LA SALLE: Extinción de la educación religiosa en Cuba

Colegio La Salle en Marianao.

En septiembre de 1936, Fidel Castro, así como sus hermanos Ramón y Raúl, ingresaron en la enseñanza primaria en el Colegio de los Nuestra Señora de la Caridad, de los hermanos de La Salle, de Santiago de Cuba. Sin embargo, al poco tiempo los tres fueron expulsados, entre otras cosas por la conducta rebelde de Fidel.

Lejos estaban esos curas de pensar que, veinticinco después, el 25 de mayo de 1961, 110 Hermanos de esa congregación San Juan Bautista La Salle se encontraban en el Aeropuerto Rancho Boyeros de la Habana listos para ser expulsados de Cuba, por ordenes de aquel alumno precisamente. En vuelo especial de la Pan-American, pusieron rumbo definitivo a la ciudad de Miami, en Estados Unidos.

Después de cincuenta y seis años dedicados a la enseñanza, los Hermanos de la Salle salían de Cuba, expulsados por un Régimen comunista imperante que les había quitado todo lo que con tanto esfuerzo habían creado. De los 110 Hermanos forzados a salir ese día, doce eran franceses, ocho mexicanos, cinco españoles y uno colombiano, el resto todos Cubanos.

El único delito cometido por aquellos expulsados fue servirle con amor y generosidad a los cubanos durante más de medio siglo. En sus aulas se habían educado varias generaciones de todas las razas y clases sociales: el negro, el blanco, el hijo del industrial y el hijo del obrero. A partir de entonces, los católicos y miembros de otras religiones fueron perseguidos con saña, e incluso hasta el mismo cardenal Jaime Ortega fue internado en uno de esos campos de trabajo forzado de la UMAP.

Colegio La Salle en Guantánamo.

Desde su llegada a Cuba, aquellos Hermanos LaSallistas habían fundado en la isla varios centros, incluso Universidades, como la San Juan Bautista. Tenían once escuelas, dos en Santiago de Cuba, una en Guantánamo, una en Manzanillo, una en Sancti Spíritus, una en Miramar, una en Palatino, una en el Centro Cívico e la Habana, una en Santa María del Rosario y una en Marianao, que luego fue rebautizada como "Escuela primaria Hugo Camejo", en la avenida 51. 

De ellas, tres – una de las de Santiago de Cuba, la de Palatino y la de Santa María del Rosario – eran completamente gratuitas. La Academia La Salle se inauguró en La Habana el 3 de febrero de 1915, en un edificio ubicado en la calle Aguiar número 108 1/2 entre Teniente Rey y Amargura. Había transcurrido una década desde la llegada de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (De La Salle) a Cuba en 1905.

En la medida en que fueron aumentando sus alumnos, en este momento 300, la Academia determinó su traslado a un edificio de mayores dimensiones, denominado La Quinta Toca, situado en la Avenida de Carlos III, donde se inició el curso 1922-1923, bajo la dirección del Hermano Ángel Pedro. Lo mismo hicieron en el curso 1953-1954 hacia otro nuevo construido en la calle Bellavista, número 715, entre Tulipán y Lombillo.


En el momento en que fueron intervenidos el uno de mayo de 1961, en esa escuela tenían matriculados 600 alumnos, en tanto que el claustro estaba formado por 20 Hermanos de un total de 96 en toda la isla, sumado al profesorado seglar o no adjunto a ningún sacerdocio. 

Hace unos años Radio y televisión Martí realizó un reportaje con imágenes impresionantes del avanzado deterioro que se encontraba atravesando el instituto La Salle de la Calle 13, entre B y C, en la barriada habanera del Vedado, y que aún así, en esas deplorables condiciones, como se aprecia en la foto, continuaba siendo el Instituto Politécnico de Transporte "José Ramón Rodríguez".

La Constitución de 1901, inspirada en el liberalismo de la época, garantizó la libertad de la enseñanza y, como consecuencia, permitió el libre desarrollo de la educación religiosa. Con la llegada de los Hermanos Maristas en 1903, se inicio la llegada de una treintena de congregaciones y órdenes católicas durante las primeras tres décadas del siglo XX, la gran mayoría dedicadas a la enseñanza.

Luego, la Constitución de 1940 dio un nuevo impulso a esta enseñanza, abriendo el camino para la fundación de universidades privadas. En ciudades como La Habana, núcleo de la modernización del país, donde la demanda educativa era más urgente debido a que la educación pública resultaba insuficiente, se notó un espectacular aumento de órdenes religiosas y centros educativos.

Todos estos centros, alrededor de 80, ya fueran religiosos o incluso Laicos, digamos los Jesuitas, Escolapios, Edison, Fiat Lux, Belén, San Ignacio de Loyola, el Apostolado o las Ursulinas, por citar unos ejemplos, se convirtieron después en prueba irrefutable de irresponsabilidad y desidia de ese régimen Castristas por los bienes nacionales del pasado, y hoy están ahí los resultados, no solo constructivos, si no sociales. En ninguna de esas escuelas se descuidó el amor por la patria y sus próceres. 


La tenebrosa cárcel habanera de 100 y Aldabó, en el reparto "Sevillano", cuartel represivo de la seguridad del estado conocido como Villa Marista, fue precisamente uno de esos experimentos Castristas de convertir en cuarteles aquellos centros educativos. En este caso, pertenecía a los Hermanos Maristas y fue convertida en 1963 en ese temido centro inspirado en métodos de la KGB Soviética. 

La Escuela de Hermanos Maristas, cita en Avenida Rancho Boyeros y Conill, según el periodista René Gómez Manzano, para 1961 se había transformado en un cuartel de milicias. E incluso, cuando la invasión a Playa Girón en 1961, todo el pido de arriba del instituto La Salle del vedado, fue convertido en improvisada cárcel donde encerraron a todo aquel que pudiera ser sospechoso.

No hay más que ver en que convirtieron el prestigioso Colegio de Belén de Marianao, fundado en 1925. Mire, una parte del techo de la Universidad Católica de Santo Tomás de Villanueva, fundada en 1957 en 5ta avenida de Miramar, entre las calles 174 y 176 en el reparto Flores, considerada además como la primera construcción con técnica pre fabricada de Cuba, se desplomó en 2020. 

El prestigioso centro metodista universitario Candler College, situado en 58 y 43 en Marianao, que databa del 1956, fue convertido en el Politécnico Amistad Cubano-Soviética. En 1989, y tras las visitas papales a Cuba, un grupo de tres hermanos La Sallistas  regresaron a Cuba y abrieron un centro en la zona más pobre del municipio de Diez de Octubre en La Habana, Jesús del Monte.

Comenzaron a impartir clases de computación, francés, inglés, gestión de pequeños negocios y educación cívica, entre otros cursos. Sin embargo, a raíz de la pandemia del COVID 19, en 2021 cerró definitivamente, y por falta de recursos que venía presentando. Fueron despedidos sus 34 trabajadores. Sería incalculable cuantificar el valor en pérdidas de todos estos centros de enseñanza.


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