Recreación de la calle Cuarteles en la Habana.

La Villa de San Cristóbal de La Habana fue fundada el 25 de julio de 1514 por el primer teniente gobernador Diego Velázquez de Cuellar, luego de que hubiera dejado establecidas las villas de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, San Salvador de Bayamo, Santiago de Cuba, Trinidad, Sancti Spíritus y Santa María de Puerto Príncipe.

Las actas capitulares de 1555 en adelante, nos muestran en casi todas las sesiones que celebraba el Cabildo, diversas solicitudes de solares y de permisos para fabricar en ellos, así como también las disposiciones en lo que se refiere a obras públicas municipales para el trazado y alineación de las calles, así como su conservación y limpieza, no solo de ellas, si no también de la única plaza que entonces existía en la villa. 

Así fue como se fue delineando todo aquel primitivo trazado de vías que hoy conocemos, y que en su día fueron bautizadas con sus respectivos nombres. Pasaron los años, y desde el 1899 que finalizó la guerra hasta el año 1936, un total de ciento cuatro calles de La Habana cambiaron esos nombres. Algunos de esos nombres fueron sustituidos por nombres de patriotas cubanos, otros fueron cambiados por personalidades extranjeras que prestaron importantes servicios a Cuba, así como de naciones amigas a las cuales nos unían especiales lazos de simpatía.

Sin embargo otras, en las cuales la sustitución del nombre antiguo se hizo por otro nuevo muy a la ligera, llevaron el de políticos, algunos fallecidos y de otros que fueron sometidos a críticas y censuras por su actuación, ya sea pasada o en aquel presente; e incluso de otros que sus nombres eran completamente desconocidos en la Capital. 

Fue por eso que en 1928, durante la administración de la alcaldía del doctor Miguel Mariano Gómez, se encomendó un estudio de la cuestión. Como resultado, se redactó un informe que fue enviado por el alcalde Gómez a la Cámara Municipal, para su aprobación y convertirlo en acuerdo. Sin embargo, sobre la mesa quedó durante el periodo de la presidencia de Gerardo Machado. 

Una vez cayó Machado y ocupar la alcaldía el Dr. Guillermo Belt y Ramírez, se retomó el empeño de regular la denominación de las calles habaneras, y de restituirles sus nombres antiguos. Y al efecto, aprovechando la labor ya realizada en 1928 por la Comisión de Historia, Ornato y Urbanismo, aquel informe se sometió, no sólo la aprobación del alcalde, también se le hizo saber al Presidente de la República, coronel Carlos Mendieta, a fin de que fuese sancionado como Decreto-Ley.


INTRAMUROS 
Nombres antiguos y nombres modernos que luego fueron ratificados o cambiados
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Aguacate -Perfecto Lacoste 
Amargura - Marta Abreu 
Bernaza -Plácido 
Bomba - Dr. Julio de Cárdenas 
Egido - Avenida de Bélgica 
Empedrado - General Riva 
General Enna - General Narciso López 
Lamparilla - Pedro Pérez 
Monserrate - Avenida de Bélgica 
Muralla - Ricla  (1763)
Obispo - Pi y Margall 
Oficios - Dr. Santiago Gutiérrez de Celis 
O'Reilly - Presidente Zayas 
Paula -Leonor Pérez 
Samaritana - Porvenir 
San Isidro - Dr. Enrique Núñez 
San Juan de Dios - Dr. Julio de Cárdenas 
Tacón - Teodoro Roosevelt 
Tejadillo - Lola Tió 
Teniente Rey - República del Brasil 
Águila - Rafael Ma de Labra 
Alcantarilla -Dr. Ruiz de Luzuriaga 
Amistad - Miguel Aldama.

EXTRAMUROS 
Nombres antiguos y nombres modernos que luego fueron ratificados o cambiados
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Animas - General Aguirre 
Apodaca - Diego Tamayo 
Belascoaín - Padre Varela 
Camino de la Ronda - Carlitos Aguirre 
Campanario - General Aranguren 
Cárcel - Capitán Capdevila 
Carlos III, - Paseo de Avenida de la Independencia 
Carnero Gral. - Freyre de Andrade 
Concordia - Enrique Villuendas 
Consulado - Estrada Palma 
Corrales - Panchito Gómez 
Crespo México,- Octavio R. Spíndola 
Cristina - Avenida de México 
Escobar - Bartolomé Masó 
Estrella - Barnet 
Galiano - Avenida de Italia 
Gervasio - Rafael Martínez Alonso 
Hospital - Gral. Freyre de Andrade 
Industria -Raimundo Cabrera 
Infanta -Presidente Menocal 
Jesús Peregrino - Néstor Sardiñas 
Jovellar - Veintisiete de Noviembre 
Lealtad - Martín Morúa Delgado 
Malecón - Avenida Antonio Maceo 
Maloja - Francisco V. Aguilera 
Manrique - Antonio Ma Lazcano 
Marina - Avenida de Washington 
Neptuno - Zenea 
Perseverancia - Joaquín Albarrán 
Pocito - Fernando Quiñones 
Prado - Paseo de Martí 
Príncipe - Alfonso Máximo Gómez 
Refugio - General Emilio Núñez 
Reina - Calzada de la Avenida de Simón Bolívar 
Revillagigedo - General Quintín Banderas 
San José - José de San Martín 
San Lázaro - Ave. de la República 
San Miguel - General Manuel Suárez 
San Nicolás - General Alemán 
San Rafael - General Carrillo 
Sitios - Víctor Muñoz 
Suárez - General Silverio S. Figueras 
Trocadero - América Arias 
Virtudes - Mayor Gorgas 
Vives - Dr. Ruiz de Luzuriaga 
Zanja - Dr Finlay. 
Zulueta - Ignacio Agramonte.

