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La dictadura de Fulgencio Batista duró desde el diez de marzo de 1952, hasta el ultimo día del año 1958. En ese periodo se cometieron en Cuba cientos de atentados y asesinatos políticos. Según las cifras de "Archivo Cuba", 1588 han sido atribuidas a la dictadura batistiana, mientras que sus opositores causaron 444 víctimas por diferentes motivos, 193 en atentados y ejecuciones.
Entendemos que es posible que estas cifras no estén exentas de errores, pero al menos se aproximan bastante y nos brindan una idea de aquel terrible panorama sobre todo. Aún así, no es secreto para nadie que tanto la Federación Estudiantil Universitaria, el Directorio Revolucionario como el Movimiento 26 de Julio de Fidel Castro, basaban su lucha usando la violencia y efectuando actos terroristas, lo mismo por asesinatos que por medio de la colocación de bombas que llenaron de luto no pocos hogares en Cuba.
Para que se tenga una idea, la página "foresightcuba" estimó que entre el año 1957 y los primeros 6 meses del 1958, los terroristas anti batistianos - dígase cualquiera de estas organizaciones llamadas revolucionarias - causaron con sus atentados pérdidas materiales valoradas en 23.3 millones de dólares, que si tenemos en cuenta la cuesta inflacionaria a día de hoy serían 226 millones. Sin embargo, lo verdaderamente peligroso de esto fue que en no pocas ocasiones esos artefactos eran colocados en sitios de gran interés social, ya que atentaban contra los suministros de agua y electricidad de las ciudades e incluso peor aún, sitios de bastante afluencia pública incluyendo escuelas de enseñanza primaria que ya es mucho decir.
Para que se tenga una idea, la página "foresightcuba" estimó que entre el año 1957 y los primeros 6 meses del 1958, los terroristas anti batistianos - dígase cualquiera de estas organizaciones llamadas revolucionarias - causaron con sus atentados pérdidas materiales valoradas en 23.3 millones de dólares, que si tenemos en cuenta la cuesta inflacionaria a día de hoy serían 226 millones. Sin embargo, lo verdaderamente peligroso de esto fue que en no pocas ocasiones esos artefactos eran colocados en sitios de gran interés social, ya que atentaban contra los suministros de agua y electricidad de las ciudades e incluso peor aún, sitios de bastante afluencia pública incluyendo escuelas de enseñanza primaria que ya es mucho decir.
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El 30 de octubre del año 1953 incendiaron dos escuelas en la provincia de Matanzas, la número 9 y la número 13, mientras que el 19 de agosto de 1957 la Central de Trabajadores de Cuba se vio obligada a emitir un comunicado de protesta por estos atentados en las escuelas, sobre todo los de ese año, que tenían el propósito de impedir el comienzo del curso escolar. Aún así no les importó, y el 13 de febrero del siguiente año otras dos bombas explotaron en sendos centros escolares, una en Santa Clara y la otra en Artemisa, causando solamente daños materiales afortunadamente.
Ni siquiera era su objetivo, pero aun así esa noche "había que ajusticiar a alguien". Esa muerte ha sido catalogada por el castrismo como una acción de la "justicia revolucionaria", mientras que la llevada a cabo por las fuerzas del orden en el edificio "Humboldt" No 7 donde se escondía Fructuoso Rodríguez, un "sangriento y vil asesinato". Todo depende de que bando "ponga el muerto".
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Entre los fallecidos se encontraban tres niños y una mujer embarazada de nombre Ana María Méndez Martínez, natural de Cárdenas en Matanzas. El 16 de noviembre de ese año, la revista "Gente" publicó un terrible reportaje donde mostraba la impactantes imágenes de los cadáveres rescatados en la bahía de Nipe, muchos de ellos destrozados e irreconocibles, que tituló: "La Hazaña" aérea del M-26-7.
Maldita Hemeroteca
Fuente: Revistas Bohemia y Gente, periódico New York Times y fuentes de Internet.





