En el año 2020 la prensa Cubana se vanagloriaba de que en Argentina, en la provincia de Córdoba en concreto, había un cubano que se había hecho célebre porque tras recuperarse de del coronavirus, se había convertido en el mayor donante de plasma de ese país.
De hecho fue tanto lo que donó, que no tardó en hacerse viral en la prensa plana, radial y televisiva. O sea, que el matancero Osmany Estopiñán Vázquez, de cincuenta años, se convirtió en el tipo más popular de la argentina en esos difíciles momentos.
Y es curioso que la prensa cubana se haya hecho eco de este gesto tan altruista, ya que fueron ellos, precisamente, quienes recibieron millones de dólares a costa de vender la de los propios cubanos.
Fue tanto lo que vendieron, que la cifra supera los mil trescientos millones de dólares. Y no solo sangre y sus derivados, también vendieron tejidos, glándulas y órganos humanos, según denunció la directora ejecutiva de "Archivo Cuba", la señora María Werlau.
¿A que países?. Bueno según Panampost, se la vendía a Vietnam a cincuenta dólares "la pinta" o medio litro por ejemplo, pero los grandes volúmenes fueron negociados a Brasil que compró 134,3 millones de dólares, Venezuela 104, Colombia 82,8, Irán 65,3, Rusia 54,7 Ecuador 25,7 y Bielorrusia 23,9 y bingo: ¡88 millones a la Argentina (87,9)!.
Ese mismo año otro diario, "Libertad Digital", denunció en otro que las masivas campañas de donación que anunciaba el régimen estaban destinadas a la venta básicamente, lo que se traduce en grandes sumas - y aquí cita de nuevo a Archivo Cuba - en el orden de los 794 millones de dólares, solo entre los años 1995 y 2019. De igual manera otros diarios como los Ángeles Times, citando la agencia EFE, redundan en lo mismo con lo cual ya no era secreto para nadie.
Bueno sí, para los cubanos de la isla que no tenían internet. Pero no se extrañe por eso, la venta de sangre y sus derivados es algo que está contemplado y hasta asimilado hoy en el mundo. En un final las donaciones altruistas, a excepción de algunos países como Alemania, Bélgica, Portugal o España, no son suficientes, con lo cual intentar salvar una vida estaría por encima de un puñado más o menos de dólares.
Maldita Hemeroteca
Fuentes citadas en el texto.