Aquí les dejamos varios ejemplos de algunas de las calles más conocidas de la Habana, y las transformaciones de que fueron objeto. Son más, pero es imposible nómbralas a todas como podrá imaginar.

EJIDO: 

Antiguamente estuvo ocupada por la muralla y las puertas de la misma De Tierra, Del Arsenal y Puerta Cerrada. Allí comenzaban los ejidos de la ciudad, osea campos colindantes que no se araban y que por consiguiente estaban ocupados el por ganado. Por disposición del Ayuntamiento tuvieron en este lugar su residencia muchos de los cabildos de nación de los esclavos africanos. Este trazado, que bordeaba las murallas de la ciudad, partió desde la calle Lamparilla hasta la plazoleta de la calle Desamparados y contó con tres puertas: Arsenal, Tenaza y la Nueva.

MURALLA

Según José María de la Torre, ya desde 1691 se conocía esta calle con el nombre De la Muralla, “porque siendo la principal para salida de la ciudad para el campo (como antes se llamaba calle Real) se abrió en ella en 1721 la puerta de la Real Muralla”.

En 1763, según expusimos en otro lugar, se le dió el nombre de Ricla por el conde de este nombre, primer gobernador español después que abandonaron La Habana las autoridades y fuerzas inglesas de ocupación militar. Sus dos primeras manzanas se denominaron calle de la Cuna, porque a la cuadra comprendida entre la Plaza Vieja y la, calle de los Oficios se trasladó en 1710 la Casa-Cuna.

La esquina de esta calle con la del Aguacate se llamó de las Jimaguas, por unas gemelas que allí nacieron y vivieron; la de San Ignacio, Tienda del Agua de Cebada, por una venduta que allí existió de esta popular bebida de La Habana del siglo XVIII. Aunque su nombre oficial se remonta a los tiempos coloniales, por ser llamada así por el pueblo desde entonces es que la comisión decidió restituirle el de MURALLA.

MONSERRATE

Se denominó así por la Ermita de Monserrate, que existía en la plazuela de las puertas de la muralla, de este nombre, fundada según José María de la Torre, en 1695,  destruida en 1836 y reedificada en extramuros en 1844. Sin embargo, el 20 de noviembre de 1918 el Ayuntamiento tomó el acuerdo de llamarla Avenida de Bélgica por tratarse de una nación amiga, a cuyo lado estuvo Cuba durante la Guerra Mundial, se propuso y se aprobó además este cambio. 

EMPEDRADO:

De lo Empedrado o Del Empedrado se denominó antes, por haber sido la primera calle que se empedró en La Habana con chinas pelonas, según Manuel Pérez Beato con anterioridad al año 1641, quien atribuye el haberse elegido esta calle para iniciar tal clase de pavimentación, a la gran corriente de aguas que por la misma bajaba en tiempo de lluvias.

Al comienzo de la calle estuvo La Pescadería. El Ayuntamiento, por un acuerdo del 18 de mayo de 1921, aprobado el 25, varió el nombre de la calle por General Riva, como tributo al general Armando J. de la Riva, veterano de la guerra de independencia y ex-jefe de la Policía de La Habana, muerto trágicamente en el Paseo de Martí, el 9 de julio de 1913, pero siendo restituido nuevamente por Empedrado. 

 INFANTA: 

Por la infanta Isabel, hija de Fernando VII y María Cristina, después reina con el nombre de Isabel II (1843-1868). Equivocadamente suponen algunos que esta calle lleva ese nombre por la infanta Eulalia, la que llegó a La Habana en compañía de su esposo D. Antonio de Orleans, el 8 de mayo de 1893, cuando ya hacía muchos años que dicha vía se denominaba Infanta.

Por acuerdo del 27 de abril de 1921, el Ayuntamiento dio a esta calle el nombre de Avenida del Presidente Menocal, que en aquellos días terminaba su segundo período presidencial, sin embargo el acuerdo que se tomó en 1928 por la Comisión de Historia, Ornato y Urbanismo, decidió darle el nombre de AVENIDA CALIXTO GARCÍA.

REINA

Este nombre se le dio al ser reconstruida en 1844, como homenaje a la reina Isabel II, que el 10 de noviembre de 1843 comenzó a gobernar la Monarquía española. Se llamó primero Camino de San Antonio, por el ingenio de San Antonio el chiquito, propiedad del regidor Blás de Pedroso, que existía en aquel lugar. Esta calle constituyó hasta 1735, en que se hizo un puente en la Calzada del Monte, la principal salida de la ciudad para el campo. 

