ENRICO CARUSO: Y la historia repetida


El tenor italiano Enrico Caruso (1873-1921) el más famoso del mundo en este género, tuvo a bien visitar a Cuba en mayo de 1920. Tenía 47 años y era su primera visita a la isla. Durante su estancia se alojó en el hotel Sevilla de la calle Trocadero, en pleno corazón de La Habana.

Napolitano de nacimiento, Enrico Caruso era una celebridad mundial en esos años, de hecho fue de los precursores de la música grabada lo que le permitió llegar a todos los oídos y proporcionarle, de paso, un gran volumen de ventas y ganancias respectivas. Gracias a esos discos, y amén de la tecnología, hoy podemos seguir disfrutando de su arte más de cien años después. De hecho de esta visita a la Habana y de su debut el día doce, hoy se cumplen 104 años.

Dotado de una extraordinaria y potente voz, y dotes histriónicas, fue capaz de establecer un récord de 863 apariciones en el Metropolitan Opera de Nueva York. Era tanto el dinero que ganaba, que el biógrafo Michael Scott aseguró que sus impuestos a esos ingresos en 1918 ascendían a más de 154 mil dólares de la época, unos actuales. Sin duda que su presencia en Cuba no solo prestigiaba nuestro arte, si al país.

también se destacó por su impecable técnica, un carácter alegre y extrovertido y un sorprendente talento dramático en el escenario, por lo que su presencia fue aclamada en las más importantes salas de todo el mundo. Firmó elevados contratos por sus giras y presentaciones, convirtiéndose además en el artista de más éxito y el mejor pagado de su tiempo.

Debutó en la Habana el día 12 en el Teatro Nacional, una semana después de su arribo, y lo hizo con la ópera ‘Marta’, de Friedrich von Flotow. Luego se presentó en el los teatros Terry, de Cienfuegos, La Caridad, de Santa Clara y el Sauto de Matanzas. De regreso a la Habana complació peticiones, y entonces sucedió un hecho vergonzoso que provocó que más nunca repitiera visita. Fue durante su actuación del teatro Nacional que los anarquistas Cubanos, esos que pusieron bombas en toda la isla hasta bien entrado el 1958, hicieron estallar una que provocó que el afamado artista huyera despavorido. 

Cuando usted lee reseñas de este hecho en la prensa Castrista, verá que lo describen como un algo muy gracioso, cuando en realidad fue mas serio de lo que pudiera pensarse. E incluso, dejó muy mal parado a nuestro país internacionalmente tratándose de quien era. No hay más ver como lo describen corriendo por toda la calle en dirección al hotel vestido de egipcio. Tal parece que aquel hecho les sigue provocando una gracia enfermiza.

Enrico Caruso

Lo que no cuentan es que a aquella violenta oposición, integrada por elementos llegados de Cataluña, le molestaba mucho que un presidente como Mario García Menocal, ex general de la guerra de independencia que les dio por culo en el siglo XIX, y que fuera elegido democráticamente no una, si no dos veces, el único que lo consiguió, tuviera al país en medio de un alza económica brutal. Así hemos sido siempre, y por eso hoy seguimos pagando nuestros errores. 

Coincidentemente por esos días en que Enrico Caruso visitaba la Habana, ellos celebraban su congreso mundial. Al final cuando Menocal cedió el paso al doctor Alfredo Sayas, el anarco sindicalismo en Cuba alcanzó cuotas de violencia exponenciales. De ahí salieron dos elementos muy peligrosos, Carlos Baliño y Alfredo López, inspirados ambos en el hoy Partido Socialista Español y la revolución de Lenin. 

El también presidente Gerardo Machado, con esa sabiduría de político y guajiro villareño, dijo una vez algo que el solo leerlo le pone a cualquiera los pelos como escarpias, ..."Tenéis razón; yo no sé lo que es el anarquismo, no sé lo que es el socialismo ni el comunismo, pero lo que sí se es que todos son lo mismo, unos malos patriotas". ¡Amen!.

Memorial en Pianto

Con los años el movimiento 26 de julio liderado por tirano Fidel Castro, se nutrió de toda esta bazofia humana que integraba el anarquismo, aquella que no tuvo reparos en poner bombas hasta en las escuelas. En fin, ¿que no queríamos Comunismo?, pues nos lo impusieron de sobra, y aun lo siguen padeciendo aquellos pobres paisanos que sobreviven en la depauperada y completamente arruinada isla. 

Total que Enrico Caruso murió de pleuritis al año siguiente en su natal Nápoles, cuando apenas contaba 48 años de edad. Fue embalsamado y sepultado en el campo santo de Santa María de Pianto. Su sarcófago llevó una tapa de cristal transparente. Con los años su esposa Dorothy escribió dos biografías suyas, las que publicadas en 1928 y en 1945, donde probablemente haya hecho alguna referencia al susto que le provocó la Habana.

Maldita Hemeroteca 
Articulo Anterior Articulo Siguiente