domingo, 10 de septiembre de 2023

Breve reseña de la moneda en Cuba

Cincuenta pesos cubanos 1891

La onza de oro desempeñó un papel muy importante en el numerario y en la economía de la Isla de Cuba en el período colonial. 

La onza
fue el instrumento fundamental de los negocios en nuestro país durante casi un siglo, no obstante las diversas reformas monetarias habidas en España en el siglo XIX. No obstante antes de que la onza de oro empezara a hacerse sentir como la pieza
principal en la circulación monetaria en Cuba, la moneda de plata
había constituido el grueso circulante, con el peso fuerte como unidad monetaria. 

--La onza circuló por todo el continente americano, siendo acuñada desde la época de Felipe III hasta Fernando VII, que es cuando alcanza los 320 reales. ---

La onza de oro se cambiaba en La Habana por 17 pesos fuertes, mientras su valor en España era de 16 pesos
fuertes y, en otros países, de 15,50 pesos. Aunque en España, durante el pasado siglo, se efectuaron tres reformas monetarias (en 1848, 1864 y 1868) que se aplicaron en los territorios de ultramar, puede decirse que en virtud de anomalías y peculiaridades propias de las circunstancias que prevalecieron en la Isla,
el patrón oro fue la base del sistema monetario que en realidad rigió
en Cuba.

Cinco pesetas de plata de 1870


Poco más tarde, en marzo de 1869, se estableció la peseta como moneda oficial cubana en todos los documentos de contabilidad, hasta que en 1871 se restableció el peso. En 1902 con la isla libre de España pero ocupada por Estados Unidos, Cuba aún no tenía su propia moneda. En el país circulaban divisas de distintas nacionalidades y con diferentes valores, aunque el dólar norteamericano era la preponderante.

El 1.° de agosto de 1898, cuando todavía no se había firmado el
Protocolo de Paz entre España y Estados Unidos, el general Leonardo
Wood, gobernador militar de Santiago de Cuba, promulgó las primeras medidas monetarias para ser aplicadas en el territorio bajo su
mando, en las que se dispuso la supresión de la prima que disfrutaban
las monedas de oro, por lo que las onzas y sus fracciones, y el centén,
fueron reducidas a su valor legal en el Departamento de Santiago de
Cuba, al tiempo que se imponía el dólar como moneda oficial. 

LA TRANSICIÓN HACIA EL DÓLAR AMERICANO

Cuando las autoridades intervencionistas de Estados Unidos se posesionaron del Gobierno de Cuba el 1.° de enero de 1899, entró
en vigor la Orden Ejecutiva del presidente McKinley, la que estableció
un nuevo tipo de cambio para los centenes de 25 pesetas y las monedas francesas de 20 francos en relación con el dólar de Estados Unidos. 

A partir de entonces los centenes se calculaban a razón de 4,82 dólares
y los luises a razón de 3,86 dólares para los pagos oficiales, y se permitió que en las transacciones entre particulares continuaran apreciándose con la prima tradicional que les daba el valor convencional de
5,30 y 4,24 pesos, respectivamente.

20 pesos oro 1916
Por la recogida de los centenes y los luises, el Tesoro cubano pagó
18,5 millones de pesos entre 1915 y 1916. 

Estas piezas de oro fueron
enviadas como pasta a la Casa de Moneda de Filadelfia, donde se acuñaron las primeras monedas cubanas en este siglo. Así, a grandes rasgos, llegamos al siglo XX donde en 1914 se promulga la primera ley para la acuñación de lo que sería la moneda oficial de Cuba. 

---Durante el llamado ciclo del oro, se calcula que el metal obtenido
en Cuba sobrepasó los dos millones de pesos. Desde 1511 hasta 1539,
desde la Isla se enviaron a España alrededor de 84 mil onzas valuadas
en más de un millón y medio de pesos. ---

El 29 de octubre de 1914 se establece la primera acuñación de la moneda
nacional, con base a lo dispuesto en el capítulo tercero de la ley de la Defensa
Económica. La apariencia de soberanía que se pretendía con la creación de la
moneda nacional quedaba desvirtuada por la propia ley, que ratificaba
expresamente la vigencia en el país de la moneda norteamericana, la que
continuaba teniendo curso legal y fuerza liberatoria. 

La ley para la acuñación de la moneda nacional disponía que la unidad sería el
peso de oro con 1,6718 gramos de bruto y 1,5046 gramos de fino y que las
monedas tendrían fuerza liberatoria ilimitada, mientras que las de plata la tendrían
en una proporción de ocho reales de la cantidad que tuviera que pagarse,
liberando totalmente las obligaciones que no excedieran de diez pesos.


