Jesús Menéndez. La historia no contada


En el mes de noviembre arrancó la zafra azucarera 2023-2024 en Cuba con apenas 25 fábricas del país y con el triste record en su última cosecha de llegar a su nivel más bajo en un siglo en un país, donde solo el consumo poblacional abarca casi medio millón de toneladas métricas y con un compromiso pendiente de exportarle a China otras 400 mil. En fin que visto el caso y comprobado el hecho, lo más probable es que tengan que adquirir azúcar en el extranjero una vez más.

Como es habitual la culpa la tiene el clima, la falta de organización, de financiación, de piezas de repuesto, materia prima y transporte propias de un "férreo bloqueo norteamericano" que ya no engaña a nadie. Muy lejos quedaron los tiempos en que la isla era reconocida como "La Azucarera del Mundo". Jesús Menéndez Larrondo fue un líder sindical comunista, que sentía tanto el azúcar corriéndole por sus venas, que hasta su propia vida le costó. 

Había nacido en la localidad de Encrucijada en 1929, y dicen que era un tipo colérico e irascible, con lo cual no sabríamos ni que decir si viera lo que está pasando en Cuba con el dulce en estos momentos. Puede, incluso, que del berrinche le hubiera pegado un par de tiros a más de uno. Como hizo una vez. Claro el castrismo le hubiera domado ese carácter con mas eficacia que Joaquín Casillas Lumpuy cuando intentó detenerlo en el paradero de trenes de Manzanillo, aquel fatídico 28 de enero de 1948.

Sí, porque fue Menéndez quien inició el tiroteo e hirió a los militares, de hecho existen unas declaraciones hechas por testigos que presenciaron aquel fatal incidente. Incluso las del propio oficial Casillas que compareció en calidad de acusado, y que fueron publicadas por el investigador Newton Briones Montoto, el hermano de Antonio, aquel oficial castrista que resultó muerto en una guerrilla en Venezuela. 

Este Newton fue miembro del MININT (Interior) por espacio de 28 años, hasta que la purga generada por el escándalo de la droga que llevó al paredón al general Arnaldo Ochoa y demás oficiales, le obligó a una jubilación forzosa. Uno de los tres hijos suyos de nombre Ulises, era propietario (o lo es todavía, no sabemos) del famoso local "The Place" en la zona turística de Miami Beach.

LOS HECHOS

Concretando un poco, diremos que el entonces general y jefe nacional de la policía, Enrique Hernández Nardo, designó al cabo No 85 B de investigaciones, Enrique Chartrand, para que efectuara las diligencias investigativas pertinentes en torno a este violento caso, y esta es una muestra del informe: 

Cabo No. 211. OFICIAL DE GUARDIA. Al Jefe del Bureau de Investigaciones. –JEFATURA Ratificación: Folio. 403 Ciudad. Señor: 

En cumplimiento a lo ordenado por su Superioridad según telefonema No. 302 de fecha 25 de enero ppdo., designándome para efectuar una amplia investigación en relación con los hechos acaecidos en la Ciudad de Manzanillo y en los que resultara muerto el Representante a la Cámara por la provincia de Las Villas, Sr. Jesús Menéndez Larrondo, tengo el honor de informarle que he practicado la investigación ordenada, de la cual resulta lo siguiente: 

HECHOS Y CIRCUNSTANCIAS: …

Que el día 22 de enero ppdo., en horas de la tarde, el Capitán del Ejército Joaquín Casillas Lumpuy. MM Jefe del Escuadrón 13 de la Guardia Rural perteneciente al Regimiento No. 9 “General Calixto García”, regresaba de la Jefatura del referido Regimiento y al llegar a la Estación del Ferrocarril del Central “Mabay”, el Cabo Eugenio S. Rodríguez M.M., perteneciente al Escuadrón 35, le informó verbalmente por orden del Comandante Manuel Hernández Hernández M.M., Inspector Auxiliar del Regimiento.

