EMIGRACIÓN: Poderío económico Canario en Cuba


¿Sabías que, en 1650 Cuba tenía cinco veces menos población que las islas Canarias, siendo la perla del Caribe un territorio muchísimo mayor en kilómetros cuadrados?. 

Se calcula que en esos años la isla de Cuba residían no más de 20 mil habitantes, mientras que en total en las islas Canarias lo hacían 100 mil. Con el comienzo de la producción de Azúcar y Tabaco, principalmente este último rubro, es que comienza una emigración de isleños hacia Cuba que no paró hasta casi medidos del siglo XX.

La emigración canaria a Cuba se dirige, desde el primer momento, en buena medida al cultivo del tabaco y de la caña de azúcar. La aportación de esta corriente migratoria será constante y creciente. Durante el siglo XIX, la mayoría de canarios seguirán vinculados al campo, pero su situación sufrirá un cambio sustancial porque los planes de colonización no albergaban el propósito de convertirlos en pequeños propietarios, sino en colonos.

Pero las relaciones de Canarias con Cuba no concluyeron con la independencia cubana. A principios del siglo XX, la crisis venezolana y el auge cubano hicieron de la isla caribeña el destino casi exclusivo de la emigración canaria hasta 1921, cuando se produjeron los primeros síntomas de crisis en la isla, que acabaría cerrando sus fronteras en 1929 con consecuencia de la Gran Depresión.

Para la segunda mitad del siglo XIX, principalmente entre 1853 y 1898, emigran hacia Hispanoamérica entre 90.000 y 100.000 canarios, siendo alrededor de 60.000 para Cuba, la mayor parte hombres en 70,83%,, casi todos solteros (72,42%), casados (23,95%) y viudos (3,62%). En los primeros cinco años del siglo XX salen hacia Cuba otros 24,300 y entre 1916 y 1920 emigran otros 44 mil que casi en su totalidad recalaron en Cuba hasta el cierre de las fronteras por la crisis economica mundial o crack.

Para que se tenga una idea más clara de esto, el aporte isleño representaba el 42 y el 45% del total de población blanca no nacida en Cuba que fue contabilizada en los censos de 1846 y 1862, respectivamente, la mayoría ejercieron su labor en el sector primario, aprovechando sus conocimientos agrícolas.
Mientras los primeros se dedicaron al cultivo de la planta del tabaco, eminentemente comercial, los segundos fueron orientados a producir para resolver las necesidades crecientes de las ciudades.

EL AZUCAR 

No pocos agricultores cañeros eran de procedencia canaria o descendientes de estos. Si en el siglo XIX el tabaco era la gran atracción para los isleños, en el siglo XX los bien alineados campos de caña se convirtieron de pronto en una irresistible tentación para ellos.

En la mayoría de los casos dependiendo de los centrales a los que vendía la materia prima y delos que recibían la tierra en arrendamiento o medianería. En el cultivo e industria azucarera los canarios ejercieron en Cuba las más diversas actividades, especialmente desde la segunda mitad del siglo XIX, cuando el desarrollo capitalista de la economía cubana ofreció grandes oportunidades.

En la zona oriental de Cuba se han documentado 10 centrales que estuvieron en manos de canarios: cuatro del grancanario Federico Almeida, uno del tinerfeño José Tavío Sierra, y el resto de los gran canarios Familia Cruz, García & Fiol, Miranda y la Compañía Azucarera Canaria (central San Germán); por nuestra parte hemos documentado entre 9 y 10 pequeños ingenios en la zona de Cienfuegos, los cuales empleaban principalmente mano de obra esclava.

A principios del siglo XX, un grupo de canarios decide crear un central junto a la cuenca del Río Cauto (en la parte oriental de la isla), fundando la compañía Azucarera Canaria, S.A., presidida por el canario Rafael Domínguez Domínguez, vecino de San Luis, con una capacidad de molida de 240.000 arrobas. Su primer administrador fue el también canario Francisco Alba Gómez.


Sin embargo, en 1920 se ven obligados a vendérselo a una compañía de capital cubano que le cambian el nombre por el de San Germán. Al arruinarse la compañía propietaria en 1922, se vieron obligados a traspasarlo al Chass National Bank a través de la compañía azucarera estadounidense Fidelity Sugar Company.

Otro caso fue el canario Federico Almeida, que se asentó en la zona oriental de la isla y fundó varias empresas. Natural del municipio grancanario de Moya, viajó a Cuba y fue administrador y codueño del central Hatillo (San Luis, cerca de Santiago de Cuba), para comprarlo en 1912, venderlo en 1920 y adquirir a continuación el central Santa Ana, del que se deshizo antes del crack de 1929.