Nacía en la antigua Calle Real (Muralla), atravesaba el Campo de Marte y seguía hasta el citado ingenio. Se llamó también de San Luis Gonzaga, por la ermita consagrada a este santo que había en la esquina de la Calzada de la Beneficencia. En 1835 fue prolongada la calle al construirse el Camino Militar o Paseo de Tacón. Por acuerdo del 9 de octubre de 1918, el Ayuntamiento le cambió el nombre por el de Avenida Simón Bolívar, pero todo el mundo le sigue llamando REINA.

OBISPO: 

José María de la Torre atribuye el origen de esta calle a que acostumbraba frecuentarla en sus paseos el obispo D. Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, que vivía en la calle de Los Oficios número 94, donde murió. Pero Manuel Pérez Beato afirma que es más antigua la causa, y que se debe a que el obispo Fray Jerónimo de Lara vivía por los años de 1641 en esta calle, esquina a la de Compostela. Se llamó antes Del Obispo.

En 8 de febrero de 1897 el Ayuntamiento acordó unánimemente cambiarle el nombre por el de Weyler, que en esa fecha gobernaba despótica y sanguinariamente la Isla, y “colocar en el salón de sesiones el retrato de este ilustre gobernante”. Al ocurrir en1898 la evacuación española, el pueblo de La Habana arrancó y destruyó las tarjas que ostentaban el nombre de Weyler en esta calle. Luego, en 1905, esta calle se rebautizó con el nombre de Pi y Margal, presidente de la primera republica Española.

ÁGUILA: 

En esta calle se encontraba una de las tabernas más famosas en su tiempo, donde había pintada un Águila, a la que debe su nombre. Rebautizada como Rafael María de Labra Cadrana, político de origen Asturiano que nació en la Habana en el año 1841. Ese nombre fue acordado por el Ayuntamiento el 16 de febrero de 1912, en honor al ilustre abolicionista español nacido en Cuba. En cambio el de ÁGUILA fue mantenido cambiándose el de Labra para Camino de Ronda más tarde Carlitos Aguirre.

SAN RAFAEL:

Según La Torre, nombre arbitrario dado por los comisionados para la delineación de esta calle. Se llamó antes De Los Amigos; Del Monserrate, porque conducía a la puerta de este nombre, de las murallas; y Del Presidio porque en el lugar donde después se fabricó el teatro de Tacón, hoy Nacional, había una corrección a cargo de un tal Juan Naranjo.

Por acuerdo del 18 de mayo de 1921, se le varió el nombre por General Carrillo, en honor del veterano y entonces electo vicepresidente de la República, general Francisco Carrillo, fallecido el 11 de mayo de 1926. Al final quedó restituido el nombre de SAN RAFAEL.

GALIANO: 

Por D. Martín Galiano, ministro interventor de obras de fortificaciones, que construyó un puente que llevó su nombre, sobre la Zanja Real en la dirección del antiguo trazado de esta calle variándose la posición de dicho puente en 1836 por el general Tacón y reemplazándose en 1839 por otro para colocar el ferrocarril.

Estuvo cerrada en la calle de San Miguel hasta 1842. El terreno donde se encuentra la iglesia de Monserrate y una parte inmediata se conoció por el nombre De la Marquesa, por pertenecer a la marquesa viuda de Arcos. En el tramo comprendido desde San Miguel hasta San Lázaro, cerrado en aquella calle por una manzana de casas, se llamó De Montesinos. Por un acuerdo de noviembre de 1917, el Ayuntamiento le varió el nombre por Avenida de Italia. 

SAN LÁZARO

Porque conducía al Hospital de este nombre. Se le nombró después Calle Ancha del Norte, aunque nadie la denominase así. Por acuerdo de 17 de noviembre de 1905, el Ayuntamiento le dio el nombre de Avenida de Maceo, sin embargo por otro del día 6 de diciembre de 1909, se le dio un nuevo nombre, denominándola Avenida de la República.

Por no juzgar adecuado el nombre de Avenida de la República, a una calle como ésta, si extensa, no de extraordinaria, importancia, belleza y suntuosidad, por lo que le fue restituido el primitivo nombre de SAN LÁZARO, en el tramo comprendido desde el Paseo de Martí hasta la Universidad, dejándose el nombre de Avenida de la República para otras vías. 

INQUISIDOR: 

Se llamó "Las Redes" y luego adoptó ese nombre porque allí vivió Don Claudio de la Luz, doctor en derecho canónico de la Universidad Pontificia en 1750, y comisario segundo de la Inquisición. 

SOL: 

Se llamaba calle de la Pólvora, pues hacia allí se había trasladado el polvorín del castillo de La Fuerza. El nombre definitivo nacería más tarde cuando se abriera una bodega con un sol pintado en su fachada, en la esquina donde se cruzaba con Aguacate.

