VICENTE GARCIA: El quimbombó consiguió lo que no pudieron los Españoles

Casa del general Vicente García en las Tunas, restaurada en 1919

El mayor general Vicente García fue el primer comandante en jefe del ejercito Cubano en armas que habló de paz con un general español. 

Se trató del marqués de las Tunas, Luis Prendergast y Gordon, que en octubre de 1876 había sido nombrado jefe de Estado Mayor del Ejército de la isla, quien se reunió el 3 de febrero de 1878 con Vicente García en las Tunas precisamente. Allí se llegó a un armisticio de paz el 28 de ese mismo mes con la capitulación de las fuerzas cubanas, y la salida al exilio de la mayoría de sus jefes, Vicente incluido, que a diferencia de la mayoría marchó hacia Venezuela.

Recordemos que ya Vicente García había protagonizado un conato de rebelión en "Lagunas de Varona" en marzo de 1875, por cierto amparado por el octavo artículo de la constitución de Guáimaro, donde se pedía un cambio del presidente Salvador Cisneros y luego repitió protesta en "Santa Rita" el 11 de mayo de 1877, influenciado quizás por las ideas de un comunista francés y comunero (Comuna de París) Charles Philibert Peissot, así como el venezolano Miguel Barreto. 

Total que el 6 de junio de 1878 el general Vicente García capitulaba en la finca "Del Medio", en la localidad de "San "Miguel, embarcándose posteriormente un día como hoy, 8 de junio, en la goleta "Gualdarquivir" rumbo a República Dominicana y continuando después hacia "Río Chico" en Venezuela. Allí, en Venezuela, los españoles lo asesinaron con un plato de quimbombó, comida típica cubana que le fascinaba, a la que le untaron vidrio molido. 

El autor fue el espía español "y supuesto amigo", Ramón Dávila, de manera que el 4 de marzo de 1886​ el general tunero fallecía -por esta causa- en la comarca de Río Chico, estado de Miranda. El doctor Pérez Martínez lo estuvo asistiendo de fuertes dolores estomacales producto de las perforaciones ocasionadas por este abrasivo, pero no pudo hacer más. 

Maldita Hemeroteca

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