Las monedas fraccionarias de níquel tendrían fuerza liberatoria para toda cantidad que
no excediera de un peso.
La propia ley establecía que las monedas de oro llevarían en el anverso la efigie
de J. Martí, y las de plata y níquel una estrella y todas en el reverso el escudo
cubano. 

Se acuñaron las
denominaciones: en oro 1, 2, 4, 5, 10 y 20 pesos; en plata, 1 peso, 40, 20, 10
centavos; en níquel 5, 2 y un centavo. La acuñación en oro se repitió en 1916. En
plata y metales bajos volvieron a acuñarse los mismos diseños en otras ocasiones
de acuerdo a las necesidades de circulante. 

Sin embargo, la ley que creaba el sistema monetario cubano disponía también que
la moneda nacional y la de Estados Unidos de América serían las únicas que
tendrían curso legal. Cuba tenía dos patrones monetarios, careciendo entonces de
papel moneda propia circulaba el billete norteamericano con fuerza liberatoria
absoluta. 

En 1934 y por decreto No. 244 se suprimió el curso legal de las monedas de oro y
norteamericanas, y al mismo tiempo se concedió poder liberatorio ilimitado al peso
plata y del ocho por ciento del pago total a las piezas fraccionarias de plata.
A partir de ese año, y hasta 1939, se acuñaron estas monedas de distinto diseño.

LOS BILLETES

Los primeros billetes emitidos por la República de Cuba, según autorización en ley
No. 93 de 22 de marzo de 1934, se denominaron Certificados de Plata, por estar
garantizados por discos platas de un peso, acuñados expresamente para esos
fines y que debían mantenerse en la Tesorería General de la República en
cantidades equivalentes al monto de los billetes en circulación. 


Estos billetes, o certificados plata, se emitieron hasta 1949 con los valores y las
efigies siguientes en los anversos: 

1 peso José Martí 
5 pesos Máximo Gómez 
10
pesos Carlos Manuel de Céspedes 
20 pesos Antonio Maceo
50 pesos Calixto
García 
100 pesos Francisco Vicente Aguilera, 
500 pesos Salvador Cisneros
Betancourt, en la imagen. 
1 000 pesos Tomás Estrada Palma. 

Al crearse el Banco Nacional de Cuba, según ley No. 13 de 23 de diciembre de
1948, comienzan las emisiones con respaldo en oro y cambio extranjero. Las
primeras series corresponden a los años 1949 y 1950, con los mismos valores y
diseños de anverso que los Certificados Plata, agregándose entonces un billete con la denominación de
10,000 pesos, que llevaba impreso el busto del mayor Ignacio Agramonte.

LA MONEDA EN EL CASTRISMO

El Gobierno Castrista emitió monedas de a 5 centavos en 1960, acuñadas en Filadelfia y de 1 y 5 centavos en 1961 que fueron acuñadas en Kremnica, (Actualmente Eslovaquia) las mismas fueron una repetición de aleación y diseño de las primeras piezas equivalentes acuñadas por Cuba. Las emisiones iníciales, por sus principales características, constituyen prácticamente una continuidad de las últimas series puestas en circulación por la República. 

No obstante hubo una excepción con el billete de un peso de 1959, que en su anverso presenta a José Martí hablando ante un grupo de compatriota en el exilio y la serie correspondiente a la segunda emisión de 1960, que fue firmada por el argentino Ernesto Guevara, en su carácter de presidente entonces del Banco Nacional de Cuba. Estas venían entonces con un nuevo diseño en el reverso que enaltecía acontecimientos ocurridos dentro del proceso Castrista. 

EL CORRALITO 

Con el derrocamiento de la dictadura el 1ro. de enero de 1959, se inicia la etapa
de Cuba Revolucionaria y con ella se iban aplicando medidas diseñadas a conquistar la soberanía e independencia política y economía de la
nación. 

El artículo comenzaba diciendo: 

«La contrarrevolución acaba de recibir un poderoso golpe que dejará debilitado todo su aparato interno para financiar conspiraciones y para pagar terroristas, asesinos y acaparadores».

La medida se había estado fraguando, sin la más mínima filtración, desde el propio año de 1959, y se ejecutó felizmente gracias, en primer término, al factor sorpresa, y también a la cooperación de la Imprenta Nacional de Valores de Praga, en la República Socialista de Checoslovaquia.

El tres de enero, a siete meses antes de establecer este canje, Dwight D. Eisenhower, presidente del gobierno de los Estados Unidos, rompe relaciones diplomáticas con el régimen castrista, con lo cual demuestra que el canje del gobierno castrista se insertó en el marco del diferendo con los Americanos.

El 4 de agosto de 1961, el régimen Castrista promulgó las Leyes No 963 y No 964 que tenían como objetivo el cambiar los billetes en uso por otros de igual valor. 