Que el Sr. Jesús Menéndez Larrondo se dirigía al Central “Estrada Palma” con el propósito de incitar a los trabajadores para que paralizaran la molienda, motivo por el cual el referido Capitán Casillas abandonó el tren en la estación de Yara para dirigirse al referido Central “Estrada Palma”. Ya en el tren que habría de conducirlo a dicho lugar, hubo de encontrarse con el Sr. Menéndez Larrondo en el cual era acompañado por el Representante a la Cámara Sr. Francisco Rosales y por el Sr. Manuel Quesada…

…En tales circunstancias y después de cruzarse los saludos rituales, el capitán Joaquín Casillas comenzó a tratar de convencer al Sr. Menéndez Larrondo de que no debía realizar los actos que se proponía por ser los mismos contrarios a las leyes, respondiendo el Sr. Menéndez que mantendría su criterio ante los trabajadores y enjuiciando a la vez al Gobierno de la República. 

Esto dio lugar a que el Capitán Casillas le reiterara su opinión en el sentido de que el acto que pretendía realizar era contrario a la Ley, y que él como militar no podía consentirlo. Así las cosas, recurrió a su condición de legislador y la inmunidad que lo amparaba, girando la conversación durante el viaje sobre la misma cuestión… 

(Jesús Menéndez era representante a la cámara por el Partido Socialista Popular)

Que al llegar el tren a la Estación Ferrocarrilera de Manzanillo, cuando habían abandonado el vagón #8 en que viajaban, ya sobre la acera del andén el Sr. Menéndez, trató de improvisar un meteen (sic) a sus parciales allí reunidos, y al ser amonestado por el Capitán Casillas se volvió diciéndole: 

“ESTO LO HAGO COMO REPRESENTANTE Y COMO HOMBRE”  

Acto seguido, extrayendo un revólver que portaba produjo dos disparos contra la persona del referido Capitán, alcanzando con uno de los proyectiles al Soldado José Manuel Alarcón Jiménez que lo acompañaba, causándole una herida en la región temporo-parietal izquierda de carácter grave, como consecuencia de la cual lo hizo caer al pavimento.

Ante esta súbita e inesperada agresión de que estaba siendo objeto, en un gesto instintivo, natural y lógico de defensa, el Capitán Casillas extrajo la pistola de reglamento que portaba, repeliendo la agresión y haciendo ocho disparos, logró alcanzar con tres de ellos a Menéndez Larrondo y una vez eliminado el agresor y el peligro que el mismo suponía para su vida, se concretó a auxiliar al soldado Alarcón conduciéndolo a la Clínica del Dr. Piña donde fue asistido, mientras por su parte los acompañantes del Sr. Menéndez prestaban atención a su amigo. 

Estos hechos fueron presenciados entre otras personas por los ciudadanos OBDULIO VERDECES RAMOS, vecino de General García No.163 en Bayamo; MANUEL CEDEÑO GARCIA de Céspedes No.127 en la propia ciudad, el Cabo de la Policía Nacional No. 4135 OLIMPIO LEON NARANJO perteneciente a la Sección de Manzanillo, así como los choferes de la "piquera de taxis" de la estación de ferrocarriles de Manzanillo, Sres. JOSÉ MARTÍ CASTRO, MATIAS CORTES DÍAZ y RICARDO FERNANDEZ SANTANA, los cuales relataron los hechos en la forma y circunstancias descriptas.

"El momento de confusión que se produjo fue aprovechado por los acompañantes de Menéndez Larrondo para hacer desaparecer el arma con que el mismo había realizado la agresión, en su afán de preparar una cuartada en su favor pero sin prever que sujeta al cinturón del referido Sr. Menéndez se hallaba la funda correspondiente a dicho revolver y la cual fue ocupada inmediatamente después de ocurrido el hecho. 

Además quedó destruida esta coartada por la prueba pericial practicada por los técnicos del Gabinete Nacional de Identificación (Dpto. de Química Legal) que al someter a los reactivos micro químicos correspondientes los guanteletes de parafina aplicados a ambas manos del Sr. Menéndez, estos arrojaron un resultado francamente positivo en cuanto a la existencia de productos nitrados producidos por deflagración de la pólvora en la cara dorsal de la mano derecha, y cara dorsal y palmar de la mano izquierda. 

