o menos, ELO FIDE que nosotros.
Así, dicho a muy grandes rasgos, nos asalta una pregunta de inmdiato: ¿Qué ELO tuviera Don José Raúl Capablanca y Graupera, si en su tiempo no existía?.
De esta manera, y según la clasificación que cerró este año 2023, José Raúl Capablanca estaría situado en el puesto numero 28 del ranking mundial por detrás de Vaselyn Topalov, que terminó el año con 2727 puntos, y aventajando al armenio-norteamericano Levón Aronian y a los azerbayanos, Shakhiriyar Mamedyarov y Teimor Radjabov, los tres con 2023 unidades. ¿Qué les parece?.
De su estilo, dijo Kasparov:
"Capablanca en su momento demostró su colosal superioridad sobre sus contemporáneos”, y por esa razón surgió precisamente el mito de su invencibilidad. Nadie podía ver las pequeñas —y, a veces, no tan pequeñas— lagunas de su estilo ultra puro.
Pero esos errores no eran accidentales, y en el encuentro con Alekhine pasaron a ser trágicos, puesto que echaban por tierra los frutos del enorme trabajo precedente. Capa fue cayendo por culpa de su proverbial pereza, y una cierta negligencia en su juego. Si tenía éxito, ¿para qué esforzarse más?.
Pero esos errores no eran accidentales, y en el encuentro con Alekhine pasaron a ser trágicos, puesto que echaban por tierra los frutos del enorme trabajo precedente. Capa fue cayendo por culpa de su proverbial pereza, y una cierta negligencia en su juego. Si tenía éxito, ¿para qué esforzarse más?.
A raíz de su título campeón de 1921, y de convertirse en un asalariado del tablero, pues jugaba por dinero cuanta partida o simultánea le venía bien, Capablanca se compró una casa en el barrio de la Ceiba, en Marianao la Habana, y contrajo nupcias con su primera esposa Gloria Simoni. Sin embargo todo indica que no fue un hombre fiel, de hecho este biógrafo apunta que su derrota contra Alexander Alekhine se debió a eso precisamente, que no tenía la cabeza donde debía estar.
Y aunque estaba locamente enamorado de Gloria, al final la dejó por la rusa Olga Chagaev, que lo acompañó hasta después de su muerte en el viaje de regreso a La Habana. El barco que trajo sus restos mortales a Cuba fue el "Jose Martí", y fue enviado expresamente por el mandatario cubano Fulgencio Batista y Zaldívar, otro amante de este juego.
Y como ya sabe como somos, les diremos que fuera de los tableros, le diremos que su abuelo Tadeo Capablanca y Broca, era hijo del oficial español Judas Tadeo Capablanca que peleó en la guerra contra Napoleón Bonaparte, y había llegado a Cuba en 1860. De su matrimonio con doña Josefa Fernández Brieba nació, en 1863, el niño José María Capablanca y Fernández, que con el tiempo se convirtió en el padre del futuro campeón.
Antes de terminar, nos gustaría relatar la anécdota que tuvo el maestro con el rey Leopoldo III de Bélgica, país donde fue designado como agregado comercial y que dice por si solo quien fue este cubano. El día que presentaba sus credenciales en Bruselas. el soberano se dirigió al genio y le dijo: « Maestro, toda mi vida he querido conocerlo. He estudiado sus partidas y ahora está usted aquí, en persona». Esto ilustra hasta qué punto el campeón cubano llegó a ser una celebridad mundial.
Maldita Hemeroteca
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