En silencio absoluto se habilitaron 3.500 oficinas, el transporte y la custodia de los valores corrieron a cargo de las Fuerzas Armadas, la responsabilidad técnica a cargo del Banco Nacional, mientras las ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas), germen del actual PPC, se ocuparon de la organización de los locales y la selección del personal que efectuaría el canje.

Diez pesos cubanos 1960

El canje de billetes comenzó la mañana del sábado 5 de agosto: un representante por cada núcleo familiar prestaba declaración jurada sobre su identidad, domicilio, actividades que realizaba y personas a quienes representaba en la operación. Se podían cambiar hasta 10.000 pesos, de los cuales recibía 200 en efectivo y los 9.800 restantes quedaban en el banco para ser extraídos a razón de 100 pesos mensuales. El resto del dinero fue confiscado.

Para ello, el Gobierno Revolucionario dictó las leyes (la 963/61 y 964/61 antes citada). La primera, la No 963 de 1961 antes citada, se decretó cuatro días antes de la segunda, osea la No 964 de ese mismo año, ya que no era conveniente que sus respectivos contenidos se conocieran al mismo tiempo. 

La primera de las dos, promulgada el 4 de agosto de 1961, estableció las condiciones generales para ejecutar el canje obligatorio de todos los billetes que circulaban en el país, los cuales perderían su fuerza liberatoria y cuyo curso legal se prohibiría. Durante los días 6 y 7 de agosto, un miembro de cada familia podría acudir a los lugares habilitados para ese fin. Pero solo se permitiría cambiar 200 pesos de una vez. 

---En 1968, las 55.000 pequeñas empresas de producción y de servicios que permanecían en manos de cubanos fueron intervenidas por el Estado.---

Si la cantidad era superior a esa cifra, el resto sería depositado a nombre del solicitante en una cuenta especial y podría ser canjeado a partir del 14 de agosto de ese año. La ley segunda, la 964 que fue promulgada el 8 de agosto, establecía que las personas naturales que acudieran a realizar el canje del efectivo recientemente colocado en sus cuentas especiales, obtendrían de inmediato hasta una suma de mil pesos. 

A partir de ahí, hasta los diez mil pesos, podría retirarse a razón de 100 pesos mensuales. Todo lo que excediera el depósito inicial de diez mil pesos quedaría sin valor canjeable; o sea, las familias perderían ese dinero. Para efectuar este canje, en los dos días siguientes las fronteras fueron cerradas y el país paralizado. 

En fin, que el objetivo de este canje de la moneda no fue otro que dejar sin activos a los desafectos y perjudicados por las medidas "revolucionarias" y, de esa forma, dejar sin recursos a sus enemigos políticos dando igual quien fuera, pues demostrado estaba que eran ellos los que mayor poder adquisitivo contaban en la anterior moneda. 

Casa de cambio cubana en la actualidad.

Para Castro estaba clarísimo - quien mejor que él para saberlo - que para llevar a efecto exitosamente las conspiraciones, lo primero que hay que constar es con dinero. Dejando "pelao" al Cubano, ese riesgo disminuía significativamente. De hecho hoy, a más de 60 años de aquellos hechos, el nivel de efectivo a título personal en la isla - salvo raras excepciones - se ha mantenido en mínimos.

Incluso, la propia dictadura del "puesto a dedo" Miguel Díaz Canel sigue dando tumbos en ese sentido y, desde el 10 de diciembre de 2020 que anunció la salida del CUC, un tipo de moneda con una tasa ficticia de canje con respecto al dólar en 24 pesos, e inició el llamado" reordenamiento económico", el caos monetario continúa apoderándose de la isla, ahora con una circulación de varias monedas a la vez como el dólar, el Euro, el MLC, moneda libremente convertible y el peso cubano, lo que ha dado origen a una galopante inflación que supera ya el 40% y que genera un brutal impacto nocivo para los habitantes.

Maldita Hemeroteca

Fuentes: La onza de oro en Cuba. Museo Numismático de Cuba. // Rasgo de la política monetaria en Cuba en tiempos de guerra. Alberto Sabio. // El canje de dinero en Cuba, por Inés Casal en el Estornudo. // Diario de Cuba // Fuentes de Internet. 

Nota al Margen: 

No sabríamos decir si aun se sigue llamando así, pero en nuestra época de chicos en Cuba, finales de los 60 y principio de los 70 del siglo XX por supuesto, un real era lo mismo que dos medios, que traducido para el que no es Cubano ni vivió allí en ese tiempo, un medio es una moneda de 5 centavos (céntimos en España) y, la unión de dos monedas de esa misma denominación, se le llamaba REAL o, en su lugar, una de 10 centavos.

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