MARIANAO: Ciudad de los muertos


¿Sabía usted que Marianao, municipio situado al oeste de la Habana, tuvo su propio cementerio?. Sí señor, los que nacimos allí, crecimos y vivimos lo hicimos encima de los marianenses muertos, aunque suene tétrico decirlo.

Se encontraba situado en la manzana que conformaban las calles de Boquete, o de la Iglesia, reconvertida después en la actual 108, la calle Infanta, actual avenida 43, la Domínguez o 108 y la línea del antiguo ferrocarril de Marianao en el reparto Buen Retiro, del que más adelante ampliamos un poquito. El primer fallecido enterrado en aquellos terrenos data de 1730.

Era la costumbre de la época, que los cementerios se encontraban próximo a las iglesias e incluso, dentro de la misma iglesia. Por un tema sanitario y salubre, se decidió a principios del siglo XIX que los campo santos debían estar situados lejos de los núcleos poblacionales. De hecho el de Espada, o general de la Habana, el más antiguo de Cuba, también fue clausurado en 1878 dando origen al de Colón.

Precisamente con ese propósito - eliminar el del reparto Hornos - fue creado el de La Lisa que era uno de los barrios que pertenecía al antiguo municipio de Marianao, pero más alejado y menos habitado. Sin embargo, con los años este cementerio se convirtió en el segundo en tamaño de la Habana, y posiblemente en toda Cuba, detrás del Colón que sigue siendo considerado uno de los más importantes y valiosos del mundo.

El cementerio de la Lisa se encuentra situado desde 1918 en una zona conocida como "Alturas de la Lisa", y fue edificado en una finca que en principio se llamó "Santa Teresa" luego de recibir el autorizo del entonces alcalde de Marianao, el ex coronel mambí Baldomero Acosta. Su costo fue de 21 mil pesos de entonces; y contó con un diseño del ingeniero Eduardo Beato.

Área aproximada

En el caso del viejo cementerio de la iglesia de Marianao, este colapsó debido a una fuerte epidemia de cólera que azotó la isla en 1833, con lo cual el área de entierro se tuvo que expandir hacia el reparto "Los Hornos" varios años después, siendo conocido como "Cementerio de Acevedo".

Esta epidemia, conocida entonces como "cólera morbo asiático", se cobró la vida de 16 mil almas, en momentos en que la Habana no superaba los 160 mil habitantes. Se dijo que hubo días en que se superaron las 400 defunciones. Con la apertura del nuevo cementerio de la Lisa, distanciado a un kilómetro de la ciudad, se pudo clausurar este, que pertenecía a la parroquia de San Francisco Xavier, de 51 y 108, y que también era conocido como "Corojo".

El primer fallecido por cólera en 1833, fue un catalán de nombre Jorge Soler, que vivía en la calle San Lázaro en la Habana.

Se dijo entonces que los restos pertenecientes al cementerio de los Quemados fueron trasladados al de Colón, lo que no creemos ni de broma. Tierra y pisón y a construir se ha dicho, ya que todos aquellos terrenos fueron adquiridos por la compañía urbanizadora "Buen Retiro". Solo agregar que Alturas de la Lisa no fue un reparto como tal hasta que fue aprobado en 1945, y finalizado tres años después. En 1976 la Lisa se independizó de Marianao y pasó a ser un municipio, quedando fuera también los repartos del El Wajay y Arroyo Arenas y por supuesto Playa, que se transformaron en lo mismo.

UN DATO: 

La calle 100 fue la primera en toda Cuba que contó con una doble vía con bordillo o contén, separador central y alumbrado eléctrico completamente soterrado. Además la línea férrea del ferrocarril que nacía en el paradero de Concha, en el paseo de Carlos III, finalizaba su trayecto en la llamada estación de Samá en Marianao, un tramo que fue inaugurado el día 19 de junio de 1863 con un pasajero especial, el capitán general Domingo Dulce y Garay que fue recibido en la estación de Marianao por el marqués de Marianao, Don Salvador Samá.

Maldita Hemeroteca 

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