AGUACATE: 

Se dió a esta calle dicho nombre por un frondoso árbol de aguacate que existió en la huerta del antiguo convento de Belén, donde precisamente termina la vía. Afirma José María de la Torre que ese aguacate fue cortado en 1837 y que él vio un atril hecho con la madera de este árbol. Antes se nombró calle Del Aguacate de Belén.

Por acuerdo número 74, de 16 de diciembre de 1921, aprobado el 29, el Ayuntamiento varió el nombre de Aguacate por Perfecto Lacoste, como homenaje a la memoria del primer alcalde de la Ciudad, al cesar la soberanía española y, quien, además, prestó valiosísimos servicios a la causa de la independencia.

O'REILLY: 

Debe su nombre a que por esta calle hizo su entrada en la ciudad el general Alejandro O'Reilly, subinspector de las tropas españolas cuando la restauración de La Habana en 1763 y la retirada de las autoridades inglesas de ocupación.

Después de terminada la organización del ejército, el general O'Reilly abandonó la isla, viniendo a ella más tarde su hijo y afincándose aquí, creando una familia que ha sobresalido, por los cargos ocupados y por sus acciones benéficas, en la historia de este Término Municipal.

Se llamó antes Calle Honda y Del Sumidero, Del Basurero y De la Aduana, los primeros nombres por el mal estado del terreno y fines a que la destinaban los vecinos, y el último por haberse encontrado situada durante algún tiempo en esta calle las oficinas de la Aduana, en la proximidad de los muelles.

PICOTA: 

Para darle un toque de humor, quizás negro, esta calle se llamaba así, pues en la esquina con Jesús María se encontraba la picota pública donde se azotaba a los reos, que luego se trasladó a la Plaza Vieja en 1836. Se llamó también de la Sabana, porque llevaba el nombre de Sabana de la Tenaza, una plazuela próxima que daba a la puerta de la Muralla conocida con este nombre.

OFICIOS: 

En esta se establecieron muchos artesanos, los lugareños acudían en busca de plateros, herreros, carpinteros, fundidores, orfebres y otros servicios de gran utilidad en la colonia. Desde la Plaza de San Francisco hasta la de Armas, en 1584 era la más importante de las cuatro calles existentes en ese momento en La Habana. El Ayuntamiento, por acuerdo del 30 de enero de 1928, le cambió el nombre por Santiago Gutiérrez de Celis, que era secretario de Hacienda en esa época, pero el cambio no fructificó volviéndose a llamar OFICIOS.

PRADO: 

Esta alameda, construida en 1772, se nombró Nuevo Prado o Paseo. Se llamó Calle Ancha desde la Calzada del Monte al Arsenal, por el ancho considerable que tenía este tramo. Por acuerdo del Ayuntamiento de 7 de noviembre de 1904, recibió esta calle el nombre de Paseo de Martí, por tratarse del máximo Apóstol de las libertades cubanas. Muy conocida por su paseo peatonal centrado, sus arboles, sus bancos y sus leones de bronce. Una de las más conocidas de toda Cuba, si no la más.

ZANJA: 

Porque por ella corría la Zanja Real que surtió de agua a esta ciudad. Por acuerdo del 24 de marzo de 1916, ejecutivo, el Ayuntamiento le varió el nombre por Carlos J Finlay, en homenaje a la memoria del esclarecido hombre de ciencias, y descubridor de la trasmisión de la fiebre amarilla por el mosquito.

Aunque en 1928, la Comisión de Historia, Ornato y Urbanismo, acordó dejar a esta calle el nombre de Finlay, como nunca ha sido conocida por tal nombre, y como además, tan ilustre benefactor de la humanidad ha recibido ya el homenaje de admiración y gratitud de nuestro pueblo erigiéndosele una estatua en el parque que lleva su nombre, en la Calzada del Padre Varela, frente a la Secretaría de Sanidad y Beneficencia, y además existe en el Reparto Naranjito una calle principal y urbanizada que lleva su nombre, ZANJA se quedó finalmente. 

ZULUETA 

Por D. Julián Zulueta y Amondo, coronel de voluntarios, presidente del Casino Español, teniente alcalde municipal, gobernador político interino varias veces, que aunque prestó indudables servicios a la ciudad en asuntos de beneficencia y obras públicas, y desaprobó el fusilamiento de los estudiantes el 27 de noviembre de 1871. Por otro lado se pronunció en favor de la trata y esclavitud. Por acuerdo de 22 de marzo de 1909, el Ayuntamiento resolvió denominar esta calle con el nombre de Ignacio Agramonte, en memoria del glorioso caudillo de la Guerra de los Diez Años. 

TEJADILLO: 

Debe su nombre a la única casa con techo de teja que en ella existía, siendo de guano los techos de las demás casas. Por acuerdo del dos de marzo de 1928, el Ayuntamiento le cambió el nombre por Lola Rodriguez de Tió, en homenaje a esta poetisa boricua entonces fallecida en la Habana, pero siendo repuesto después por su inicial de TEJADILLO. (Tió compuso el poema "Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas".)

