MANUEL URRUTIA LLEÓ.


Hace apenas un par de días se cumplió un aniversario más del fin presidencial del doctor Manuel Urrutia Lleó, y sin temor a equivocarnos apostaríamos porque casi nadie, ni dentro ni fuera de Cuba, se acordó de este venerable señor. 

Urrutia fue un abogado nacido en Yaguajay, en el centro de la isla, en el año 1908. Sin embargo su carrera como magistrado la desempeñó mayormente en el oriente de la isla. Fue un hombre que sin tener simpatías partidistas ni aspiraciones en una carrera política, de pronto se vio envuelto en una vorágine de acontecimientos que lo llevaron a asumir el mando político de un gobierno de paja, y tan solo por unos meses. 

 Sus desavenencias con Fidel Castro y sus renuencias al giro hacia el comunismo que iría tomando "el proceso" lo convirtieron en un personaje incómodo primero, luego en una especie de disidente, y más tarde en un refugiado político, hasta que su figura comenzó a difuminarse poco a poco y con el pasar de los años.

En 1957 su actitud de respeto hacia las leyes, como magistrado de la audiencia en Santiago de Cuba y presidente de la sala de lo penal que era, fue lo que marcó su posterior vida en la isla. En un acto de valentía cívica, se opuso a la condena de Castro y su gente por el alzamiento del 30 de noviembre y los sucesos del Yate Granma, (causa 67) argumentando que la constitución - en este caso la del 1940 - amparaba el derecho a rebelarse contra un gobierno dictatorial como lo era el de Fulgencio Batista.

---En 1964 publicó un libro que tituló, Fidel Castro y compañía: la tiranía comunista en Cuba.---

Aquella actitud valerosa le hizo tener que abandonar el país, pero luego, al triunfo de los castristas, regresó por la puerta grande. Al menos eso pensó. En principio había que dar una imagen de una Cuba democrática con su presidente y todo, y entonces Fidel Castro le propone para "dirigir el país", más que nada porque sabía que era un magistrado que no tenía compromiso con ninguna organización política. Por tanto en diciembre de 1958, Urrutia es designado como presidente interino de la república de Cuba. 

Urrutia, con traje claro, junto a
Miró Cardona y Fidel Castro
Esto llevó a que Estados Unidos le diera rápidamente el reconocimiento diplomático, ya que sabían que el nuevo presidente era un hombre muy respetable, así como el primer ministro José Miró Cardona, que había sido el presidente del colegio de abogados e hijo, además, del destacado mambí catalán y mayor general José Miró Argenter, lo que servía de garantía de que aquello no se radicalizaría en un comunismo.

Sin embargo...

La obra teatral de Castro llegó a su fin. Primero José Miró Cardona tuvo que renunciar; y en menos de un mes Fidel Castro asumió su cargo como primer ministro. Solo faltaba el turno del magistrado que ya estaba por llegar. Sobre todo con los decretazos que dictaba sin contar con él siquiera. Al final Urrutia entendió que lo habían utilizado, y que su presencia en Cuba no hacía otra cosa que correr cada vez más peligro.

---El doctor Urrutia había tomado parte en la lucha contra el general Gerardo Machado y Morales en 1934 y se había opuesto también al golpe de estado de 1952.---

Castro le aceleró su salida del país, cuando le acusó de traidor y movilizó a toda aquella masa humana que no pensaba ni razonaba, solo le seguía por puro instinto animal. Ya lo había dicho una vez el general Valeriano Weyler, "el cubano es como la veleta, que gira para donde sople el viento". Y así era, así fue, y así sigue siendo.

El doctor Manuel Urrutia Lleó se tuvo que asilar en la embajada de Venezuela, luego de 7 meses de haber asumido un cargo ficticio, o de paja, como mandatario. Salió de cuba para nunca más volver. Murió en New York donde trabajaba como maestro de español, el 5 de julio de 1981 a los 79 años de edad. Ese día se cerró el ultimo intento vivo por democratizar la isla. Desde entonces han pasado ya 64 años. 

Maldita Hemeroteca 
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