lunes, 29 de enero de 2024

Ramón y Cajal: En Cuba caímos porque no fuimos ni justos ni generosos.

"Caímos porque no supimos ser ni justos ni generosos". // 

Dentro del sistema defensivo de España en Cuba, destacaba el de Arroyo Hondo en Santiago de Cuba; Fuerte de San José de Paradas, Fuerte de San Miguel de Paradas, Fuerte de la Loma de la Cruz Fuerte de El Viso, Fuerte Escandel y Fuerte San Juan. A todas estas instalaciones defensivas se unía también la llamada Torre de las Palomas, un edificio de dos plantas, el cual se ubicaba en la antigua “Normal”. 

Desde esta construcción se usaban palomas mensajeras y más tarde el heliógrafo como vía de facilitar la comunicación del ejército español. Y dentro de aquel panorama se desenvolvió uno de los más grandes médicos Españoles de todas las épocas, entonces simple médico del ejercito colonial en Cuba, Don Ramón Santiago y Cajal, quien con los años se convirtiera en un científico especializado en histología y anatomía patológica, y que llegó a compartir el Premio Nobel de Medicina en 1906. 

En 1874, un recién graduado Cajal había sido destinado en Cuba como capitán de Sanidad Militar, en ese momento gobernada por el Capitán General José Gutiérrez de la Concha Irigoyen (1809-1895) permaneciendo en la isla durante catorce meses, cumpliendo servicio en el peor destino posible, las enfermerías de campaña de Vista Hermosa y de San Isidro, en la trocha de Bagá, entonces Puerto Príncipe (Camagüey), en una manigua repleta de mosquitos que ocasionaban la muerte a cualquiera en un santiamén inoculando las "fiebres palúdicas". De hecho, él mismo enfermó de paludismo, con lo cual en 1875 regresa a España. 

Eran tiempos de una Cuba repleta de trochas y "block house" (blokaus) torres de vigilancia que eran defendida por pequeños destacamentos y cada 1000 o 1500 metros se alzaba un fortín de madera guarnecido por una de esas compañía, con la expresa misión de aislar la zona oriental de Camagüey y las Villas en adelante. La mayor de todas en ese momento era la que defendía la isla dividida en tres tramos desde los poblados de Júcaro a Morón, en una de esas - Bagá que contaba con 3 hospitales de campaña y 10 enfermerías en Vista Hermosa y San Isidro - se encontraba el doctor Cajal. 

De su propio puño y letra: 

 “Adversa se mostró mi suerte al regentar el nuevo destino. De las deficiencias higiénicas de San Isidro certificaban, de una parte, la guarnición, casi siempre enferma en sus dos tercios, y de otra, el hecho singular de haber sido escogido dicho paraje -vasta sabana cruzada por ciénagas- como lugar de corrección de oficiales borrachos y calaveras. Uno o dos meses de destierro en San Isidro considerábase recurso heroico capaz de domar las más inveteradas rebeldías. Se decía, y no a humo de pajas, que, acabada la suave condena, los oficiales levantiscos gozaban la más dulce de las tranquilidades: los unos por haber muerto; los otros, por yacer impotentes en el lecho del dolor”. 

Solo agregar que aunque su padre Justo Ramón le pidió encarecidamente no viajar a Cuba por lo peligroso de la empresa, su deber con España primó embarcándose en Cádiz en el vapor correo Guipúzcoa, con destino al puerto de Nuevitas en Camagüey. 

Señaló que el sistema de trochas era un suicidio prácticamente, un error que favorecía a los rebeldes Cubanos debido a los constantes brotes de parásitos motivado por los  residuos humanos mal eliminados, sin contar que administrativamente se pasaron casi seis meses sin pagarle su sueldo de 125 pesos oro, denunciando así la tremenda corruptela que existía en la isla.

Suya fue esta reflexión:

"Cuba es nuestro sepulcro, pues España perdió por enfermedades causadas por el clima más de 200.000 hombres; y en la actual lleva perdidos más de 60.000 de paludismo. Si España tuviera sentido común, hace rato que Cuba fuera independiente o si no cada 10 o 12 años se renovarán la sediciones". 

El Dr Santiago Ramón y Cajal falleció en Madrid en 1934 a los 82 años de edad, y Cuba supo reconocer su obra. En 1954, los histólogos de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana lo homenajearon con una placa en los Laboratorios de Histología del Colegio Sagrado Corazón de Jesús, la hoy escuela de medicina "Victoria de Girón", en Marianao. En tanto que en España, en 1998, se inauguró el Centro de Rehabilitación Geriátrico.

Maldita Hemeroteca

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