La localización de los productos nitrados en la cara dorsal de la mano derecha ofrece su interpretación la característica que se observa cuando la persona ha hecho recientemente disparos con un arma de fuego; y los de la mano izquierda las mismas características; que se observan cuando esta región del cuerpo se encuentra dentro del cono de deflagración de la pólvora. Además, se encontró restos en el puño de la manga derecha de la guayabera que vestía.

…Así mismo estimo mi deber significarle que en el pasamos de la plataforma trasera del coche No.8 en que viajaban el Capitán Casillas y el Sr. Menéndez y sus acompañantes, se observó un impacto producido por proyectil de armas de fuego y junto a las paralelas fue hallado un proyectil calibre 32 para revolver, habiéndose ocupado además en la pared lateral derecha de la caseta de la Estación Ferroviaria.

Otros dos proyectiles calibre 45 que resultaron ser idénticos en sus canales y estriado, al proyectil hallado en el cadáver de Menéndez, fueron disparados por la pistola del reglamento del Capitán Casillas, no así el proyectil calibre 32 ocupado en las paralelas el cual corresponde a los disparados por el arma utilizada por el occiso al iniciar la agresión. La Habana, 16 de febrero de 1948. De Ud, respetuosamente, Enrique Chartrand. Cabo 85. B. de investigaciones".

Lo que nunca quedó claro fue como murió este capitán Casillas. Se sabe que el argentino Ernesto Guevara "le aplicó la ley de fuga", según dijo, pero eso fue un cuento que no se lo creyó nadie. El dictador Fulgencio Batista sabía que podía serle útil a la hora de defender la ciudad de Santa Clara del asedio de los alzados, y con esa intención lo sacó de la cárcel y lo ascendió a comandante en 1956. 

Su detención, tras la caída de la ciudad que defendía, fue el fuelle que terminó por impulsar a Batista dejar el país como lo hizo. El 1 de enero de 1959, después de la batalla de Santa Clara, Casillas fue detenido por las tropas del comandante argentino y esa fue su perdición. Nunca se supo como, y en que circunstancias, pero Casillas apareció muerto al siguiente día con varios disparos. 

Los hombre de Guevara dijeron que estando detenido había intentado escapar, pero no cabe la menor duda que le pasaron la cuenta por lo de Jesús Menéndez, aunque de todas formas hubiera sido pasado por las armas con toda probabilidad. El implacable asesino se encargó de ahorrarle tiempo a un sistema jurídico que, a partir de ese momento, entraría en una frenética actividad que llevó al paredón a miles de supuestos colaboradores del anterior régimen.

EN RESUMEN

Que a juzgar por Newton Briones Montoto, fue Jesús Menéndez quien presa de su impulso cometió varios errores que llevaron a este violento desenlace. Primero eludió ser detenido, argumentando inmunidad por su escaño en la cámara de representantes y, segundo, que utilizó su revólver para impedirlo, hiriendo gravemente a un soldado en la cabeza de un disparo.

¿Fue así como sucedieron los hechos?... ¿Los testigos eran de fiar?... ¿Fue en defensa propia como argumentaron?. 

Al menos, que sepamos, no hay declaraciones contrarias por parte del doctor Carlos Rafael Rodríguez, que como abogado acusador de la familia logró meter entre rejas al capitán en la causa No 91 de 1948. Se supone que esos expedientes deben estar ahí registrados en los archivos del caso. De la defensa de Casillas se encargó el doctor José Miró Cardona, quien fuera primer ministro y embajador de Cuba en España en los dos primeros años de la revolución antes de asilarse. Cardona era hijo del general e historiador mambí, el Catalán José Miró Argenter.

La muerte de Jesús Menéndez no fue la única. Otros dirigentes sindicales como el portuario Aracelio Iglesias o los tabaqueros Miguel Fernández Roig, Amancio Rodríguez o José Oviedo también fueron víctimas de aquella violencia. En este caso resultó un duro golpe para la clase obrera que, a partir de aquí, fue representada por otros líderes sindicales como el holguinero Ursinio Rojas Santiesteban, quien le sustituyó en 1948 en la Federación Nacional Obrera Azucarera FNTA

Maldita Hemeroteca
Fuentes:"
Muerte de Jesús Menéndez, una historia mal contada". Newton Briones Montoto
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