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HUYENDO DEL COMUNISMO A LA DESESPERADA


El pasado día siete dos cadáveres fueron encontrados en el compartimiento del tren de aterrizaje de un avión de la compañía Jet Blue, en el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood en Florida, procedente del John F. Kennedy de New York. No hacía ni un mes se había encontrado otro cuerpo en el tren de aterrizaje de un avión de United Airlines que volaba de Chicago a Maui.

Enseguida nos saltaron las alarmas en relación a varios chicos cubanos que perdieron sus vidas de esta manera, al introducirse en lugares que, además de lo angosto y lo peligroso, por lo general no están presurizados. (Oxigeno). Como esta terrible historia que data del 1991, en que las autoridades del aeropuerto español de Barajas, en Madrid, se toparon con un horrendo hallazgo.

Dentro de la cabina de un tren de aterrizaje de un avión de la compañía Iberia, procedente de La Habana, se encontraron los cadáveres de dos chicos cubanos. La investigación arrojó que sus nombres eran Alexis Hernández Chacón, de 19 años y José Manuel Acevedo Cárdenas, de 20. Según la prensa Española, un total de quince personas perdieron la vida usando esta vía para escapar, de ellos siete eran Cubanos y para añadir más drama a la historia, ninguno sobrevivió al intento.

De manera que hagamos un repaso a de algunas de estas víctimas, que no tuvieron al estrecho de la florida como habitual lecho de muerte. En julio del 2011 Adonis Guerrero Barrios, de 23 años, residente en Batabanó, provincia de Mayabeque, fue uno de aquellos que no lo consiguió.

Su cadáver fue encontrado en el tren de aterrizaje de un avión del vuelo 6620 de Iberia, que acababa de llegar al aeropuerto de Barajas procedente de La Habana. Su cuerpo estaba rígido, congelado como un bloque de hielo tras soportar temperaturas de -50 grados, además presentaba señales de aplastamiento e importantes heridas en la cabeza.

La guardia civil española encuentra el cadáver 

Se le practicó la autopsia en el Instituto Anatómico Forense de Madrid y la Guardia Civil informó al Consulado de Cuba en esa ciudad para que localizara a los familiares del fallecido y comenzar los trámites de repatriación el cuerpo. Todo parece indicar que el joven no tenía familiares ni conocidos en España. Más tarde se supo que su madre y su padrastro había volado a España a reclamar el cuerpo. 
 
El 19 de septiembre del 1999, nueve días después de despegar del aeropuerto de Santiago de Cuba, el personal de tierra del aeropuerto de Varese, en Italia, encontró el cuerpo del cubano Roberto García Quinta, de 47 y en avanzado estado de descomposición, en el interior de un Boeing 767 durante una inspección de rutina. Se calcula, que desde que la aeronave estuvo en Santiago y hasta que el cuerpo fue descubierto en Varese, el cadáver había pasado al menos por otros dos países europeos, sin que nadie se percatara.

El 25 de diciembre del 2000 las autoridades británicas anunciaron el hallazgo de los cadáveres de dos polizones. En este caso fueron encontrados debajo de un corredor del aeropuerto de Heathrow, en Londres. Las autoridades indicaron que los cuerpos pertenecían a dos cubanos que habían viajado clandestinamente el día anterior desde La Habana, escondidos en el compartimento de un Boeing 777 de British Airways. Fueron identificados como Alberto Esteban Vázquez, de 17 años, y Maikel Fonseca Almira, de 16.

Cadáver de Maikel Fonseca. El Mundo.es

Los dos chicos eran estudiantes de la escuela "Camilo Cienfuegos" de Guanabacoa, en la Habana. El cadáver del segundo se desprendió del tren del avión un día después que el primero, cuando el aparato despegaba en un vuelo rumbo a México.

Por otro lado el 22 de agosto de 1999, un mecánico en el aeropuerto de Gatwick, también en Londres, encontró el cadáver de otro cubano, Félix Julián García, de 28 años, que fue localizado en el tren de aterrizaje de otro avión de British Airways que acababa de llegar procedente de La Habana procedente de Gatwick.

