lunes, 1 de enero de 2024

El Napoleón de las retiradas


Descendiente de una familia vasca establecida en Venezuela desde el siglo XVI, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad de Bolívar y Palacios, nació en Caracas en el seno de un aristocrático matrimonio formado por Juan Vicente Bolívar y Ponete y María Concepción Palacios y Blanco.

A grandes rasgos diremos que lo militar siempre fue lo suyo, porque en enero de 1797 ingresó como cadete en el batallón de milicias de blancos de los Valles de Aragua, del cual su propio padre había sido coronel, cuando aun no tenía ni los 14 años de edad cumplidos, y en julio del año siguiente ya fue ascendido a subteniente. 

Como como casi todos aquellos criollos ricos amaba vivir en España o en Europa, es por eso que un 26 de mayo visita Madrid y, le gustó tanto, que allí se quedó viviendo por espacio de 3 años. En la capital española se enamoró, y terminó por contraer nupcias, con la señorita de la alta burguesía doña María Teresa del Toro.

Se casaron en el teatrillo del Palacio del Duque de Frías, la Iglesia Parroquial de San José en el actual barrio de Chuecas, en Madrid, ciudad escogida por él para estudiar la carrera militar en la academia de San Fernando. Luego de su boda parte por fin para Venezuela ese año, sin embargo la doña murió al poco tiempo de llegar de paludismo en enero del 1883. 

Para "matar las penas", Bolívar regresa a Europa, esta vez a Francia, donde termina por cultivar su hasta entonces limitada educación cultural. Tres años después, a fines de 1806, conocedor de los intentos realizados por Francisco de Miranda en Venezuela, considera que ha llegado el momento de volver a su patria y lo hace a bordo del barco "Neutral", que toca en Charleston en enero de 1807. Recorre una parte de los Estados Unidos y regresa al fin, a Venezuela, a mediados del mismo año.

En fin que dicho esto y muy a grandes rasgos, el tema es que a miles de kilómetros de Venezuela, en Alemania para ser más exactos, había un señor llamado Karl Marx, sí, el mismo filósofo comunista que escribió el famoso "Capital", que le dio por escribir, fíjese usted, acerca de este venezolano y no lo deja muy bien parado que digamos, de hecho lo que menos le llamó fue "vive bien a la europea". 

En una carta escrita en 1848 a su compañero de fórmula Frederic Engels, Marx pone a Bolívar de vuelta y media de esta manera:

"La fuerza creadora de los mitos, característica de la fantasía popular, en todas las épocas ha probado su eficacia inventando grandes hombres. El ejemplo más notable de este tipo es, sin duda, el de Simón Bolívar, un canalla, un cobarde brutal y miserable, es el verdadero Soulouque". (El emperador Haitiano).

Incluso le acusa de la pérdida de la plaza de "Puerto Cabello" por ser un cobarde que salió huyendo y se escondió en "San Mateo", y que además fue - supuestamente - el artífice de la detención de Francisco de Miranda en La Guaira, de su entrega al general Español Domingo Monteverde, y su posterior envío como prisionero a Cádiz, donde finalmente murió.

Esta supuesta traición fue recompensada -según Marx- por el rey de España como correspondía. Le concedió el pasaporte español en respuesta al gran servicio prestado. Así mismo el pensador Alemán le critica otros abandonos en diversos combates, como el de Ocumaré frente al general Francisco Tomás Morales, donde asegura que escapó en un barco en dirección a la isla holandesa de Bonaire.

Esto fue lo que escribió Marx en 1816: 

"... No lejos de Ocumare se topó con Morales y perdió «toda presencia de ánimo y sin pronunciar palabra, en un santiamén volvió grupas y huyó a rienda suelta hacia Ocumare, atravesó el pueblo a toda carrera, llegó a la bahía cercana, saltó del caballo, se introdujo en un bote y subió a bordo del «Diana», dando orden a toda la escuadra de que lo siguiera a la pequeña isla de Bonaire y dejando a todos sus compañeros privados del menor auxilio».

También relata que un año antes, en Jamaica 1819, donde estuvo viviendo por espacio de 8 meses, se negó a avanzar en el combate de "Calabozo" pese a contar con más fuerzas que el general Pablo Morillo. El filósofo aseguró que aquella fue la causante de que la guerra se prolongara 5 años más. De hecho le llamó "El Napoleón de las retiradas".

Por último, su biógrafo alemán Henri Louis Ducoudray-Holstein, revela otras afirmaciones hechas por Marx:

“Su estatura es de solo 5 pies y 4 pulgadas y su aspecto es el de un hombre de 65 años. Tiene frecuentes y súbitos arrebatos de ira, y entonces se pone como loco, se arroja en la hamaca y se desata en improperios y maldiciones contra cuantos lo rodean. Le gusta proferir sarcasmos contra los ausentes, no lee más que literatura francesa de carácter liviano. Le agrada escucharse hablar”.

Este texto, según explicó el político vasco Iñaki Anasagasti, quien fuera portavoz de ese grupo en el congreso español y que por cierto, nació en Cumaná en Venezuela, fue descubierto en 1935 por Aníbal Ponce en los archivos del Instituto Marx-Engels - Lenin de Moscú, y que tras ser traducido fue publicado por primera vez en castellano en la "Revista Dialéctica de Buenos Aires" en 1936. De manera que, si tiene alguna duda sobre estos pasajes, remítase hacia este PDF.

En fin, que como casi siempre pasa con los héroes históricos, la figura de Bolívar podrá ser interpretada de distintas maneras. Lo mismo como un libertador de américa como hacen muchos, la gran mayoría, o como un personaje repulsivo, traidor y criminal, o como se suele decir más bonito, "con sus luces y sus sombras", según quien cuente su historia por supuesto. Otra cosa bien distinta será lo que usted quiera admitir de ella.

¿CRIMINAL?..ERA IMPLACABLE CON LOS PRISIONEROS 

Lo de criminal es obvio. Solo basta con leer su historia para ver como la sangre fue "pi constante" en gran parte de su vida. Sin embargo resaltaremos, por ejemplo, como solía jurar "por las cenizas de Atahualpa", ponderando al líder indígena inca, mientras que por otro no se cortaba un pelo en afirmar cosas así:

«De todos los países, es tal vez Sudamérica el menos apropósito para los gobiernos republicanos, porque su población la forman indios y negros, más ignorantes que la raza vil española de la que acabamos de emanciparnos».

Además se sabe que en la zona colombiana de Pasto, en 1822, donde sus habitantes eran afines a España, Bolívar les declaró «la guerra a muerte». Tanto fue así, que las tropas del general José de Sucre exterminaron esa población el 24 de diciembre de ese año, episodio sangriento que ha sido recordado como la "Navidad Negra", y que se sepa, Sucre actuó en cumplimiento de sus órdenes. Fue tal la masacre, que de los 12 mil habitantes aproximados que había en Pasto solo sobrevivieron entre 3000 y 1900 personas. En una carta a Francisco de Paula Santander, Bolívar dejó clara su postura:

«Porque ha de saber usted que los pastusos… son los demonios más demonios que han salido de los infiernos. Los pastusos deben ser aniquilados y sus mujeres e hijos transportados a otra parte, dando aquel país a una colonia militar. De otro modo Colombia se acordará de los pastusos cuando haya el menor alboroto, aun cuando sea de aquí a cien años, porque jamás se olvidarán de nuestros estragos demasiado merecidos».

SECCIONES/RELACIONADAS