jueves, 1 de agosto de 2024

Los muertos de la revolución

El padre Jorge Bez Chabebe, uno de los tres párrocos que oficiaron la extremaunción esa madrugada

Son muchos los cubanos tiene en su familia un preso, un exiliado o una víctima mortal de la dictadura de Fidel Castro. Pocos días después del triunfo de la revolución, Raúl Castro, ordenó fusilar a decenas de policías y militares que habían servido bajo el mandato del dictador Fulgencio Batista. 

Era la noche del 11 al 12 de enero de 1959, y en la Loma de San Juan (Santiago de Cuba), considerado el último escenario de la Guerra Hispano-Cubano-Estadounidense, las víctimas fueron colocadas de espaldas a una fosa común recién cavada y fueron ejecutadas sin juicio previo. 

Testigo de esta masacre lo fue el ya fallecido padre Jorge Bez Chabebe, uno de los tres párrocos que oficiaron la extremaunción esa madrugada. Uno de ellos, un niño de 15 años, fue "salvado" por este oficial que, con el tiempo, se convirtió en ministro de educación superior de la dictadura castrista, mientras que el comandante Belarmino Castilla, también ministro de ese ramo, lo presidía, en tanto que los capitanes Oriente Fernández y Alfredo Ayala Jorge "papito" Serguera ejercieron de fiscales.”

---"Un capitán rebelde, creo que era Vecino Alegret, me trajo al lugar, directo desde la audiencia de Santiago de Cuba. Las únicas luces eran los faros de muchos jeeps, mientras que de un camión blanco bajaban a los condenados, amarrados por parejas. Al "fiñe" lo apartó del grupo diciendo: Yo no fusilo niños”---

Para la ONG estadounidense "Archivo Cuba" fue la mayor matanza documentada del castrismo atribuida al actual jefe de Estado en retiro, pero activo en la sombra, con al menos 72 fusilamientos contrastados. Es difícil conocer la cifra exacta de las víctimas de los regímenes totalitarios pero, en el caso del cubano, se cree que miles de personas han muerto de forma violenta, entre fusilados, fallecidos en prisión, balseros ahogados en el estrecho de Florida o soldados involucrados en guerras internacionales... 

El implacable fiscal Jorge "Papito" Serguera, quien con el tiempo se convertiría también en un brutal censor de la televisión castrista, "en plena acción" durante aquellos juicios donde las apelaciones, si las habían, duraban menos de 24 horas.

"Archivo Cuba" documentó más de 300 muertos y desaparecidos en el año 2022 y, hasta 2021, las cifras se elevaban a 7.179 muertes, de ellas 3.110 por fusilamientos, 1.170 ejecuciones extrajudiciales e incluso, por intento de salida ilegal de la isla. Así mismo cita 847 muertos y desaparecidos en combate, tanto en Bahía de Cochinos como en la lucha del Escambray, agregando a 18 presos políticos muertos en huelga de hambre. 

Matanza del remolcador 

María Werlau, directora ejecutiva de Archivo Cuba e hija de una víctima mortal desaparecida en  Bahía de Cochinos, afirma que «aún sabiendo que nos quedamos cortos en el saldo en vidas documentadas, nadie que se familiarice con esta tragedia puede negar la magnitud y el horror de los últimos 57 años de comunismo». 

---Esta ONG tiene registradas las muertes y desapariciones por motivos políticos desde 1959. ---

Uno de los episodios más «abominables» para Werlau y para todos fue la llamada matanza del remolcador «13 de marzo», ocurrida en la madrugada del 13 de julio de 1994. Unas 72 personas abordaron un viejo barco para huir a la Florida, pero naves equipadas con mangueras y chorros de agua lo hundieron. El saldo de víctimas mortales fue de 41, entre ellos diez menores de edad. 

Por otro lado el activista de derechos humanos Elizardo Sánchez va más lejos, al afirmar que entre 3.000 y 5.000 personas han podido ser fusiladas. Los últimos en 2003, cuando tres jóvenes fueron condenados a muerte por robar una embarcación turística para huir de la isla. Sánchez, que preside de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, considera que el régimen de los Castro ha significado un «retroceso neto» en derechos civiles, políticos y económicos. 

Raúl Castro

«Nunca antes el pueblo tuvo peor situación, ni siquiera bajo la colonia española», añade el activista. «Desde Sierra Maestra, los derechos humanos jamás han estado en la agenda de Fidel Castro», agrega Juan Carlos González Leiva, secretario ejecutivo del Consejo de Relatores de Derechos Humanos. 

El ex preso político invidente considera que el balance de víctimas es «incalculable debido a tantos que han fallecido en el mar, una cifra que podría superar los 50.000 muertos». Cientos de miles de personas, incluso más de un millón, han pasado por sus cárceles. Mientras que durante la dictadura de Fulgencio Batista había unas quince prisiones, ahora hay alrededor de doscientas, cincuenta de ellas de máxima seguridad. 

La Comisión Cubana sostiene que la población penal es quince veces mayor que en tiempos de Batista, ya que ha pasado de unos 4.000 a 70.000 reclusos. La mayoría son reos comunes, jóvenes y negros que se enfrentan muchas veces a largas condenas en condiciones «infrahumanas, degradantes y crueles». A finales de 2016, en las cárceles cubanas aún existen alrededor de un millar de presos políticos.

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