Entonces llegaron personajes muy conocidos como El Zorro (1919), La Sombra (1928) y Buck Rogers (1930); Flash Gordon y el Fantasma (1936), pero ninguno con poderes sobrenaturales hasta Superman (1938), personaje que dio inicio a la era dorada de este arte. Uno de los famosos fue sin duda el mago Mandrake, creado por Lee Falk, y publicado por primera vez en 1934.
La historia recoge que Falk, que fue el creador tambien del mencionado Fantasma, "The Phanton", y del "Hombre enmascarado", se inspiró en el mago británico Cardini (Val Raymond) para darle vida a su ilusionista elegante, un tipo que vestía muy sofisticado a base de frac, sombrero de copa y corbatín, que además de hacer magia luchaba también contra el crimen. Cuba tuvo su propio Mandrake en español, ¿que no tuvo Cuba?.
Fue en la década del 50 y entre los magos cubanos llegó a ser el más popular de todos. Sobre todo a raíz de darse a conocer en la televisión en el programa "El circo con Valencia" los domingos. Como popular fue igualmente la frase que le inmortalizó en la isla: "Eso no lo encuentra ni Mandrake el mago", y uno de los primeros apodos con que el pueblo bautizó al dictador Fidel Castro, el verdadero artífice en desaparecerlo todo.