Tuvo otros centrales como el Unión y el Baltony. Fue dueño de compañías agrarias, hasta convertirse en el mayor latifundista de la zona del valle Central de Santiago de Cuba. Almeida fue administrador y condueño del central Hatillo, en San Luis, cerca de Santiago de Cuba. Hay otro canario, Luis Tavío, que llegó a ser administrador de dos ingenios, primero de “El Lugareño” en Camagüey y luego del Ceiba Hueca en Campechuela.

LECHEROS, BODEGUEROS Y COMERCIANTES. 

Un tercer sector donde podemos ubicar a los empresarios canarios en Cuba es en los servicios urbanos, poco estudiados hasta el presente. En efecto, muchos canarios, tras años de trabajo y ahorro, invertían en el establecimiento de una pequeña industria (lechería, restauración, comercio o pequeños establecimientos conocidos como bodegas) formando importantes redes económicas. Fueron los casos de Luis Suárez Galbán, un importante comerciante asentado en la Habana. empresarios canarios procedentes de Guía, Gran Canaria.

Esta clan comenzó con José Antonio Galbán Pagán que se estableció en Tapaste, Pinar del Río, a mediados del siglo XIX. En 1864, este residía en La Habana, donde promovió un comercio de víveres con un asociado en la calle Teniente Rey. Durante la Guerra de los Diez Años, se incorpora al negocio su sobrino Luis Suárez Galbán que con 15 años emigró a Cuba donde se instala trabajando en un comercio propiedad de su tío, responsabilizándose del mismo cuando su pariente regresa a Canarias.

Regresó a Guía en 1874 para ver a su familia, volver a Cuba y crear una sociedad mercantil dedicada al comercio de todo tipo de mercancías en la calle de los Oficios, nº 74 en la capital cubana. Galbán y Cía , ya como Sociedad Anónima en 1900, poseía un capital de 500.000 dólares; poco después alcanzó un millón de dólares e incluyó a otros socios como Manuel Inclán Paredes, Juan del Río Besada, Eugenio Galbán Ramírez - hijo del fundador - y Fernando Galbán Guerra.

Tras asociarse con Heriberto Lobo, llegado de Venezuela, y tras el retiro y fallecimiento de Suárez Galbán, la firma se transforma en diciembre de 1916 en "Galbán, Lobo y Compañía", bajo la presidencia de Heriberto Lobo, y en 1920 se constituirá la "Galbán Lobo Company Importing and Exporting Association", teniendo como socios a Heriberto Lobo y Eugenio Galbán Guerra. Luis Suárez Galbán tuvo un importante protagonismo en la vida económica y social de Cuba a principios del siglo XX, toda vez que en 1904 fue nombrado presidente de la Cámara de Comercio de Cuba, permaneciendo como tal hasta 1908.

LA LECHE. 

Quizá el caso paradigmático de red económica formada por canarios en 1929 fue la compañía Lechera de Cuba, S.A.En efecto, un grupo de emigrantes grancanarios, procedentes de los municipios del norte de la isla (Guía, Moya, Gáldar), que tenían pequeños negocios de reparto de leche en La Habana se unieron para formar una empresa de elaboración de leche pasteurizada y homogeneizada, la cual fue absorbida por Cía Operadora de productos Lácteos S.A. en 1947.


Con posterioridad se unieron a otras firmas, entre ellas las de José Suárez, Modesto Suárez, Pedro Cárdenas, Casimiro Navarro y Juan Bautista Rodríguez. Asimismo, José Suárez Suárez la presidía, José González López era su vicepresidente, y Antonio y José Ortega Jiménez fungían como director y subdirector respectivamente, mientras que Pedro Interián Rizo hacía de administrador. Finalmente, en el sector bancario destacó el palmero, de Punta llana, Eulogio Crespo Guerra, establecido en Cabaiguán.

La actividad la inició su hermano Antonio, que un día de enero de 1884 emigró de La Palma a Cuba entrando por el puerto de Caibarién para termina restableciéndose en el pequeño poblado Placetas, donde trabajó en vegas de tabaco y otras labores. Allí conoció a un asturiano, Faustino Cibrián, con quien puso en marcha un pequeño negocio de venta de víveres. Pero el futuro estaba en las cercanías de Cabaiguán, por donde pasaría (desde 1902) el ferrocarril central de Cuba.

BANCOS

A Cabaiguán se había trasladado un buen número de canarios ante las perspectivas que ofrecían sus tierras para la agricultura y del tabaco especialmente. En esta localidad pone en marcha Antonio Crespo el negocio "La Estrella" , un establecimiento dedicado a la venta de productos de ferretería, materiales de construcción y víveres.

