Siempre, o al menos en un elevadísimo por ciento de ellos, el terrorismo y el extremismo de izquierda ha sido el responsable de los magnicidios y regicidios.

En Cuba, por ejemplo, no se conoce un solo intento por parte de la derecha. Y de los pocos presidentes que no fueron conservadores, como el liberal y ex brigadier Gerardo Machado o el general socialista Fulgencio Batista, la mano de la extrema anarco comunista estuvo de alguna forma detrás de ellos.

En España ni se diga. Aquí fueron asesinados cinco presidentes del Gobierno y excepto Juan Prim (1870), que lo mataron los masones, el resto, Antonio Cánovas del Castillo (1897), José Canalejas (1912), Eduardo Dato (1921) y Luis Carrero Blanco (1973) perpetrado por etarras, que para el caso es lo mismo, todos fueron victimas de los anarco izquierdistas. El catalán Pedro Mateu Cusidó asesino al presidente Dato

En el caso del mandatario Canalejas, su asesino fue el pintor anarquista Manuel Pardiñas, que ya había sido expulsado previamente de la argentina al verse involucrado en la muerte del policía Ramón L. Falcón en 1909, a manos del también anarquista Simón Radowitzky de ascendencia judío ucraniana, y con una historia carcelaria que la película Papillón no sería nada.

El conservador gallego Eduardo Dato Iradier fue tiroteado hasta la muerte por cinco anarquistas en mayo del 1920. Incluso el rey Amadeo de Saboya pudo haber sido asesinado por la izquierda. En Portugal, sin más lejos, los republicanos asesinaron al rey y a su heredero en 1908. Es acojonante.

Tambien lo intentaron tres anarquistas aunque no pudieron contra Alfonso XIII y a Victoria Eugenia, y nada menos que el día de la boda, sin olvidar las amenazas de muerte profesadas por el socialista Pablo Iglesias delante de todo el mundo en el congreso de los diputados contra Antonio Maura, que fue victima de un atentado de un radicalista dicho sea de paso.

Estado en que quedó el coche de Jose María Aznar.

En abril del 1995 la ETA lo intentaron contra el presidente José María Aznar. No voló en pedazos gracias al blindaje de su BMV que aún así, lo hicieron añicos. Se salvó de milagro, como de milagro se salvó tambien el político de VOX, Alejo Vidal Cuadras, cuando un radical tunecino, pagado supuestamente por dinero Iraní, le disparó en el rostro en noviembre del 2023.

Si usted se pone a buscar la lista se le hace inmensa, y va desde anarquista de izquierda que mató al presidente norteamericano William McKinley, en 1901, pasando por el comunista Lee Harvey Oswald, el supuesto victimario de John F Kennedy en 1963, así como su hermano Robert, que cayó a manos de un extremista Palestino Jordano en 1968.

Por otro lado en 1940 un agente de la KNVD (luego KGB soviética), el catalán Ramón Mercader, asesinó de un hachazo en la cabeza en México al exiliado ruso León Trotsky que había escapado de las garras de Stalin. Hagamos un paréntesis aquí. La madre de Mercader, Caridad del Río, o Mercader, que era el apellido del rico industrial textil catalán Pablo Mercader Marina, que fue su marido, nació en Santiago de Cuba cuando era colonia de España en 1892.

Una loca mutante, que de ferviente católica y aspirante a monja derivó en una peligrosa agente comunista. De hecho fue miembro del KGB Ruso y del PCC Castrista, como lo fue también el asesino del hijo a su regreso a Cuba. Era muy amigo del comunista Juan Marinelo. Fue miembro tambien del partido socialista Catalán y secretaria de la Federación de Mujeres Comunistas de Cataluña. E incluso, se llegó a decir que su relación con el despiadado jefe del KGB, Lavrenti Beria, era más que íntima.

Luego estuvo al servicio del castrismo en la embajada Cubana en París, Francia. El embajador Cubano en esa ciudad Harold Gramatges, llegó a decir de Caridad: "Es más estalinista que Stalin". Y tanto, que Moscú la pensionó por el resto de sus días. A su hijo solía decirle: "No pienses, actúa. Los comunistas no piensan si no actúan". Solo agregar que a Trostky ya lo había intentado fallidamente matar otro Marxista, el pintor mexicano David Alfaro Siqueiros.

Muchos mandatarios consiguieron salir bastante bien e incluso ilesos, el más reciente, en 2024, fue el intento contra el entonces candidato Donald Trump, del que milagrosamente sobrevivió, como tambien escaparon en su día Andrew Jackson, en 1835; Theodore Roosevelt, en 1912; Franklin Delano Roosevelt, en 1945; Harry Truman, en 1950; Richard Nixon, 1974; Gerald Ford, 1975, Jimmy Carter en 1979 y Ronald Reagan, que aun herido consiguió rebasar sus heridas en 1981.
El israelita Isaac Rabin, murió en 1995 a manos de un extremista pro Palestino de su mismo país.
Excepto los intentos contra Barack Obama en 2011, que ni se encontraba en el lugar donde impactaron las balas, el de Jimmy Carter, el primero de Gerald Ford, Ronald Reagan y Andrew Jackson, que sus autores fueron catalogados como enfermos mentales, el resto fueron radicales de alguna facción. Porque incluso, el supuesto loco que pretendió asesinar a Richard Nixon, intentó ser parte de la organización comunista "Panteras Negras".

Donald Trump herido en el atentado de 2024

Incluso más, la autora del segundo intento contra Gerald Ford, sí fue una activista de izquierda de nombre Sara Jane Moore. Por otro lado, dos nacionalistas puertorriqueños quisieron asesinar a Harry Truman, Griseldo Torreola, que murió en el intento, y Oscar Collazo. En 1928, el presidente Herbert Hoover estuvo a punto de morir mientras visitaba los Andes, cuando unos anarquistas argentinos intentaron volar su tren.

Otro anarquista, Giuseppe Zangara, lo intentó contra Franklin D. Roosevelt, en tanto que Bill Clinton, al que quisieron matar hasta tres veces, la del 1996 llevó la firma de islamistas de Al Qaeda. Asimismo el extremista Georgiano, Vladimir Arutyunian, le lanzó una granada a George Bush hijo en 2005 durante una visita a ese país.

El único que nos viene a la memoria que no debió ser un izquierdista fue Craig Robertson, un anciano ex franco tirador de 74 años, que amenazó por las redes sociales al presidente Joe Biden nada más pisara territorio en Utah. Robertson murió enfrentando al FBI cuando lo fueron a detener, y es evidente que tratándose de Biden e incluso a Kamala Harris también, de izquierdas no era.

En América Latina lo mismo, los nicaragüenses Anastasio Somoza, primero García en 1956, y luego De Baiyle en 1980, el general golpista Peronista, Pedro Eugenio Araburu en la Argentina, en 1970, o el colombiano Luis Carlos Galán en 1989, entre varios otros. La izquierda, siempre la izquierda. Y si bien es cierto que varios de ellos fueron represores y asesinos de sus pueblos, para eso están los tribunales y las leyes. Ah, y de las seiscientas y pico que decían le habían hecho al dictador Fidel Castro, las pruebas no demostraron ni cinco. 

Maldita Hemeroteca