En julio del 2004 el cadáver de otro cubano apareció en uno de los trenes de aterrizaje de un aparato de la aerolínea alemana LTU, después de tomar tierra en el aeropuerto de Dusseldorf. Fue identificado como Wilfredo D. de 20 años, y nacionalidad cubana.

POLIZONES AFORTUNADOS

Otro de los pocos afortunados fue el cubano Armando Socarrás, de 17 años, que junto con su amigo Jorge Pérez Blanco, de 16 y del cual no supo mas nada, se guarecieron a orillas de la pista de la terminal de Boyeros en la Habana. Socarrás llegó a Madrid en el tren de aterrizajes de un DC 8 de Iberia, mareado, casi congelado pero con un hilo de vida.

“Lo primero que recuerdo después de haber perdido la conciencia es cuando golpeé el suelo del aeropuerto de Madrid”, relató Armando. Los servicios de emergencia acudieron rápidamente al lugar y el personal aeroportuario quedó estupefacto ante lo ocurrido. El capitán Valentín Vara del Rey tampoco daba crédito a lo que veían sus ojos. “Al principio no podía creerlo. Pero luego fui a verlo. 

Yunier Garcia y en el recuadro Armando
Socarrás en el hospital de Madrid

Tenía hielo sobre la nariz y la boca. Y su color...”, recuerda incrédulo el experimentado piloto. Fue internado en el Hospital de la Beneficencia en Madrid en estado de congelación extrema, con un pulso casi indetectable, de hecho los médicos calificaron como un verdadero milagro que hubiera sobrevivido. Con los años se fue a vivir a New Jersey, en los Estados Unidos.

Otro joven cubano, Yunier García, pudo llegó a Miami exitosamente escondido en un vuelo comercial de la Swift Air. Junto a Armando, han sido los únicos dos cubanos que han logrado salir con vida de estas aventuras. Bueno tres, si contamos que en 2004 la cubana Sandra de los Santos consiguió escapar de Cuba, y llegar a Miami escondida en una pequeña caja de madera.

Se había enviado ella misma como paquete postal desde las islas Bahamas, a donde había llegado en el mes de mayo. Sandra, estudiante de derecho, también consiguió el asilo político en Estados Unidos. Según sus declaraciones, se mantuvo por espacio de seis horas escondida en aquella caja que embalaba motores en una posición fetal. 

Hubo otro chico ese mismo año 1999, de Republica Dominicana, que murió cuando viajaba de polizón en el tren de aterrizaje de un avión que iba rumbo a Europa. En este caso su cuerpo cayó sobre la pista del aeropuerto de Santo Domingo en el mismo momento del despegue.

En junio del 2010 un ciudadano rumano sobrevivió en el tren de aterrizaje de un Boeing 747 perteneciente a un jeque árabe. El aparato había despegado de Viena, Austria, y se dirigía a Londres, siendo arrestado al llegar al aeropuerto de Heathrow. Los especialistas llegaron a la conclusión de que logró sobrevivir gracias a que la nave voló por debajo de los diez mil metros de altitud.

En junio de 1993 el personal de tierra del aeropuerto de Miami encontró en el compartimento de equipajes, donde prácticamente no hay oxígeno durante el vuelo y las temperaturas son extremadamente bajas, a un joven colombiano de 14 años que fue identificado como el huérfano 'Guillermo Rosales', que venía a Estados Unidos de polizón "en busca de su tía" y "cansado de la violencia en Colombia".

El niño se convirtió inmediatamente en una personalidad del sur de Florida. Pero con el transcurso del tiempo se descubrió la verdad. Realmente se llamaba Juan Carlos Guzmán, tenía 17 años y era un connotado estafador con antecedentes en su país. Logró engañar a mucha gente, cometió robos y estafas, la mayoría en Las Vegas y en Miami, pero también en Europa. Terminó deportado a Colombia en noviembre del año 2000.

Maldita Hemeroteca