Reclamado por su hermano, viajó a Cuba Eulogio Crespo Guerra para abrir su propio negocio en 1911 en la calle principal de Cabaiguán al que llamaría Islas Canarias. Con préstamo monetario de Antonio, edificó una tienda con paredes de madera y techo de tejas, ala que fue surtiendo de telas, tejidos para niños y adultos, una pequeña sastrería y sombrerería, así como un pequeño taller para arreglo de equipos eléctricos, que posteriormente da lugar a la "Crespo Eléctric", dedicada a la reparaciones de Radios y Televisores.

El establecimiento se fue convirtiendo también en casa bancaria, donde depositaban los ahorros los numerosos campesinos canarios, a la vez que les concedía préstamos para sus explotaciones tabaqueras y sus viviendas. Surge así el Banco Crespo , con sucursales en Placetas, Sancti Spíritus y Yaguajay, hasta llegar a ocupar, por sus depósitos, el número 29º de los de Cuba. El establecimiento fue intervenido en 1955 por sus irregularidades en los depósitos y evasión de impuestos en el pago de utilidades. 

Hoy día permanece denominado Banco de Crédito y Comercio, tras su nacionalización. Sus clientes principales fueron cosecheros y almacenistas de tabaco (24%) y ganaderos (16%), varios de los cuales eran afiliados, así como la abundante presencia de los canarios en las ciudades cubanas como dueños de pequeños comercios (bodegas), bares y restaurantes, diversos establecimientos comerciales o talleres semi-artesanales de carpintería, tostaderos de café.

Incluso hubo un propietario de una pequeña flota de cuatro barcos pesqueros (Astilleros Macías, en Nuevitas, Camagüey). Otro importante empresario canario fue Tomás Felipe Camacho, asesor del presidente Gerardo Machado y directivo de la Asociación de hacendados de Cuba, acaudalado propietario floricultor y de haciendas.

UN APARTE CON LA FAMILIA CASANOVA 

Por ultimo, debemos tener en cuenta una figura cimera en la ciudad de Cárdenas, el potentado gomero Inocencio Casanova Fagundo, un rico hacendado residente en la zona de Guamuta, provincia de Matanzas, que distribuyó lotes de tierra de su propiedad donde se fue asentando lo que sería con el tiempo la población de "San Juan de dios de Cárdenas". 

Caricaturas de Emilia en la prensa Española

Allí, en el No.231 de la calle "Coronel Verdugo", construyó el gomero Inocencio una enorme casa donde se mudó y donde nacieron casi todos sus hijos, muchos de ellos vinculados con el proceso libertario cubano. De hecho uno de ellos, Manuel, murió agarrotado en 1870, mientras que otra hija, Emilia, esposa de Cirilo Villaverde, se convirtió en E.E. U.U; en la mayor colaboradora de la causa libertaria Cubana. 

Tanto fue así, que constantemente era hostigada por la prensa y caricatura política colonialista en la isla, e incluso en 1872 el representante de EEUU en Washington, vice almirante español José Polo de Bernabé, le solicitó en una entrevista que intentara convencer a Emilia que abandonara el apoyo a los mambises en la isla. 

Recordemos que Cárdenas ha sido reconocida como "La Ciudad Bandera", ya que fue allí donde el general venezolano Narciso López, junto con 600 de sus reclutados, tomó la ciudad y la enarboló por primera vez. Por ultimo decir que el hospital "Santa Isabel" fue construido en tierras que fueron donadas por Inocencio a la administración de la ciudad, así como la parcela donde fue edificado el consistorio.

HOY.

El pasado año el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, anunció un plan de ayudas de cien mil euros para los canarios residentes en Cuba y sus descendientes, plan que se iría multiplicando por cinco hasta beneficiar a más de 1.500 familias que hoy radican, básicamente, en la zona de Cabaiguán en las Villas, zona central del la isla. 

De hecho más del 80% de los Cubanos que hoy viven en Canarias son de esa zona. Y aunque ya quedan pocos, Cuba sigue siendo la comunidad Canaria más grande del mundo con alrededor de 65 mil isleños procedentes de las 8 islas, una cifra que es inclusive mayor que los 55 mil Cubanos que han emigrado y que hoy viven en el archipiélago. 

Maldita Hemeroteca. 

Condensado del libro "Empresarios Canarios en Latinoamérica. El Caso De Cuba", de la autoría de Pablo Ojeda Déniz Miguel Suárez Bosa Pilar Domínguez Prat y Carmen Ascanio Sánchez.
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