Cuando se inicia el proceso restaurador en la República Dominicana en 1855, Máximo Gómez, con apenas dieciocho años, se inscribe en las reservas del ejército español y defiende la anexión a España hasta que derrotado en 1865, emigra a Cuba con su familia llegando el trece de julio de 1865.
Según los historiadores se estableció con su madre y dos hermanas en el ingenio Guanarrubí, poblado de El Dátil, cerca de Bayamo, donde se dedicó a las tareas agrícolas y a la venta de madera. Fue allí donde comenzó a relacionarse con los cubanos que conspiraban por la independencia.
Se incorpora a la guerra Cubana el 16 de octubre de 1868, sólo seis días después del inicio, sumándose a las fuerzas insurrectas con el grado de sargento, aunque dos días después el líder del movimiento, Carlos Manuel de Céspedes, lo ascendió a mayor general.
Fuentes:
Ramón Infiesta. Diario de Campaña.
Historia Hispánica
Citadas en el texto.
Se incorpora a la guerra Cubana el 16 de octubre de 1868, sólo seis días después del inicio, sumándose a las fuerzas insurrectas con el grado de sargento, aunque dos días después el líder del movimiento, Carlos Manuel de Céspedes, lo ascendió a mayor general.
CULMINACIÓN DE LA GUERRA DE LOS DIEZ AÑOS
En enero de 1877 Gómez fue nombrado secretario de guerra y en octubre general en jefe de todos los ejércitos insurrectos, aunque no aceptó este último nombramiento, y en diciembre renunció también al cargo de secretario de guerra, escribiendo en su diario el 31 de ese mes lo siguiente:
“Se concluye el año, uno de los más funestos para la revolución de Cuba, pues además de la terrible campaña que sostiene el general español Martínez Campos con sus grandes recursos de hombres y dinero, los cubanos divididos y en desacuerdo han impreso un sello de debilidad y decadencia a la revolución que será muy difícil encarrilarlo por una vía segura a su triunfo”.
Por cierto, es aquí donde se produce un hecho en su vida del que muy poco se habla. Gómez abandona Jamaica y decide radicarse en Honduras. El entonces presidente Marco Aurelio Soto lo designa como jefe de división del ejército y le encarga organizar una fuerza militar permanente en la isla de Amapala, en el Pacífico hondureño, mientras que en Tegucigalpa nombra al también general Antonio Maceo.
Maldita HemerotecaEn enero de 1877 Gómez fue nombrado secretario de guerra y en octubre general en jefe de todos los ejércitos insurrectos, aunque no aceptó este último nombramiento, y en diciembre renunció también al cargo de secretario de guerra, escribiendo en su diario el 31 de ese mes lo siguiente:
En cambio a finales de 1877, cuando la insurrección cubana estaba agotada, prácticamente descabezada y sin fuerzas suficientes para proseguir la lucha. Entonces sí aceptó la propuesta de paz de Martínez Campos, y no solo eso, le facilitó gratis la embarcación con la que se marchó con toda su familia hacia la isla de Jamaica el seis de marzo del siguiente año.
Fuentes:
Ramón Infiesta. Diario de Campaña.
Historia Hispánica
Citadas en el texto.