En Puerto de la Cruz, localidad al norte de la isla de Tenerife, hay una iglesia que se encuentra ubicada en la Plaza del centro peatonal de la ciudad, y en su interior alberga un rico patrimonio artístico que está estrechamente relacionado con la isla de Cuba.
Fue edificada en 1697 en los terrenos que ocupaba la ermita original de ese siglo, de manera que cuando quedó terminada adquirió el diseño que posee actualmente. Al paso de los años, en concreto en 1898, se construyó una torre neogótica que terminó sustituyendo a la antigua fachada.
Total, que en la capilla mayor de esta iglesia se encuentra la imagen de la virgen "Nuestra Señora de la Peña de Francia", allí está desde 1621 cuando era una modesta ermita, y el tema es que esta virgen, patrona del Puerto de la Cruz, posee un hermoso manto que fue un obsequio de la poetisa cubana Dulce María Loynaz, ganadora del Premio Cervantes en 1992 por su obra “Un verano en Tenerife”.
Loynaz, que en unas primeras nupcias se había casado con su primo Enrique de Quesada y Loynaz, contrajo matrimonio por segunda vez con el escritor y perodista Tinerfeño, Pablo Álvarez de Cañas, y por ese motivo realizó cuatro viajes a la mayor de las islas Canarias. Fue muy admirada en aquella zona, y por eso quiso tener un detalle con ese pueblo.
Mandó a bordar en la Habana un manto para dicha virgen. Es aquí donde muchos de los actuales pobladores de esa populosa y dinámica ciudad en la actualidad, quizás desconozcan su historia. A un costo de tres mil dólares, fue bordado en el convento habanero de Santo Domingo, siendo enviado por ella a Tenerife en Agosto de 1950.
La poetisa visitó la isla en 1947, 1951, 1953 y 1958, alojándose casi siempre en el hotel "Taoro". En el segundo de esos viajes, recibió el nombramiento de "hija adoptiva del Puerto de la Cruz. Así lo describió:
"De seda azul oscuro, recamado de mariposas blancas - nuestra flor nacional - y de rojos claveles españoles que se entrelazan a la nívea flor, llegó por fin, una mañana alegre, que lo fue de gran fiesta para los hijos del Puerto..".
Además, como se aprecia en la imagen, en el centro se encuentran bordados los escudos del Puerto de la Cruz y el nacional Cubano. Según la tasa inflacionaria existente, esos tres mil dólares de 1950 significarían -a día de hoy- casi cuarenta mil.
En la Atalaya del parque Taoro se encuentra el mirador que lleva su nombre, donde hay además erigido un busto con su imagen. Como dato adicional, diremos que esta iglesia guarda tambien la Imagen de la Virgen del Carmen, así como la del Gran Poder de Dios, otra de los iconos más admirados y venerados de toda la isla de Tenerife.
Por cierto, nunca diga ícono, pues esa palabra no lleva tilde en el español. Otra cosa es como la digan por ahí.
Maldita Hemeroteca