TENIENTE REY: 

Se llamó "Calle Basurero", pero fue denominada así por Félix del Rey y Boza, teniente de gobernador y auditor de guerra, que vivió en esa esquina de Habana. Se llamó antes del Basurero, de Santa Teresa y de San Salvador de Horta. Pero el 1o de septiembre de 1922, el Ayuntamiento acordó variar el nombre por el de República del Brasil, pero TENIENTE REY terminó por imponerse definitivamente.

LAMPARILLA: 

Según José María de la Torre, por una lamparilla que un devoto de las Animas encendía todas las noches en su casa, esquina a la calle de Habana. Ese nombre fue cambiado por el de Pedro Pérez el 8 de enero de 1923, como homenaje a quien recogiera y guardara los restos del general Antonio Maceo y su ayudante Panchito Gómez Toro. No obstante, fue restituido por LAMPARILLA, mientras que el de Pedro Pérez se pasó a una de las calles paralelas a la Calzada de Ayestaran en el Reparto Ensanche de El Vedado.

CORRALES: 

Por los corrales para reses que en ella existían entre las calles de Águila y Ángeles, al fondo de la iglesia de Guadalupe.
Se denominó también De Vives o De La Habana, el primer nombre por el capitán general Vives, y el segundo, según afirma La Torre al tener más sombra la Calzada del Monte, van por ella a La Habana los de la barriada del Sur.

El Ayuntamiento, por acuerdo del 8 de enero de 1923, le cambió el nombre por Panchito Gómez, pero esta comisión decidió se le restituyera el nombre de CORRALES, quedando el del heroico ayudante del general Maceo, a una de las calles paralelas a la Calzada de Ayestarán, en el Reparto Ensanche de El Vedado.

PERSEVERANCIA: 

Debe su nombre a la perseverancia de los ingenieros constructores de las calles habaneras, durante 1818, dado lo complicado del trazado de las mismas.

MERCADERES: 

La calle debe su nombre a la cantidad de tiendas de mercadería, en las que se hallaba lo más precioso de los tejidos de lana, lino, seda, plata y oro entre otras mercancías.

AMARGURA

Debe su nombre a que en la cuaresma salía por las tardes del Calvario existente en el lugar donde hoy se halla la iglesia del Cristo, y establecido por la Orden Franciscana, una pasión,
representando la Vía Crucis. De esta costumbre religiosa se conserva aún en la esquina de Amargura y Mercaderes una Cruz Verde de piedra, semejante a otras varias que había en la calle para cada estación.

Se denominó antes De la Cruz Verde, y las cuadras entre las calles de Villegas y Compostela, De las Piadosas Mujeres, por unas beatas, Da Josefa y Da Petrona Urrutia, que los
viernes alumbraban un Custodio que tenían, y también porque la cruz existente en la esquina de Aguacate y Compostela correspondía a la estación de las mujeres piadosas que salieron a consolar a Jesús.

El Ayuntamiento, por acuerdo del 16 de diciembre de 1921, le cambió el nombre de Amargura por el de Marta Abreu, en homenaje a la memoria de la ilustre patriota y benefactora de la revolución del 95, fallecida en París, el 2 de enero de 1909. Sin embargo, dicha comisión decidió dejar el de Marta Abreu para una de las calles transversales a la Calzada de Ayestarán, del Reparto Ensanche de El Vedado, quedan restituido el de AMARGURA.

TROCADERO: 

Por haberse recibido en esta ciudad la nueva de la toma del Trocadero de Cádiz, el año 1823 cuando se trataba de darle nombre a esta calle. Era conocida antes por Del León de Oro. Por acuerdo número 151, de 15 de junio de 1921, aprobada el día 17, el Ayuntamiento le varió el nombre por América Arias, como homenaje a la respetable, caritativa y altruista dama, señora viuda del general José Miguel Gómez, que falleció en esta ciudad el 20 de abril de 1935. 

LEALTAD: 

Por la cigarrería que con ese nombre existió en la esquina a la calle de Salud, propiedad en 1831 de José María Morejón y Rojas. Se llamó antes De Leal, según La Torre “tal vez por alguno de este apellido”; de San Francisco; y también De Fideos, por una casa de fideos que en ella había y fue destruída por un incendio en 1818.

Por acuerdo de 27 de abril de 1921, el Ayuntamiento le varió el nombre por Martín Morúa Delgado, como tributo a la memoria del revolucionario, publicista y hombre público de este nombre, que falleció en esta calle el 28 de abril de 1910, según lo perpetúa una lápida que existe colocada en la esquina de Reina. Al final se quedó LEALTAD, y el de Morúa Delgado fue trasladado a una de las calles transversales a la Calzada de Ayestarán en el Reparto Ensanche de El Vedado.

VIRTUDES:

Por las logias masónicas de las Virtudes Teologales que se celebraban en la casa esquina a la calle de Industria, única existente en aquel lugar. Se llamó también Del Sacramento o Del Sentimiento, y de la Cuerería, por conducir a la tenería de D. Francisco Cairo.

