ARROYO HONDO: Primera acción bélica que vio José Martí en Cuba.

Arroyo Hondo, Guantánamo.

Se ha dicho que José Martí tuvo su bautizo de fuego el día que murió en Dos Ríos, y en realidad no fue así. Antes de ese fatídico día, el apóstol vio silbar las balas sobre su cabeza, como el mismo lo narra en su diario de campaña y en una carta que le envía a su amante, la señora Carmen Miyares. 

¿Donde?, en Arroyo Hondo, Guantánamo, el once de abril y a las pocas horas de haber desembarcado por Playitas de Cajobabo, y a solo diez días después de producirse el primer desembarco de Duaba, también por Guantánamo, con más de 20 expedicionarios que viajaron en la Goleta Honor. 

Aquella balacera pudo haber sido el fin del apóstol y de todos los que le acompañaban, entre ellos el generalísimo Máximo Gómez y su paisano, el coronel Marcos del Rosario, Francisco "Paquito" Borrero Lavadí, el capitán César Salas, de extensa familia mambisa, brigadier Ángel Guerra Porro o Luis González Pineda, que viajo junto a su hijo y 17 miembros más de su familia. 

El grupo fue acosado por una columna española conjunta de 600 hombres, pertenecientes al regimiento Simancas No 64 al mando del cual se encontraba el teniente coronel Joaquín Boch, así como 200 voluntarios y guerrilleros del temible comandante Pedro Garrido que les perseguían, e incluso llegaron a estar a pocos kilómetros de ellos.

Estas fuerzas españolas habían dado de baja al general Flor Crombet e intentaron infructuosamente de darle caza a los hermanos Antonio y José Maceo, que junto a los tenientes coroneles Agustín Cebreco y Adolfo Peña y los comandantes Silverio Sánchez Figuera y José C. Palacios, habían conseguido ponerse a salvo. 

Después de haberse despedido del teniente coronel Félix Ruenes y sus hombres, el día 18 de abril el general Máximo Gómez contaba con un grupo de 30 expedicionarios. Al parecer los cubanos se encontraban perdidos, según lo relata el propio Martí en la citada carta a la señora Miyares. Sin embargo, la fortuna quiso que un recompuesto José Maceo, en unión de las fuerzas de Periquito Pérez y Victoriano Garzón que sumaron 300 mambises, fueran en su ayuda, 

Les llegó justo antes del ataque del teniente coronel Bosch. En aquella acción el fuego se extendió hasta horas del mediodía. Existe además un reporte del periódico World de New York, donde el reportero le hizo una entrevista a Antonio Maceo en Songo la Maya, donde el general cubano cuenta lo sucedido con lujo de detalles.

“[José] Maceo apostó a sus hombres dentro de la espesura, a lo largo de la ribera del [Arroyo] Hondo, el cual, en este punto, es un torrente de unos treinta pies de ancho. El Coronel [sic] Bosch se acercó temprano en la mañana por la ribera del arroyo, y, al recibir el fuego de los rebeldes, llevó a sus hombres hacia una posición en un cañaveral. El fuego continuó hasta la 1:00 pm. 

Como de costumbre, los españoles desperdiciaron demasiadas municiones innecesariamente, y cuando se les acabó, José Maceo cargó, (al machete) cruzando el río, y [él y sus hombres] hicieron estragos con sus machetes entre los contrincantes. Los regulares españoles estaban reforzados por 200 voluntarios de Guantánamo. Los hombres del Coronel [sic] Bosch se retiraron, una vez que dispararon sus municiones. Esta es una falta [común] de los españoles". 

Como resultado de este combate murieron 14 españoles, según el parte, mientras que los mambises sufrieron la perdida - según ellos - de tres hombres y 14 heridos, entre los muertos estuvo Justo Trabas y el coronel Arcid Duverger Lafargue, uno de los lugartenientes de Maceo de origen francés que había desembarcado días antes por Duaba, que al exponerse más de los necesario fue abatido por las balas. Esta valerosa acción del León de Oriente, de Periquito y de Garzón, evitó la captura, y muy probablemente muerte, de aquellos 26 hombres.

CAIDA DE BOSCH 

El destino quiso que dos meses después, el trece de mayo, el teniente coronel Joaquín Bosch y Abril cayera muerto en el combate de Jovito, donde igual se encontraban los hombres de Antonio Maceo y Periquito Pérez. Por los españoles tambien cayeron el medico primero Eveherardo Ruiz Martínez y los guerrilleros, sargento Antonio Rodríguez Castelló y el cabo Alejandro Rodríguez Ruiz, el resto de los 14 caídos ese día fueron soldados. Este combate, junto a los de Peralejo y Sao del Indio, marcaron un antes y un después en la guerra. necesaria.

Maldita Hemeroteca
Fuentes: 

--Guerrero, Rafael. Crónica de la guerra de Cuba, Volumen I. Barcelona, 1895, capítulo XXI (páginas 106-114); entierro del teniente coronel Bosch en las páginas 129-131.
--Reverter Delmás, Emilio. La guerra de Cuba, Tomo I. Sexta edición. Barcelona, 1899. Parte Primera, capítulo XVIII; Parte Segunda, capítulo I.
--Cuba y su historia. Combate de Arroyo Hondo.
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