Guardias Civiles con un detenido |
Romualdo Palacios González (8 de febrero de 1827 - 7 de septiembre de 1908) fue un general español y gobernador de Puerto Rico en 1887. Fue tristemente recordado por su férrea persecución política de los autonomistas puertorriqueños a los que sometía a un castigo que se conocía como "Componte" dedicado a hacer "rectificar "o" pacificar " a separatistas en general.
Sus centros de detención favoritos eran las cárceles del Cuartel Militar de Ponce y el Fuerte San Felipe del Morro en San Juan. Fue tan cruel el tal Romualdo Palacios, que tuvo que ser destituido de su cargo por el gobierno español, regresando a España el 11 de noviembre de 1887, en tanto que los presos políticos que había encerrado fueron liberados un mes después de su destitución.
La memoria del Romualdo Palacio, al que sus habitantes, negros, criollos y peninsulares, conocieron como el "General Componte", aún queda en el recuerdo, de hecho todavía en Puerto Rico y en Cuba - aunque ya menos - se sigue utilizando la expresión, "Jarabito de Componte" en referencia a las zurras y golpizas que se le daban a los detenidos o "Compontados".
Desde el gobierno de Madrid, agobiados por las quejas, le mandaron a buscar y no volvió a ejercer cargo alguno hasta el 30 de enero de 1892, cuando el Consejo de Ministros encabezado por Antonio Cánovas del Castillo le nombró Director General de la Guardia Civil, cargo que ocuparía hasta su pase a la reserva, poniendo así un broche final a su trayectoria militar.
El 12 de agosto de 1898, seis meses antes de jubilarse, pudo leer la orden del ministro de la Guerra, D. Miguel Correa García, para la repatriación de la Guardia Civil de los territorios de Cuba y de Puerto Rico. De esta forma acababa la aventura colonial Española en américa y de paso se ponía fin a la pesadilla que causó este militar para siempre.
El 8 de febrero de 1899, a la edad de setenta y un años, pasó a la situación de reserva, y así estuvo hasta que falleció en Getafe, Madrid, el 7 de septiembre de 1908. Su hijo Tomás Palacios, muerto dos años después en la guerra de África, fue destinado a la isla de Cuba en 1895 siendo comandante, y allí combatió a los mambises hasta el 1897 que regresó a España.