Por acuerdo del 25 de agosto de 1920, el Ayuntamiento le cambió el nombre por Major Gorgas, como homenaje al general del Ejército americano Dr. William C. Gorgas, que durante la ocupación militar prestó eminentes servicios de saneamiento de esta Isla. Aún así VIRTUDES llegó para quedarse.

SAN IGNACIO: 

En 1690 se construyó una ermita que estuvo dedicada a San Ignacio, santo que aún la identifica. Nace en la calle Chacón y culmina en la Alameda de Paula, atravesando buena parte del casco histórico y dejando entrever maravillas arquitectónicas y culturales. Es una joya histórica por el conjunto de edificaciones que la conforman.

BARATILLO: 

Antiguamente se llamó Villa Alta. Esta calle une las plazas de Armas y de San Francisco. Toma su nombre por la cantidad de mercancías baratas que se vendían allí. A principios del siglo XIX la calle tenía sólo nueve manzanas e igual número de edificios.

Entre ellos destacaban la casa de los condes de Santo Venia, el Tribunal de Cuentas, la Aduana, la Lotería, la casa de Armona que luego fue la Lonja del Comercio. El tramo de calle que corresponde a la plaza, se llamó calle de los Oficios de escribanos, porque en ella tenían estos sus me­sas para el despacho de asuntos de pequeña monta.

AMISTAD:

Según La Torre, se trazó en 1735, con otro rumbo, y hacia 1818 se le dio la actual dirección. El 23 de abril de 1903 se cambió a esta calle su nombre por el de Aldama, en homenaje al gran patriota y revolucionario Miguel Aldama.

Este patriota vivió en el suntuoso palacete por él construido en la esquina de esta calle con la de Reina, y que fuera saqueado por los voluntarios españoles la noche del 24 de enero de 1869. Fue restituido el nombre de AMISTAD, con que es hoy generalmente es conocida, pasando la de Aldama al parque situado frente al palacete del prócer, donde se encuentra colocado su busto. 

CUARTELES: 

Por la existencia de dos cuarteles, el de San Telmo y el de Artillería Diaria. Atraviesa en su trayectoria las calles de Aguiar y Habana, llegando hasta el Callejón de Espada. 

EMPEDRADO: 

Por haber sido la primera calle habanera empedrada o pavimentada con piedras llamadas “chinas pelonas”, aquí está ubicada la Bodeguita del Medio el mundialmente famoso lugar.

APODACA: 

Se nombró así por el general Juan Ruiz de Apodaca, conde de Venadito y capitán general que gobernó en cuba de 1812 a 1816. Por acuerdo del Ayuntamiento del 2 de Marzo de 1928, se le cambió el nombre por el de Dr. Diego Tamayo, en homenaje a este ilustre patriota, revolucionario y hombre de ciencias, que falleció el 2 de octubre de 1926, en cambio se decidió mantenerla finalmente como APODACA.

BELASCOAÍN:

El capitán general don Leopoldo O'Donnell uno de nuestros más tiránicos gobernantes de la época colonial, conocido en la propia península por el apodo de “el tigre de Lucena” le hizo dar durante su mando (1843-48) este nombre por su amigo el teniente general D. Diego León, conde de Belascoaín, que murió trágicamente en Madrid en 1841.

Por acuerdo del 20 de noviembre de 1911 se le cambió el nombre por el de Padre Félix Várela, en homenaje a la memoria del esclarecido patriota, revolucionario y filósofo cubano. Y por acuerdo del 13 de diciembre del mismo año rectificó su anterior acuerdo el Ayuntamiento, resolviendo que el nombre fuese Padre Várela. 

HOSPITAL:

Porque conducía al antiguo hospital de San Lázaro. Por acuerdo del 27 de abril de 1921, el Ayuntamiento le varió a esta calle y a su continuación la de Carnero el nombre de Hospital por el de Freyre de Andrade. En cambio HOSPITAL logró mantenerse. 

PAULA: 

Porque en su extremidad Este se encontraban la iglesia y el hospital de San Francisco de Paula. Se llamó antes De San Francisco de Paula. El Ayuntamiento, por acuerdo número 74, de 30 de noviembre de 1922, aprobado el 4 de diciembre, sustituyó el nombre de Paula por Leonor Pérez, rindiendo tributo a la memoria de la madre de Martí.

Por tratarse de la progenitora del Apóstol de la Independencia cubana; por haber nacido Martí en la casa número 102 de esta calle; y en atención a que dicho nombre se dio para corresponder al acuerdo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, ciudad natal de la ilustre matrona, de poner el nombre de República de Cuba a una de las calles de esa población, recomendamos se conserve el nuevo nombre de LEONOR PÉREZ.

ALCANTARILLA

Por una alcantarilla que en ella existía, junto al Arsenal. Por acuerdo del 18 de mayo de 1921, el Ayuntamiento dio a esta calle y a su continuación la de Vives el nombre de Avenida Dr. Ruiz de Luzuriaga, en memoria del político y exconcejal Dr. Vicente Ruiz de Luzuriaga.

