sábado, 14 de septiembre de 2024

Un repaso a la mansión Oriental.


No se llamaba Oriental porque fuera asiática ni mucho menos, su nombre se debió al hipódromo que tenía muy cerca, el "Oriental Park". Desde principios del sigo XX servía como un pequeño hotel o casa de huéspedes, un hostal como se dice aquí, que estuvo enfocado básicamente para aquellos que visitaban el hipódromo o, en otros casos, decidían residir allí en régimen de alquiler.

"La Mansión Oriental" de los Quemados, en Marianao, se edificó a principios del siglo XX durante la "danza de los millones", del 1914 al 1918, en momentos en que el precio del azúcar se había disparado por la primera guerra mundial. Estaba enclavada en el área de una finca llamada "Paraíso"; y fue regentada por la gallega Vicenta Ayres y su marido cubano Manuel Veiga.

En un principio era una regia y señorial casona muy bella, con grandes ventanas de cristales y una hermosa reja de hierro que protegía todo el perímetro, mientras que al centro, justo a la entrada por la avenida 59, estaba adornaba por una bonita fuente de la que ya no sabemos si existe. Por el costado derecho había una calle que daba acceso a una de las entradas del famoso hipódromo.

¿El alquiler y condumio?. Su precio de alquiler eran 20 pesos mensuales, mientras que por un peso más diario se incluía la comida. Las habitaciones tenían todas las comodidades posibles, como agua caliente todo el día, camas enormes y cómodas y a juego con la decoración. Todos los muebles y escaleras eran de madera fina torneada, mientras que en el recibidor había varias vitrinas llenas de cristalería reservada para las celebraciones. 

Las mejores y más amplias habitaciones se encontraban en la segunda planta, donde había una fresca terraza que daba acceso al comedorEstaba muy bien situada y alejada del bullicio. Por aquellos años en Marianao abundaban las zonas bastante tranquila. No había ni que caminar mucho, pues en los alrededores había un bar llamado Candilejas y una bien surtida bodega al frente, que con los años derivo en un sucio puesto de viandas.

Como todo allí, con la llegada de los barbudos al poder en 1959, la Mansión no escapó a la requisa. Entonces empezó el lento proceso de su destrozo. Con las primeras leyes revolucionarias, aquellos inquilinos se hicieron de unas propiedades que no les había costado nada, solo un alquiler al día en el mejor de los casos, y entonces comenzó un feroz expolio de todo lo que tuviera valor. Su original arquitectura desapareció por completo, y las áreas comunes se convirtieron en "valioso metros adicionales" para aquellos moradores que no respetaban nada.
Tal fue su frondosidad y lozanía, que dos de los míticos cuadros del pintor Wilfredo Lam, "La Jungla" y "La Silla", fueron inspirados en la particular belleza de Marianao.
Hoy no es más que un pestilente solar donde la ley del más fuerte es la que predomina. Aunque eso sí, es justo decir que esa Mansión ya tenía una historia previa de horror y misterio antes de que ocurriera la debacle castrista. Se cuenta que allí se cometieron varios asesinatos, peleas con navajazos y hasta aseguran que un espíritu, que deambulaba por sus alrededores, es tan molesto que hasta misas espirituales han llegado a hacerle.

Destrucción parecida sufrieron otras mansiones mucho mas hermosas y valiosas que esta, como la Finca San José, que fue demolida a principios de los años 60, un otras situadas en aquellas novedosas zonas residenciales que en un pasado fueron el orgullo de este municipio.

Bellos repartos como el Náutico, Redención, Kohly, Alturas del Almendares, Los Hornos, Santa Catalina de Buena vista, La Sierra, Country Club, Flores, La Serafina o Buen Retiro, la mayoría invadidas después por asentamientos marginales conocidos como "llega y pon". Así mismo, el "Campamento Columbia", que antes de ser la fortaleza militar que fue era un precioso reparto, lugar escogido para su residencia por el primer presidente de la Republica libre, Don Tomás Estrada Palma.

Tan importante llegó a ser Marianao, que allí radicaron instituciones tan importantes como el Consejo Corporativo del Ministerio de Salubridad y Asistencia Social y la Casa Central de Socorro edificada en 1938 y la conocida clínica "María la Milagrosa" que tanto servicios médicos prestó a la población. 

Marianao llegó a poseer tres de los mejores hospitales de Cuba en su momento, el hospital Militar Carlos J Finlay, el oftalmológico "La Liga contra la Ceguera" y el gineco-obstétrico "Maternidad Obrera" e incluso, un anfiteatro y hasta una pista para carreras de galgos como fue el antiguo "Havana Greyhound Kennel Club" de la calle 146 y 5ta avenida, más conocido como "Cinódromo".

Marianao fue sede del merecido homenaje que se le hiciera al eminente médico Carlo Juan Finlay y Barrés en forma de imponente obelisco, monumento edificado entre las calles calzada de Columbia y Avenida Menocal, conocidas después como avenida 31 y calle 100, cuando al alcalde Francisco Orúe, le dio por ponerle numero a todo.

Prestigiosos colegios como "La Salle", "Belén", "Bellas artes San Alejandro", fundado en 1818, hasta un central Azucarero como el "Toledo", con su propia refinería donde laboraban mas de 4 mil obreros y que en el año 2000 "falleció de una muerte súbita, pero anunciada". En fin, que de la Mansión Oriental ya no queda casi nada, solo el recuerdo de lo que un día fue.

Maldita Hemeroteca
(Fuente: Finlandisestación.com)

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