La Comisión de Historia, Ornato y Urbanismo acordó en 1928 trasladar a las calles de Alcantarilla y Vives el nombre de Avenida España, que se había visto en la necesidad de quitar a la calle 17 de El Vedado, para conservar en dicho barrio la nomenclatura de números y letras, denominando en lo sucesivo esta calle y la de Vives: REPÚBLICA ESPAÑOLA.

CAMPANARIO 

Denominada antes Del Campanario Viejo por el primitivo campanario que tuvo la iglesia parroquial de Guadalupe, cuyo fondo da a esta calle en uno de sus ángulos con la de Salud. Por acuerdo número 454, de 4 de septiembre de 1916, ejecutivo, se le cambió el nombre por el de General Aranguren, en homenaje al heroico coronel del Ejército Libertador Néstor Aranguren y Martínez.

Aranguren nació en esta calle el 14 de febrero de 1873 y murió luchando en la finca La Pita, cerca de Campo Florido, el 27 de febrero de 1898. Al final CAMPANARIO se mantuvo, trasladando el nombre de Aranguren a una de las calles, paralelas a la Calzada de Ayestarán, del Reparto Ensanche de El Vedado. 

CÁRCEL:

Por el edificio de la Cárcel, cuyo costado da a esta calle y en cuyo lugar se está construyendo actualmente el palacio para los Tribunales de Justicia. Por acuerdo de 2 enero de 1922, el Ayuntamiento, a solicitud de la Asociación de Estudiantes de Medicina, le cambió el nombre por el de Capitán Capdevila, rindiendo tributo a la memoria del militar español Federico R. y Capdevila, defensor de los estudiantes de medicina, fusilados en 27 de noviembre de 1871 por voluntarios peninsulares. 

Por haber variado la topografía del lugar, por encontrarse esta calle inmediatamente cercana al sitio donde ocurrió aquel crimen político y por tratarse de una de las muy contadas personalidades oficiales de la Metrópoli que supieron durante la época colonial cubana, colocarse al lado de la justicia y del derecho, sin dejar por ello de ser españoles, recomendamos se deje a esta calle el nombre de CAPDEVILA. 

CARLOS III:

Se dio a este paseo, que antes se denominó De Tacón, aquel nombre en homenaje que aparece, según la inscripción existente en el pedestal de la estatua levantada en los comienzos de la vía, tributado por “el pueblo de La Habana” a dicho monarca, el año de 1803.

Por acuerdo del Ayuntamiento de 7 de mayo de 1902, se le cambió el nombre por Avenida de la Independencia. Posteriormente, el 9 de enero de 1918, el Ayuntamiento destinó la cantidad de $150 mil pesos distribuidos en tres presupuestos sucesivos, para la pavimentación de la calle G y Paseo de Carlos III, que formarán la Avenida de los Presidentes. 

En cambio se mantuvo Carlos III, al ser considerado el monarca que mejor relación tuvo con la isla de Cuba. Bajo su reinado se inicia el desarrollo de la cultura en la Isla; se crean en España las Sociedades Económicas, que en La Habana y en Santiago de Cuba reciben el nombre de Sociedades Patrióticas.

Además, ve la luz el primer periódico, de noticias oficiales, sino literario, que ha existido en Cuba: "El Papel Periódico de la Havana". Se funda la casa de Beneficencia; se inaugura la primera biblioteca pública; se decreta, mediante el establecimiento del Real Consulado, el comercio libre de América con Europa.

Además, se suprime el monopolio de la Casa de Contratación de Sevilla, mientras se derogan multitud de impuestos que aprisionaban la industria. Así se llamó hasta que con el triunfo de la revolución en 1959, el régimen castrista decidió cambiarlo por el del presidente izquierdista de Chile, Salvador Allende.

CONCORDIA:

Se llamó así por la logia masónica de este nombre que había en ella. Por acuerdo número 516, de 16 de febrero de 1910, aprobado el día 26, el Ayuntamiento acordó dar a esta calle el nombre de Enrique Villuendas, en memoria de dicho coronel de la guerra de independencia y miembro de la Convención Constituyente de 1901. En cambio CONCORDIA se mantuvo, pasando el de Enrique Villuendas a una de las calles transversales a la Calzada de Ayestarán en el Reparto Ensanche de El Vedado. 

CONSULADO 

Debe su nombre a que al constituirse por Real Cédula de erección de 4 de abril de 1794, el Consulado de La Habana, que tan señalados beneficios produjo a nuestra expansión comercial, el capitán general e insigne gobernante D. Luis de las Casas procuró que las pocas viviendas que existían en este lugar se alineasen en una calle con aquella denominación.

Los barracones de negros bozales que allí se encontraban fueron destruidos en 1822, casi en su totalidad, por un incendio, desapareciendo el último de ellos en 1836. El Ayuntamiento, por acuerdo de 18 de junio de 1902, le dio el nombre de Tomás Estrada Palma, pero debido a que ya en el barrio de la Víbora había una importante calle con su nombre, en este caso quedó restituido el de CONSULADO.

GERVASIO:

Según La Torre, se denominó así por D. Gervasio Rodríguez, empleado de Hacienda y propietario en esta calle, esquina a la de Lagunas, de una estancia en la que tenía una famosa conejera.

En sus Cuadros viejos, Álvaro de la Iglesia dice que este D. Gervasio, que era jardinero de Dª Micaela Jústiz, sembró en la estancia que dicha señora poseía cerca de la iglesia de la Salud, una semilla de mango de las primeras que introdujo en Cuba D. Felipe Alwood, cosechando el primer año de producción cinco mangos, de los que dos se vendieron a onza de oro cada uno. Se llamó también De las Animas, porque en la casa esquina a la calle de Salud, de Dª Cipriana de Castro, había un retablo de Animas.

Por acuerdo del 13 de marzo de 1922, el Ayuntamiento le varió el nombre por Rafael Martínez Alonso, ex-concejal y representante a la Cámara que murió asesinado el 14 febrero de ese año a consecuencia de rencillas políticas, en cambio el nombre de GERVASIO consiguió prevalecer.

NEPTUNO:

Porque salía a la fuente de Neptuno, existente en la antigua Alameda de Isabel II. Se llamó antes de la Placentera, y de San Antonio, pero por un acuerdo del 9 de octubre de 1918, se le varió el nombre por Zenea, como homenaje a la memoria del poeta Juan Clemente Zenea, fusilado en los fosos de la fortaleza de la Cabaña el 25 de agosto de 1871. Al final el patriota Zenea no pudo con el poderío del dios de la mitología Romana.

MALOJA:

Porque en aquellos alrededores existían extensas siembras de malojas y por ello los malojeros vendían en la esquina del Peñón sus sobrantes, y en la segunda cuadra después de este lugar habitaba un cadete de caballería dedicado también a la venta de este forraje.

El Ayuntamiento, por acuerdo de 5 de marzo de 1906, le dió el nombre de Francisco Vicente Aguilera, no colocándose los rótulos hasta el día 23 de septiembre de 1910. En cambio MALOJA se mantuvo finalmente, pasando el de Aguilera para uno de los tramos del nuevo Malecón.  

MALECÓN: 

Terminamos aquí con esta calle, que comenzó a construirse durante el Gobierno norteamericano de ocupación militar, recibiendo el nombre oficial de Avenida del Golfo, siendo Malecón más popular y por el que era conocida en su primitivo tramo de la Punta a lo que era antes caleta de San Lázaro, frente a la Beneficencia.

Posteriormente este tramo ha recibido los siguientes nombres: por acuerdo de 12 de junio de 1902, el de Avenida de la República; por el de 2 de diciembre de 1908, el de Avenida del General Antonio Maceo; y, finalmente, por el de 6 de diciembre de 1909, número 204, aprobado el día 18, el nombre, que hoy tiene, de Avenida Antonio Maceo. 

CALZADA (Vedado)

A esta calle se le cambió el nombre, según acuerdo del Ayuntamiento de, mes de diciembre de 1927, por el de Carlos Miguel de Céspedes, secretario de Obras Públicas en el
gobierno de Machado. Sin embargo fue propuesto para que le fuera restituido el de CALZADA y así quedó. 

LINEA (Vedado)

Con motivo de la participación de Cuba en la Guerra Mundial, por acuerdo del Ayuntamiento del 22 de noviembre de 1918 se el dio el nombre del entonces presidente de los Estados Unidos, Presidente Wilson. La comisión propuso que fuera LINEA, desde el Parque del Maine a la calle E; y calle NUEVE desde la calle Siete o Calzada hasta el río Almendares. 

PASEO (Vedado)

Por acuerdo del 22 de septiembre de 1927, el Ayuntamiento dio a esta calle el nombre del sabio Antonio S. de Bustamante, con motivo de su nombramiento de magistrado del Tribunal Permanente de Justicia Internacional. En cambio la comisión propuso que se mantuviera con el nombre de PASEO. Así mismo, y sin salir del Vedado, la avenida General Gerardo Machado quedó definitivamente rebautizada como 23. Solo agregar que este Decreto-Ley - no exento de opiniones discrepantes - empezó a regir desde su publicación en la gaceta oficial de la república el día 13 de enero de 1936. 

Maldita Hemeroteca 

Fuente: 

Toda esta información esta basada en el libro "La Calles de la Habana", del historiador de la Habana Emilio Roig de Leuchenring y publicado en el año 1936 cuando el alcalde de la capital cubana era el Dr. Guillermo Belt y Ramírez  

La comisión de Historia, Ornato y Urbanismo estuvo integrada por el historiador de la Habana Emilio Roig de Leuchenring, así como por los señores Lugo-Viña, Evelio Govantes, jefe del Departamento del Municipio y presidente de la Comisión, Ezequiel García Enseñat, Gabriel Camps, Napoleón Gálvez, Manuel Pérez Beato, Tomás Jústiz, Pedro Martínez Inclán, Francisco Centurión, Luis Morales, Luis Rodríguez Lamult, Gonzalo Aróstegui, Javier de Acevedo, José Manuel de Ximeno y Alfredo Longa.